28 de marzo de 2024

Críticas: Safe

La última cinta de mafias, acción, artes marciales y millones de balas protagonizada por Jason Statham llega a la cartelera española.

Boaz Yakin es un caso curioso. Pasar de dirigir una ópera prima tan reivindicable y destacable como Fresh, a mediados de los noventa, para acabar trabajando en una cinta con Jason Statham dieciocho años después. Safe no es más que un mero producto de lucimiento y vehículo para los puños y gatillo del actor que ha encarnado insondables profesiones dentro del género. Esta vez es un antiguo basurero que acaba luchando en el circuito de artes marciales mixtas de Nueva Jersey y termina encabritando a la mafia rusa por frustrar un combate amañado. El castigo es original: su mujer es asesinada y es condenado a vagar solo sin poder establecer ningún tipo de relación, amistad o contacto con otras personas… Será vigilado y siempre existirá alguna persona que ejecute a todo aquel que se acerque a él…Se convierte en un solitario fantasma que vaga por el mundo caminando por la orilla del suicidio. La proposición podría apuntar a una revisión del cine norteamericano de Park Chan-wook o Johnnie To, sobre todo cuando entran en juego las triadas. Pero el filme es víctima de su argumento cuando la pieza clave de la ecuación narrativa es una niña china superdotada, que es secuestrada en China para ser llevada a EEUU y convertirse en una computadora humana que lleve las cuentas de todos los sucios y oscuros negocios de las triadas.

Es obvio que ambos van a coincidir y que la frase que luce el cartel, «Ella es el código, él la clave», provocará que ambos se necesiten el uno al otro para sobrevivir. No van a faltar policías corruptos, lucha armada de mafias (para que luego digan que rusos y chinos van de la mano), putrefacción política en las altas esferas y, sobre todo, un hombre capaz de acabar con todos ellos. Ese hombre es Jason Statham, ¿¡alguien lo dudaba!? Boaz Yakin es consciente de la película que está rodando, pero tampoco se puede entender como un encargo sin personalidad ya que es el propio Yakin quien pone el guión. Tal vez para comprender el proyecto del director de Titanes, hicieron historia tengamos que hacer también historia. Antes de su debut con Fresh escribió libretos como The Punisher (Vengador), para lucimiento de Dolph Lundgren, o El principiante, una buddy movie dirigida y protagonizada por Clint Eastwood. Es posible que tras una película tan personal, festivalera y controvertida como Death in Love, que tuvo que ser financiada por el propio Yakin, haya tenido que entrar de nuevo en el circuito mainstream con calado de serie B, con un filme que cuenta con 27 millones de presupuesto.

No sé si el propio Yakin es consciente de la película que tiene en sus manos. Arranca fuerte con un interesante y potente uso del montaje paralelo, de planos secuencias con obvias referencias al ‘Grand Theft Auto’, aunque cualquier tipo de autoría queda diluido en secuencias irregulares y planteamientos desiguales. Despliega un excelente ritmo en el asalto a un disco-casino oriental pero pifia en intensidad en un tiroteo en un hotel, por ejemplo. Tiene un contrapunto socarrón en la que el filme parece ser consciente de poder convertirse en una nueva Shoot ‘Em Up por chistes de trazo grueso, con un punto canalla a lo Crank. Como si de una monja mojigata se tratara, parece juiciosa del pecado y quedan anulados, por sobredosis de violencia y balas, grandes diálogos del tipo:

— Sí que tienes los huevos grandes para venir aquí.

— Lo sé, apenas puedo caminar.

Ante todo sinceridad y ¿realismo? En Safe, por su título, es obvio que hay una caja fuerte, una combinación, viejas venganzas personales, oscuro pasado y ese infinito y recurrente etcétera de elementos. Otra cosa es que ese supuesto contenido de la caja pierda valor al cruzar el charco. ¿Qué son 30 millones de dólares para nuestros corruptos políticos, banqueros o empresarios-la(dr)illeros españoles? ¿Un ágape light para el fin de semana…? En fin, que personalmente hubiera preferido un mcguffin… aunque tiene algún inteligente (y esta vez realista) giro final que sorprende para bien, no puedo pensar en esta película como algo fallido y sin el remate o el calado necesario. Si hay mal negocio, no hay negocio. Y no es que Safe sea una mala película, pese a caminar por esa tortuosa y peligrosa llamada cliché, pero su condición de burla queda contraproducentemente encerrada en una caja fuerte de la que Boaz Yakin no quiere darnos bajo ningún concepto la llave para abrirla.

4 comentario en “Críticas: Safe

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