25 de abril de 2024

Críticas: Extraterrestre

Nacho Vigalondo nos presenta esta comedia alienígena protagonizada por Michelle Jenner y Julián Villagrán.

Partiendo de un MacGuffin similar a aquel de La guerra de los mundos de H.G. Wells, Vigalondo o, más bien, sus personajes, nos brindan una historia que se asemeja con aquella en profundizar en los devenires de la humanidad ante la llegada de vida extraplanetaria, pero se distancia totalmente en cuanto a las reacciones de los involucrados. En Extraterrestre ni los mismos alienígenas parecen tener ni repajolera idea de por qué están en este planeta tan raro llamado Tierra y mucho menos sus protagonistas, que reaccionan ante la incertidumbre de una invasión optando por quedarse en casa a la espera. Una reacción como otra cualquiera, teniendo en cuenta el conocimiento nulo que tenemos de nuestros vecinos del espacio. Y es una reacción, admitámoslo, muy española, dentro del estereotipo obviamente: esperar en el sillón a que otros vengan a solucionarnos la papeleta.

Con la excusa argumental de una resaca garrafonera en la que ha habido algo más que palabras entre un par de desconocidos (Julio y Julia, ¿qué casualidad, no?), Vigalondo aprovecha para desmarcarse de su recomendable debut en el largo Los cronocrímenes (2007) para volver por los fueros de la comedia que tan buenos resultados le ha dado en sus experiencias como cortometrajista.

Extraterrestre parte de la ciencia ficción para acabar resultando una muy entretenida comedia romántica a cuatro bandas en la que tres hombres (Julián Villagrán, Raúl Cimas y Carlos Areces) luchan por el amor de una chica (Michelle Jenner) mientras están encerrados en un bloque del madrileño barrio de Lavapiés. Vigalondo, cual Buñuel en El ángel exterminador, utiliza el encierro como forma de desenmascarar a los personajes, que poco a poco van dando rienda suelta a sus más bajos instintos. Esto da pie a los chanantes Cimas y Areces para construir unas personalidades creíbles dentro del absurdo y que provocan las mayores carcajadas de la cinta, sobre todo Areces, que otra vez esta inconmensurable haciendo de vecino-portera histriónico, insoportable y absolutamente divertido. Entre él y Cimas se marcan los mejores momentos de la película, que a ratos parece un sketch de Muchachada Nui (en la que Vigalondo participó activamente como director) y a ratos una decente comedia romántica protagonizada por el tándem Jenner-Villagrán, que al lado de los manchegos parecen los dos tíos más sosos del planeta Tierra y que a pesar de las buenas intenciones acaban siendo lo más tedioso de la película.

El argumento no deja de ser tontorrón, pues esto no deja de ser una comedia romántica por mucho que se la camufle, y los consabidos clichés del género acaban por salir a flote, como era de esperar. Pero Vigalondo sabe muy bien controlar los tiempos y las emociones para no hacer de esto algo no apto para diabéticos. Las escenas melosas están contadas, y no traspasan nunca la barrera de la vergüenza ajena (qué embarazoso es ver tus películas, Nora Ephron).

A destacar también la capacidad del cántabro para sacar adelante proyectos arriesgados con un presupuesto modesto (por debajo del millón de euros) tirando de creatividad y calculadora. Se podría contar con los dedos de una mano cuántas veces sale la nave espacial durante la película. Aún así, siempre está presente, inmutable, mediante la pantalla del televisor, que nos recuerda por qué los protagonistas están encerrados en las casa y, sobre todo, en sus propias vidas.

2 comentario en “Críticas: Extraterrestre

  1. A mí, a pesar de lo que dices, se me acabó haciendo pesada y me pareció una estafa, la película española de toda la vida pero bien dirigida.

    Exactamente eso: un sketch de Muchachada. Pero de hora y media y con protagonistas sosos dando el coñazo. No la recomendaría.

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