26 de abril de 2024

Críticas: Holmes & Watson. Madrid Days

Es momento de analizar, detallar y cortar a lo Jack el Destripador la nueva, poliédrica y enciclopédica película de José Luis Garci.

Siempre ha existido un movimiento generalizado que ha querido apartar al autor de Asignatura pendiente de la historia que le corresponde: ha sido el director más veces nominado al Oscar a la mejor película extranjera y ganador de la primera estatuilla para una producción española por Volver a empezar. Dicho esto, puedo decir ‘lo otro’: Holmes & Watson. Madrid Days es una de las mayores abominaciones proyectadas en una pantalla que he tenido la suerte de ver de este inacabado año. Pero, matizo, ser una abominación no significa ni representa un insulto en el completo y estricto sentido de la palabra. A lo largo de la historia del séptimo arte han surgido películas maldecidas —que no malditas— que con el paso del tiempo han descubierto el antónimo del adjetivo inicial con las que fueron etiquetadas. Tampoco nos hallamos ante el personal y ‘garciano’ reflejo cinematográfico del espíritu de las pinturas negras de Goya que pueda propiciar contar con Jack el Destripador como premisa de su argumento. El asesino en serie, como sus crímenes, es velado y utilizado como macguffin y pretexto para formalizar aquello que ansiaba nuevamente el cineasta: un homenaje al Madrid de Galdós con la fusión de las líneas que generan realidad y ficción propiciadas por los personajes de Arthur Conan Doyle.

Pese a ser una ‘abominación’, Holmes & Watson. Madrid Days es una película por encima del bien y del mal. Dirigida con el mismo pulso de unos dedos en unos mantecosos guantes de látex en el interior de un recto, montada como lo haría un abuelo de 95 años ciego y con tembleque en un programa de ordenador para editar la obra de teatro que han hecho en el asilo y guionizada con el fervor y el magnetismo de una babosa de una película de Juan Piquer Simón, el filme halla un espectro sobre la sombra de la duda de una interesante proposición: ¿será peor que el Sherlock Holmes de The Asylum, confundida en algunas redes sociales de cine con la de Guy Ritchie? Pocos lo sabrán… pero todo lo contrario a lo que pueda parecer, los actores demuestran su más absoluta profesionalidad al creerse los papeles de uno de los guiones-epíteto por ‘excremencia’ del cine español del Siglo XXI.

Lo interesante de Holmes & Watson. Madrid Days, no obstante, es que la forma y el fondo sirven a un inédito propósito cinematográfico: destripar al propio director. Freud, al que Sherlock (Gary Piquer) hace una alusión en clave de gitana-vidente sobre el estudio de los sueños, definiría el filme de Garci como una alegoría metafísica en la que el espectador saca las entrañas al director sin mover un solo músculo —y generalmente en estado comatoso—. La cinta habla de sueños, futuro y perros policía —los gatos, recordemos, fueron vetados desde el Siglo XIX para desempeñar esas funciones por el Concilio de Baskerville—, pero también marca constantes a través del tiempo y temas que resuenan en el presente como la maldad. La maldad que tendrán muchos espectadores desde que vieron el primer trailer de esta película. La maldad que se pronunció sobre la foto que revelaba la peor barba postiza de la historia del séptimo arte atenazada al gaznate de Alberto Ruiz-Gallardón. La maldad que se confirma en una sucesión de cameos y recursos sonrojantes para abaratar los costes de producción. La maldad al contemplar el horror que cobra forma entre inenarrables insertos de fotocopias de ilustraciones —seguramente eyaculadas antes de ser filmadas— para marcar el recorrido de los viajes y exteriores en un claro homenaje a La hora chanante. Efectivamente Holmes & Watson. Madrid Days es una película que habla de la maldad porque es mala de cojoHolmes.

Garci es un gran conocedor del cine clásico pero si tuviéramos que evaluar sus conocimientos, por la aplicación de la teoría cinematográfica de los maestros a los que idolatra, le emparejaríamos con un meritorio en una película de Ed Wood. El filme se muestra como una dicotomía política y cinematográfica en la mente del cineasta: desea ser clásico en alargadas secuencias teatrales pero no habita la poesía que divisan los críticos que admiran a Manoel de Oliveira. La película parece volverse contemplativa pero queda amarrada a un teatrillo cutre —Lina Morgan podía haber interpretado a todos los personajes sin despeinarse— que disipa cualquier esperanza de poscine en su interior. Paja y relleno con prodigo del pezón que diverge entre arrebatos pro-taurinos, feministas, progresistas, anti-sistema con divergencia conservadora. En tics irrisorios en ‘english’ y la salvación mental y terrenal del espectador al no poder hacer Garci la película que quería de tres horas, Holmes & Watson. Madrid Days habla sobre todo, entre chistes sin risa ni prisa, del amor, la amistad y que las videntes del Siglo XIX eran unas gafes de cojoHolmes. El filme es capaz de traspasar los clichés de los personajes de Conan Doyle: Watson va de chulapo rompecorazones y Holmes de ‘estrecha’. Me imagino al Edgar Neville de El crimen de la calle de bordadores haciendo una obra maestra con semejante material pero, ¿qué insensible ser desea una obra capital en un país que da a sus ciudadanos cada semana la pena (cinematográfica) capital?

7 comentario en “Críticas: Holmes & Watson. Madrid Days

      1. ¿Entonces la recomendarías a tus mejores amigos o a tus peores enemigos?

        PD: En Blog de Cine comparten tu opinión pero destacan una fotografía y una ambientación genial, ¿es cierto?

        1. Hola J_Kidd!

          Es donde se han gastado realmente la pasta y comentar ese tipo de detalles me parecía redundante. Sería como decir que en una película de ciencia ficción con 200 millones de dólares de presupuesto "los efectos especiales están bien"… Yo escribiría únicamente si están mal (utilizados), pero es algo personal. No iría a ver esta película por los decorados obviamente sino para compartirla con amigos y enemigos en diferentes sesiones. Es un 'must see' para poder criticar a gusto (que es lo que nos gusta en este país). Dudo que encuentres una crítica fervientemente positiva de esta película. Lo dudo, eh…

          Creo que el presupuesto se acerca a 4 millones de euros y en palabras de Garci es el dinero que se necesita como mínimo para hacer una película en España. No habrá visto "Carmina o Revienta"…

          Saludos!! 😉

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