28 de marzo de 2024

Críticas: Noche de fin de año

Noche de fin de año es una de esas películas que hacen desear al espectador que el año que viene, en ese 2012 profético-apocalíptico, se acabe el mundo para que no hagan la segunda parte de este bodrio… de fin de año. ¿Qué sentido tiene, entonces, hacer películas navideñas para despertar buenos sentimientos y que provoquen odio, rencor y ganas de cometer un asesinato múltiple?  Es cierto que esa nueva categoría de bodrios con los que torturar a parte del público son admirados por las almas, parcialmente cándidas, que endulzaron sus vidas con Historias de San Valentín. El autor de joyas imprescindibles en la DVDteca de un enfermo terminal, que quiera aliviar parte de sus sufrimientos como Princesa por sorpresa, Novia a la fuga o Pretty Woman, vuelve a ofrecernos una historia coral de muchísimas caras conocidas cuyas historias se entrecruzan en la noche de fin de año en Times Square. Todo está tan visto y copiado que cualquier atragantamiento pasado (muerte en el pack) parece que fue mejor.

Noche de fin de año, que ha recibido unas críticas desastrosas al otro lado del océano que la hacen perfilarse como una pretendiente enamorada de los Razzies, no sólo contiene los peores tics del género y la comedia romántica navideña sino que parece existir únicamente como product placement de Nivea. El traje rojo-que-te-las-cojo de Halle Berry puede que tenga un reclamo orgásmico-navideño pero, entendiendo la película de Garry Marshall como un gran anuncio de coches, móviles y todo tipo de complementos a modo de teletienda, es un espejismo de una broma sin gusto. No hay falta de escrúpulos para vender el parto de DVD de Historias de San Valentín o lucir reiteradamente un mastodóntico póster de Sherlock Holmes 2 en la Séptima Avenida (recordemos que New Line Cinema fue succionada, que no absorbida, por Warner Bros). Pero lo más triste de esta insultante película navideña es que, aparte de que las tomas falsas hacen más gracia que las correctas,  si ganas un Oscar al parecer acabas haciendo esto…

Resumen de lo-peor-de-lo-peor:

—      El duelo de preñadas de Jessica Biel y Sarah Paulson parece una trama barata de televisión. Aunque que un ascensor se pare y queden atrapados un chico y una chica es de vergüenza ajena de cualquier originalidad.

—      Sofía Vergara hace… de Sofía Vergara… con el mismo doblaje  y tono de… Sofía Vergara… pero sin ninguna frase graciosa… habitual en Sofía Vergara.

—      Abigail Breslin lleva más maquillaje puesto que su madre en la ficción: Sarah Jessica Parker. Bueno, hace de niña de quince años y es cierto que ahora con el chonismo por bandera el maquillaje es vida. Pero… que estamos hablando de Sarah Jessica Parker… ¡De Sarah Jessica Parker!

—      Michelle Pfeiffer le dice a Zac Efron que le duplica su edad… Bueno, casi se la triplica por no querer utilizar maquillaje… Seguramente se lo robaron del camerino Abigail Breslin y Sarah Jessica Parker.

—      Jon Bon Jovi actúa mejor que Hilary Swank que a su vez actúa mejor que Robert De Niro… ¡Que les quiten los Oscars y se los den a Jon Bon Jovi!

—      Lea Michele no sabe hacer playback. ¡No sabe!

—      Katherine Heigl interpreta a una reputadísima chef de cocina a la que vemos únicamente y al parecer durante todo el duro día de trabajo… ¡cortar una piña! ¡Y encima no sabe ni hacerlo!

—      Pero el súmmum del ridículo es el ‘momento-zapatos-divinos Sarah Jessica Parker’ aunque parezca más que un anuncio de Chanel uno de compresas de Concha Velasco. ¡Pa’ mearse entera y ‘toa’! ¡Y encima hacen spoiler en el póster!

—      Todos los personajes esperan que caiga un bola pero a mí se me cayeron las mías al suelo durante las casi dos horas que dura el bodrio.

Escrito por Maldito Bastardo

5 comentario en “Críticas: Noche de fin de año

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *