29 de marzo de 2024

Documenta Madrid 2013: Día VII y balance

CAH The act of killing portada

Despedimos al Documenta con The Act of Killing.

Desde CAH nos despedíamos anoche del Documenta Madrid con la que era una de las películas más importantes que entraban a competición, y ha quedado demostrado en el resultado final: siendo la última en proyectarse, ha arrasado llevándose el Primer Premio del Jurado y el Premio del Público. Hablamos, por supuesto, de The Act of Killing. Avalada por su Premio del Público al mejor documental en la pasada Berlinale, la película nos sitúa en una Indonesia en la que las heridas del genocidio que se llevó a cabo tras el Golpe de Estado de 1965 por parte del ejército, en el que en un año se persiguieron y asesinaron a más de un millón de comunistas, siguen abiertas (o podridas), y, casi 50 años después, los culpables continúan en el poder sin haber sido juzgados ni castigados, ni haber reconocido la barbarie que cometieron. El director Joshua Oppenheimer, con la colaboración de Chistine Cynn y todo un equipo en su mayoría “anónimo”, pide a uno de aquellos “gángsters”, Anwar Congo, contratados por los altos cargos (que no se iban a manchar sus propias manos, por supuesto) para interrogar y matar, que él y sus colaboradores recreen sus crímenes. Ellos no sólo no se niegan, sino que incluso se muestran orgullosos de hacerlo y mostrar al mundo sus supuestas hazañas.

Oppenheimer y su equipo consiguen una película controvertida en la que casi traspasan una línea moral a la hora de involucrarse con este tipo de gente, teniendo que ser abiertos y tolerarles hasta cierto punto, para poder llevar a cabo la película. Un ejercicio de metacine en el que los protagonistas se piensan que están rodando una película para alabar las acciones que el régimen llevó a cabo para exterminar el comunismo en el país, pero lo que en realidad están haciendo es darle forma a este documental cuya intención es absolutamente la contraria, denunciar lo que pasó y mostrárselo al mundo. En la película se entremezclan pues la realidad y la ficción, ya que, lo que es una verdad objetiva para el resto del mundo, ellos han creado una ficción en la que creen que han hecho las cosas bien y que son inocentes.

CAH The act of killing 2

La imagen que nos da la película de Indonesia es la de una sociedad patéticamente feliz. Una felicidad impostada, ganada a golpe de miedo y represión. Una situación a la que la gente se ha acostumbrado demasiado, conformándose con ese tipo de vida. Siguiendo la corriente, ellos también se convierten en culpables de lo que está pasando (no hay más que ver ese grotesco programa de televisión real al que asiste Anwar como si fuese una estrella de cine). De esta manera, la película nos replantea todo el imaginario que tenemos de víctimas y verdugos, dejando patente lo difusa que es la línea entre culpables e inocentes.

Anwar, como el resto, parece vivir anestesiado, transformando su vida en una ficción. Pero el daño que hacemos en el pasado nos persigue para siempre. La película hace que el velo que le impedía a Anwar ver la realidad se caiga, y sea consciente, más allá de sus pesadillas, de las vomitivas (nunca mejor dicho) atrocidades que ha cometido. Cuando esto ocurre, da lugar a uno de los finales más desgarradores y brutales que se hayan podido ver. Esta película es su juicio, aquel que nunca tuvo, quizás no uno institucional, pero sí uno moral. Y la sentencia le va a marcar para siempre.

Puede, por tanto, que los artífices de The Act of Killing fueran muy lejos en sus propósitos, pero de otra manera no hubiese conseguido hacer este documento visual de la crueldad humana, en la que se introducen de lleno en el alma corrompida de las personas. “Los documentales pueden cambiar el mundo”, decía Dror Moreh, el director de The Gatekeepers en la tertulia del día 6, y qué mejor ejemplo de esto que The Act of Killing, una película difícil de ver, que duele e impacta, pero imprescindible en la manera en que nos obliga a no cerrar los ojos y volver la cabeza hacia una situación que nos plantea, como un golpe seco, que aún queda mucha justicia por hacer.

CAH The act of killing 3

Y así ponemos punto y final a esta décima edición del Documenta Madrid, en la que nos hemos centrado en la Sección Oficial en competición, donde hemos tenido la gran oportunidad de ver trabajos de altísimo nivel tanto cinematográfico como humano, muy comprometidos y centrados en los problemas del mundo actual. Además de la triunfadora The Act of Killing, han sido galardonadas por el jurado Metamorphosen, que ha ganado el Segundo Premio, y Vergiss mein nicht, que ha recibido el Premio Especial, además de una mención especial para Terra de ninguém. Pero no nos olvidamos de grandísimas películas que, aunque se han ido de vacío, han marcado sin duda el festival este año, como han sido Elena, Hiver Nomade o The Gatekeepers, que durante todos los días había sido la favorita del público, aunque en el último momento The Act of Killing le haya arrebatado el primer puesto por muy poco. Es de agradecer una selección tan buena por parte de la organización, que ha hecho que la cobertura del festival haya sido un auténtico placer por nuestra parte, y que ya estemos deseando repetir el año que viene. ¡Enhorabuena!

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