28 de marzo de 2024

Críticas: Parque Jurásico 3D

Parque Jurásico 3D - Cinema ad hoc

Veinte años después, los dinosaurios de Steven Spielberg regresan a los cines.

En una era en la que toda película, y con más fuerza en el caso de las míticas, está al más absoluto alcance de cualquiera que quiera revisitarla, la fórmula de los reestrenos masivos aparenta estar cada vez más obsoleta. Hasta hace nada, parecían quedar lejos los tiempos en los que El exorcista o la trilogía de Star Wars llegaban a las salas con una fuerza equiparable a la de cualquier estreno comercial. Pero el aterrizaje en nuestras vidas del 3D –¡oh, el 3D!– revitalizó la fórmula. Los habituales aniversarios o “montajes del director” –presentación que a menudo encerraba apenas un par de breves secuencias nuevas– fueron sustituidos por el novedoso reclamo de disfrutar de la película en tres dimensiones, que hasta la fecha se ha saldado con más fracasos que éxitos en nuestro país. No demasiados espectadores, además de la fuerte base de fans que aún arrastran los títulos que vuelven, parecen dispuestos a asumir el sobreprecio de la entrada por algo que ya han visto en numerosas ocasiones. ¿O puede invertirse esta tendencia?

Llegados a este punto toca decirlo: nací casi a la par que la década de los 90 y hasta ahora no había visto nunca Parque Jurásico, al menos no siendo consciente de ello. Algún fan indignado querrá abandonar la lectura de este texto, pensando que no tengo infancia o que tamaña herejía me incapacita por completo para firmar esta reseña. Y es posible que no carezcan de razón, pero deberían esperar a las siguientes líneas.

Parque Jurásico 3D (2) - Cinema ad hoc

Es 2013. Unos más que otros, pero todos somos ya la hostia de viejos. La película de Steven Spielberg cumple 20 –¡veinte!– años y aterriza en una cartelera veraniega gobernada por Guerra Mundial Z, Pacific Rim, El llanero solitario o Lobezno inmortal. ¿Tiene algo que aportar realmente su regreso a las salas, además de abonar el terreno para el reboot de la franquicia programado por la propia Universal para dentro de dos veranos? Esta será una de las escasas veces en las que sostenga que sí.

Siempre cabe suponer que algún niño, probablemente despistado, entre a la Isla Nublar a contemplar algo distinto a lo que ya conoce. La filmografía de Sam Neill permite seguir reconociéndole veinte años después como un tipo completamente normal. Alguien que, por las circunstancias, se ve envuelto en algo acojonante. Ahora no causa tanta sorpresa, pero una generación debió sentirse marcada por tal acontecimiento. El protagonista puede pasar por tu tío o el vecino, y de repente entra en una isla repleta de especies de dinosaurios generadas a partir de su ADN. Y eso, amigos, es la polla.

Parque Jurásico 3D (3) - Cinema ad hoc

Visualmente, tampoco puede decirse que lo que en su día supuso una revolución en los efectos especiales haya quedado obsoleto. Al contrario, sorprende lo intactos que han quedado aspectos como el diseño digital de los dinosaurios, por mucho que se contemplen con una sonrisa otros como la tremenda ingenuidad de la trama informática. Las tres dimensiones aportan lo de siempre, resaltando la espectacularidad de cada aparición de una criatura, encomiablemente calculadas en detrimento del agotador ruido al que cada vez estamos más acostumbrados. Quien sepa apreciar realmente las virtudes del formato, difícilmente se podrá sentir defraudado.

Es posible que la adaptación de la novela de Michael Crichton no pueda conquistar plenamente a una nueva generación de espectadores y también que sus resortes resulten harto previsibles, pero no por ello resulta hoy menos entretenida. Su óptimo envejecimiento es también una descarada invitación a revisar ciertos esquemas imperantes en los blockbusters.

2 comentario en “Críticas: Parque Jurásico 3D

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