Dos directoras debutantes deslumbran en el Atlantida.
La ópera prima de Sara Gutiérrez Galve ha sido una de las películas más comentadas del Atlántida Film Fest y puede seguir disfrutándose en la plataforma Filmin a día de hoy. Su frescura y su verdad son las dos grandes bazas de Yo la busco para desgranar el desencanto y el desconcierto de la generación millennial de una gran ciudad como es Barcelona. La historia se centra en el periplo de Max, un treintañero que comparte piso con su mejor amiga y durante la última noche de ella en el apartamento decide salir a la calle. Deambula de un sitio a otro, sin rumbo fijado, como su vida, entre trabajos esporádicos y amistades ancladas en la vida conyugal. Una libreta, encontrada meses atrás con ilustraciones, lo impulsa a buscar a su dueña. Sin pistas, pero con la seguridad de no tener otra cosa que hacer y sin ganas de regresar a casa.
La ruta barcelonesa que emprende Max es un viaje homérico plagado de personajes extravagantes y curiosos que le enseñan nuevas perspectivas de su momento vital y lo arropan en la búsqueda anunciada en el título de la película. La cineasta demuestra buena pluma en la escritura de los diálogos, todos ellos rebosan mucha naturalidad, nunca resultan impostados y fluyen entre las excéntricas situaciones que se acontecen. El retrato de la capital catalana es certero, con colores mediterráneos y capturando con eficacia la esencia de la ciudad y la vida nocturna de la misma. Yo la busco es un lúcido y solvente debut que augura una nueva e interesante mirada cinematográfica.
En el certamen online también se ha podido ver otra ópera prima dirigida por una joven cineasta, la de la polaca Jagoda Szelc. Tower: A Bright Day fue una de las sensaciones del Festival de Berlín en 2017 por su gran fuerza visual y empleo de una atmósfera entre lo onírico y lo hipnótico. La deconstrucción de una familia emerge durante los días previos a la celebración de la primera comunión de una de las pequeñas. La relación entre los tres hermanos, las parejas de estos y la matriarca enferma son el germen de «los hechos futuros» en los que se basa la película. Toda una declaración de intenciones desde su arranque. Desconcertante desde el primer minuto a la par que intrigante.
La directora revitaliza las historias de dramas familiares con este caleidoscopio de los miembros del clan, cuyas pulsiones no dejan vislumbrar en la superficie, aunque poco a poco van mostrándolas entre el temor y los celos. Szlec desarrolla el relato con buen pulso narrativo y dando a conocer una nueva voz potente en la cinematografía europea, influenciada si se quiere por parte de la filmografía de Polanski y Von Trier. Tower: A Bright Day, quizás demasiado críptica en durante el visionado, pero conforme pasan los días, reposada, crece en el recuerdo y analizándola desde la perspectiva global el espectador tiene la sensación de haber visto un debut bastante contundente.