Bye, bye Nocturna
Hoy ya sí ponemos punto y final al Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Nocturna 2015. Una edición superior a la del año pasado en cuanto a la calidad de las películas proyectadas, que nos ha ofrecido sorpresas más que agradables como la gran triunfadora por méritos propios del certamen, la húngara Liza, the fox fairy, que el festival proyectará de nuevo esta noche gratuitamente para deleite de aquellos que se la perdieron y de quienes repetirán seguro. Un gran regalo de Nocturna que, ya sea como compensación a las proyecciones que ayer no se pudieron ver o por el efecto que la cinta tuvo en el público y en el jurado, es de agradecer para cerrar con muy buen sabor de boca el festival. Ayer tras los agradecimientos que Luis Rosales y José Luis Alemán, los responsables de Nocturna, hicieron en la gala de clausura, nos dejaron caer que la próxima edición va a estar llena de sorpresas dedicadas especialmente a ese público fiel a Cthutlhu, así que, y a pesar de esas películas de las que no querríamos acordarnos, empezamos ya a contar los días.
Os dejamos con nuestro top 5 de Nocturna 2015 y con las dos últimas películas que hemos visto. Nos vemos en Nocturna 2016.
TOP 5:
- Liza, the fox fairy de Károly Ujj Mészáros
- The midnight swim de Sarah Adina Smith
- Exeter de Marcus Nispel
- III de Pavel Khvaleev
- Dark was the night de Jack Heller
El año pasado el festival decidió sustituir las proyecciones de las películas ganadoras de las secciones a competición el último día, como sí hiciera en su primera edición, para programar dos pases más de la sección Panorama. Mientras en la sala 1 del cine Palafox Nocturna cerraba su edición 2015 con la maravillosa Dentro del laberinto, en la sala 2 unos pocos supervivientes le echábamos el último reducto de valor que nos quedaba tras una intensa semana, y comenzábamos la mañana con un espanto film llamado Strange Blood. Aunque viendo Strange Blood uno pueda pensar que se trata del trabajo de fin de curso, con claras probabilidades de suspenso, de un estudiante de cine, la realidad es que su director Chad Michael Ward tiene un amplio curriculum como realizador y montador de cortometrajes que poco le ha servido para desarrollar este primer largo. Tras la estela, suponemos, de La mosca de David Cronenberg, Ward nos presenta a un científico empeñado en sacar adelante a toda costa un descubrimiento que puede cambiar el destino de la humanidad pero que acaba por cambiar y destruir a su creador. En lugar de un teletransportador el descubrimiento en esta ocasión es una cura para todas las enfermedades del mundo, y en lugar de convertirse en mosca, el doctor acaba convertido en un loco bebedor de sangre. Un guión sonrojante, unos efectos especiales que igual en otro horario hubieran sacado alguna risa, unas interpretaciones exageradas al máximo y un montaje que parece ir a trompicones, cuando no introduce imágenes aleatorias de la puesta de sol en el desierto, son básicamente los elementos de una película a olvidar. Eso sí, con una escena post créditos que vale más que todo el resto de la cinta.
No empieza mal la última película de este Nocturna, Suburban Gothic. Una comedia sobrenatural protagonizada por los televisivos Matthew Gray Gubler, Kat Dennings y Ray Wise, en la que Gubler cambia la elocuencia científica que caracteriza a su personaje en Mentes Criminales por otra igual de inocente pero con un toque de mordacidad y sarcasmo que utiliza sobre todo con su padre. Éste, interpretado por Wise, es un entrenador de fútbol vago, racista, homófobo, clasista y totalmente desprendido de su hijo al que considera un inútil por haber tenido que volver a la casa paterna al no encontrar trabajo. Por eso y por la capacidad del chico para ver fantasmas. Ante uno de ellos tendrá que enfrentarse cuando los trabajadores mexicanos que tiene contratados su padre para que le cuiden el jardín, descubren el ataúd de una niña enterrado en él. Lo que comienza siendo un ataque al caduco estilo de vida americano de una manera muy cínica, y haciendo del exceso en sus personajes su mejor baza, acaba desplomándose en su segundo tramo en el que la ironía deja paso a un humor zafio y vulgar con el que la película se va hundiendo en su incapacidad para remontar. Tras un prometedor inicio con Excision, el director Richard Bates Jr. Desaprovecha todo el potencial cómico de la premisa de Suburban Gothic así como el de sus intérpretes, consiguiendo que la única escena que resulte creíble sea la de los 30 segundos que aparece John Waters en pantalla.