28 de marzo de 2024

Críticas: Vivir es fácil con los ojos cerrados

vivir es fácil con los ojos cerrados

Os hablamos de la road movie de David Trueba.

Living is easy with eyes closed, misunderstanding what you see (Vivir es fácil con los ojos cerrados, sin entender lo que se ve.) es parte de la letra de la canción de los Beatles Strawberry Fields Forever, escrita por John Lennon mientras pasaba unos días en Almería rodando una película. Lennon añoraba en ella su infancia jugando en el patio de un orfanato llamado Strawberry Field, pero sin embargo esa frase que sirve de título a la nueva película de David Trueba, no se utiliza en ella como una evocación de la niñez sino como una venda en los ojos de los protagonistas para no ver la realidad que les rodea, y que toma la forma de fin de semana alejados de ella, cerrando los ojos a la vida y abriéndolos a otra mucho más feliz pero fugaz.

Antonio, un profesor de inglés que utiliza canciones de los Beatles para enseñar a sus alumnos el idioma de Shakespeare, que decide ir hasta Almería para conocer a John Lennon cuando se entera de que éste va a rodar allí una película. Juanjo, un adolescente que se escapa de casa sin rumbo fijo cuando discute con su padre a causa de su corte de pelo. Y Belén, una joven recluida en una residencia de Madrid para madres solteras, que decide volver a casa de su madre en Málaga sin tener claro cómo esconder su embarazo ante la sociedad retrógrada de los años 60. Tres personas con objetivos muy distintos que se cruzan por casualidad y juntos emprenden un viaje en el que la búsqueda de John Lennon es simplemente la excusa a través de la cual se narra precisamente la búsqueda de sus propios destinos.

Vivir es fácil con los ojos cerrados 2

Vivir es fácil con los ojos cerrados es una cinta que derrocha optimismo y buen rollo por los cuatro costados, incluso cuando se muestran los resquicios de la España más rancia de los últimos años del franquismo, reflejados en la familia de Juanjo con un padre autoritario, una madre abnegada y seis hermanos o “los que Dios mande”, en los curas responsables del colegio en el que Antonio imparte sus clases, cumpliendo a rajatabla el mandato de “la letra con sangre entra”, y en esa residencia para jóvenes “perdidas” a las que se les impide siquiera conocer a sus hijos a los que entregan a familias cristianas que puedan educarlos como mandan los cánones. Sin duda David Trueba aprovecha para retratar una España que actualmente no nos parece tan lejana cuando proliferan en nuestros días pensamientos tan retrógrados como aquellos, incluso al incluir un fragmento de la película que se exhibe en el cine del pueblo, quizá como una forma de advertir del tipo de cine que tendrá que verse si se sigue maltratando al que actualmente se hace aquí, y que no es otra que El padre Manolo que involuntariamente ha servido como homenaje póstumo al recientemente fallecido Manolo Escobar. Sin embargo no utiliza clichés para reflejar aquella época, ni tan siquiera en su banda sonora, compuesta por el conocido guitarrista Pat Metheny e interpretada por éste y por Charlie Haden, con melodías tocadas a la guitarra española en las que se aprecian detalles y compases de temas de los Beatles pero de manera muy sutil.

Vivir es fácil con los ojos cerrados 3

Trueba vuelve a contar para Vivir es fácil con los ojos cerrados con sus habituales Ariadna Gil y Ramón Fontserè, y con Jorge Sanz a quien rescata para un papel dramático que, sorprendentemente, le sienta como un guante, pero el trío protagonista consigue dotar de emoción sincera a la película, haciendo de la sencillez y la contención sus mejores armas para llegar al corazón. Comenzando, como no, por Javier Cámara dando vida al solitario y afable Antonio, perfecto inspirador para la juventud que representan Francesc Colomer y Natalia de Molina.

Vivir es fácil con los ojos cerrados es una de las películas más tiernas, amables y complacientes que se han visto este año, una de esas películas que dejan al espectador con una sonrisa en la boca y una sensación más dulce que agria a pesar de saber que hay que quitarse la venda de los ojos y, así y todo, seguir viviendo, siempre con un poco de ayuda de los amigos, The Beatles dixit.

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