18 de abril de 2024

Críticas: Jane Eyre

Fukunaga ha demostrado donde está enfocado su talento contando una historia de manera irregular. Brillante en algunos momentos, y mediocre en otros; el guión es el que es y al final por mucho que hayan explorado de forma acertada otros terrenos, Jane Eyre también es una historia de amor. Pero la sensación que a mí me queda es que tanto Fukunaga como Adriano Goldman (director de fotografía también de su ópera prima Sin nombre) abordaron este drama de época con la idea de indagar profundamente los aspectos más tétricos de la novela de Charlotte Brontë, y cumplir el expediente en cuanto a la temática amorosa.

En esta última revisión de una novela adaptada ya en varias ocasiones al cine y sobre todo a la televisión, vemos que la protagonista no busca el amor, su deseo primordial es encontrar su libertad individual. En ese camino se da cuenta que uno de los aspectos que la harían más libre es decidir su pareja sentimental, pero que es algo más accesorio que imprescindible para alcanzar su objetivo. No he leído la novela, pero ya solamente el hecho de cómo se llama el personaje (Jane Eyre, en inglés la pronunciación del apellido suena igual que air, es decir, aire) me hace pensar que también en la novela hay un claro subtexto sobre el encierro vital al que es sometido este personaje. El personaje de Edward Rochester llega a decirle que la ve como un pajarillo inquieto encerrado en una jaula; esto muchas veces es traducido en imágenes con planos de Mia Wasikowska mirando a través de la ventana de su habitación, la cual curiosamente está protegida por unos barrotes de hierro.

La primera media hora es lo mejor del film. Un alarde de narración en la que se crea una atmósfera pavorosa. Un personaje que huye desesperadamente de algo, no sabemos de qué o por qué, pero a quién le importa; podemos sentir la desesperanza de esa mujer que se aboca hacia la nada. Hasta que de noche, con el frío calándole los huesos y con su vestido negro lleno de barro, logra llegar a una pequeña casita pérdida en un páramo. Luego descubrimos que es una especie de flashforward, y a través de un montaje paralelo que funciona muy bien, nos van contando la infancia de ese personaje. Escenas realmente sobrecogedoras con toques violentos; una niña huérfana que vive repudiada por su entorno, que es muy consciente de la presencia de la muerte.

Hasta que en esta narración del pasado, sale del orfanato y llega al castillo de Thornfield House donde es contratada como institutriz. Será en ese escenario donde transcurra casi el resto de la película, y donde ese tinte oscuro irá diluyéndose a pesar de la buena actuación de Michael Fassbender. Genial la presentación del personaje que interpreta: Mia Wasikowska camina por un bosque bastante lúgubre, y empieza a escuchar ruidos, y de pronto ve a un caballo desbocado irguiéndose sobre ella montado por Rochester; simbolizando de forma perfecta esa fuerza dramática que tiene este personaje masculino. Sin embargo, a pesar de pequeños destellos como este, hay un progresivo decaimiento de fuerza narrativa, y el personaje de Jane Eyre se acomoda junto a la historia.

El misterio se pierde, sabes qué va a suceder, y lo más imputable a Fukunaga: no está bien transmitida la química entre la pareja protagonista. Es una narración muy fría para contar un amor que se supone que ha de ser muy pasional; es una relación amorosa entre un noble con una institutriz, y falta detallar esa clandestinidad. Al César lo que es del César, igual que hay que aplaudir lo bien narradas que están las escenas más violentas; también hay que admitir que se echa de menos más sutileza y sensibilidad en un aspecto fundamental de la película. Y aunque la pareja protagonista también está en un nivel inferior en estas escenas, creo que los problemas vienen más por la poca creatividad y empeño que ha mostrado el director. Es obvio que se quiere diferenciar estos fragmentos con una narración más clásica, pero el clasicismo desde luego no es sinónimo de simpleza y tedio; que es en lo que ocasiones se llega a rayar.

4 comentario en “Críticas: Jane Eyre

  1. Ganazas de ver la enésima revisión de Jane, más o menos por tu crítica creo que en general me gustará, aunque me jode lo de que no abunden en el tema romántico.

  2. A mi me ha parecido una películacojonuda. Buen ritmo, ambientación excelente, grandes actuaciones, música de Marianelli (que por cierto se ha quedado sin nominación al oscar más que injustamente). Todo lo que uno puede esperar de una adaptación de Jane Eyre.

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