18 de abril de 2024

Críticas: Runner Runner

RUNNER, RUNNER

¿Qué han visto mis ojos?

Justin madafakin’ Timberlake me ha dicho que piensa seguir haciendo de joven universitario enriquecido con internet diez años más. En esta ocasión es un experto en magnates online que se juega todo el dinero de su matrícula de Princeton al póker online.

Al comienzo de la película aún tenemos ciertas esperanzas de que se nos presente de manera muy dinámica, montaje videoclipero y voz en off un submundo del que nada sabemos y que esto nos lleve a una trama medianamente interesante. Que nos podremos ir a casa en paz. Pero no.

Por supuesto, pierde la pasta de la matrícula. Y dice eso de “jo qué mala suerte, con todas las mates que sé yo” y llama a un colega y analizan las partidas y ve que era imposible que perdiera y entonces…

Justin, como toda persona razonable, decide ir a Costa Rica a encontrarse con Ben Affleck (Batman) que es el jefazo de la web en la que le han estafado. “Eres bueno, tío. Podrías trabajar para mí”.

RUNNER, RUNNER

En fin, creo que es todo lo que pienso comentar sobre esta manida trama. Manida y además insulsa porque nunca parece que haya verdadero conflicto. Justin no tiene dinero para pagarse el máster en Princeton, se juega todo y lo pierde, habla con un tipo y empieza a ganar dinero a espuertas. Momento en la vida de todo hombre en el que le empieza a importar Princeton un poco menos.

¿Adivináis de quién se encapricha Justin? ¿De su jefe? ¡No! Eso hubiera sido demasiado interesante, así que se encapricha de Atractiva Mujer en un Papel Genérico (Gemma Arterton: Hansel & Gretel: Cazadores de Brujas, Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo) que es terreno algo turbio porque estuvo liada con Ben Affleck.

Vaya, he dicho que no iba a hablar más de la trama. Hablaré del saborrr latino que nos brinda la banda sonora porque están en Costa Rica. O hablaré de cómo se pretende que nos importen personajes que ni siquiera nos han introducido vagamente.

Hay una escena hasta graciosa porque sucede más o menos cada diez minutos: llegan unos tipos y llevan o tratan de llevar a nuestro nada heroico protagonista a alguna parte. Así movemos el guión de un lugar a otro porque de verdad que los conflictos brillan por su ausencia.

RUNNER, RUNNER

En algún momento pensé que esto podía hacer un telefilm decente, una película de esas medio entretenidas que como decía nos presentan un submundo que desconocemos, nos da frases sobradas (“Nunca te eches atrás en una mala apuesta” o algo por el estilo) y muchas estadísticas sesgadas (“El 47% de los estadounidenses tiene o ha tenido deudas de juego”). Con “en algún momento” quiero decir en los diez primeros minutos de película. Luego observas la torpeza de la trama y comprendes que no, que ni siquiera va a ser una de esas películas que reemiten y reemiten en La Sexta porque les da un 4% de share sistemático, tipo Rounders.

Ni siquiera el mundo de lujo, ilegalidad y demás le brinda el menor atractivo. No hay por dónde coger esta película. Atroz y a la vez insulsa, un plato complicado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *