29 de marzo de 2024

Entrevistas: Melina Matthews

Negociador

Charlamos con la actriz de Negociador

CAH: Este viernes, como todos sabéis, se estrena Negociador, la última película de Borja Cobeaga, una película que trata un tema, incluso visto desde la comedia, aún espinoso hoy día en nuestro país. Este tema es el del entorno de ETA, siempre cuesta entrar en todo lo relacionado con el terrorismo y quisiéramos empezar nuestra charla con Melina Matthews justamente por aquí, saliéndonos un poco de lo que es estrictamente cinematográfico preguntarte si pensaste que era un poco arriesgado, si te estabas metiendo en un jardín el trabajar en una película con esta temática.

Melina Matthews: Yo creo que no, evidentemente cuando me anunciaron que era una comedia sobre ETA, yo sabía de entrada que no iba a ser una película sobre lo que pasó en Euskadi, los asesinatos, la lucha armada, el sufrimiento del pueblo vasco, etc. Más bien era una comedia costumbrista, así la definiría Borja, centrándonos más en las negociaciones y más en lo que sucedió durante ellas, no en la negociación en sí. No es tanto una comedia sobre el proceso de paz, o sobre los atentados, algo que resultaría bastante vergonzoso porque es algo muy delicado, en realidad Borja ha tratado de hacer una película sobre los aledaños, los márgenes, la periferia de este proceso, así estamos viendo detalles de la vida de Jesús Eguiguren y Josu Ternera: los móviles, las tarjetas de crédito que no pueden utilizar, de lo que comen, de sus viajes en coche, de hacer footing en el parque juntos etc. Lo que nos interesaba era destacar el factor humano de esta situación y yo, cuando vi lo que quería ser la película pensé que era maravilloso.

CAH: Precisamente, ya que comentas el factor humano, si uno analiza ciertos artículos en cierta prensa quizás este factor genera cierta polémica, es decir, desde ciertos sectores aún se ve mal humanizar, poner de relieve que los miembros o los dirigentes de ETA también son personas.

Melina Matthews: Evidentemente que son seres humanos, que son personas. El respeto que se les debe dar por sus actuaciones es ya un debate distinto. Aquí vemos que es una persona que come, bebe, tiene un jefe que no le permite usar su tarjeta de crédito para que no te rastree la policía. En fin, Negociador no toma partido, no tiene un condicionamiento político en ningún momento, Borja no pretendía posicionarse porque si no sería una película completamente distinta. No se defiende a ETA ni el PSE, se está narrando la crónica de un fracaso.

CAH: Si, como dices, los terroristas son seres humanos y los miembros del PSE también lo son, Borja igualmente lo será por lo que tomar una equidistancia absoluta no puede ser muy fácil, algo se tiene que escapar de tu forma de ver el conflicto.

Melina Matthews: Sencillo no es, hay que tener muchísima mano izquierda para escribir un guión equilibrado, ajustado y que no se vaya justamente de esta periferia que, como te decía antes, es la que queríamos representar en Negociador. Ésa es la clave para entender el guión de Borja, donde todo está muy medido. Estamos hablando de una película como El verdugo en este sentido, es decir, formalmente es una comedia pero el trasfondo es realmente trágico. Negociador es una comedia agria, melancólica, es una tragicomedia, hay una acidez y una amargura tremenda. No es como 8 apellidos vascos donde te vas con una sensación de felicidad y de que todo va bien, hay mucha más amargura y, al igual que en El verdugo se representaba algo tan trágico como desarrollar ese trabajo en la España franquista en forma de comedia brillante, Borja ha hecho lo mismo aquí con todo el entorno de ETA. También podríamos hablar de otras películas como Four lions o incluso La vida es bella, ¿cómo se puede hacer una comedia sobre el nazismo?, bueno, cambiando el foco porque realmente lo que se cuenta es el amor de un padre hacia un hijo y en Negociador la historia no es realmente ETA, es el debate que se dio alrededor, la terminología de esas negociaciones, los problemas de traducción con los referentes culturales que se pierden en ésta, etc.

Negociador
Negociador

CAH: Está muy bien que saques a colación estas dos películas, La vida es bella y, sobre todo, Four lions porque si bien la primera es un drama con toques humorísticos y gags de Roberto Benigni, en la segunda sí que hay un factor cómico más importante, un retrato hiperbólico de la inutilidad de los terroristas y sus absurdas motivaciones. ¿Tú crees que los espectadores todavía asocian a Cobeaga con esta comedia más «pura»?¿Crees que sabrán entender ese tono más tragicómico de Negociador?. Algo así ya pasaba en No controles, donde quizás el tono era otro que en Pagafantas.

Melina Matthews: Yo creo que el público que vaya a ver Negociador será muy diferente al de Pagafantas o al de 8 apellidos vascos porque durante la promoción se ha insistido mucho en que no es una comedia de risa fácil, de carcajadas, es una película mucho más personal, donde Borja ha tenido un absoluto control de todo el proceso. Borja, junto con su productora, ha escrito el guión con total libertad. Así se puede ver, quizá por primera vez el verdadero cineasta dentro de Borja Cobeaga. Cuando lees las reseñas, ves el trailer, sabes que es una película donde está ETA te das cuenta que no es para nada 8 apellidos vascos o Pagafantas, tiene más que ver con Vaya semanita, Aupa Josu o, a nivel de tono, a Éramos pocos, el cortometraje que le valió la nominación al Oscar. Quizá haya gente que se sienta decepcionada pero para mí, como espectadora, es una comedia muy equilibrada, muy inteligente y que el espectador, cualquiera, sabrá apreciarla.

CAH: Ya que mencionas este trabajo controlado por Borja queremos preguntarte sobre él como director ¿es muy controlador?¿es metódico en su forma de trabajar? y ¿cómo ha resultado para ti cambiar de tono, pasar a la comedia tras esa relación tan cercana que tienes con el cine de género terror/fantástico?

Melina Matthews: Como bien sabes a mí me gustan mucho las películas de género, además de ser presentadora de un Festival de cine Fantástico, así que me muevo y respiro y como de estas películas. Esto te lo digo también como espectadora, como actriz tenía ganas de cambiar de registro. Están muy bien las pelis de terror, me han aportado muchísimo, para mí han sido una gran escuela y lo seguirán siendo pero claro, después de cuatro o cinco películas, tenía ganas de cambiar, como en cualquier otro trabajo Reemplazar la sangre, los gritos y los lloros por una comedia (o tragicomedia) más solemne, realista y más tranquila a nivel de rodaje me ha hecho bien, la verdad (risas). Y tenía ganas, sobre todo, de explotar mi vena cómica, que yo no sabía si era capaz de hacerlo bien porque estaba muerta de miedo antes de empezar el rodaje, piensas «no sé si valgo para esto» o «no sé si saldrá bien». Pero en realidad todo se trataba de ser lo más naturales que se pudiera así que no nos costó demasiado porque había mucha química y el guión tenía todo el sentido, pero antes de empezar era un reto hacer esto, un papel más técnico, más cerebral. No hay esos momentos de clímax/anticlímax como en una película de terror, es más una película de autor en este sentido. No hay una estructura tan marcada como en el cine de género, en fin, que para mí suponía un cambio de aires total.

CAH: ¿En este sentido te ayudó Borja?

Melina Matthews: Me ayudó un montón, dándome la oportunidad de poder trabajar en su película pero no sólo así sino facilitándome en ayudarme a conocer como trabajar en comedia, donde todo está controlado, los tempos etc. Tú no puedes improvisar así si no eres alguien que domina muy bien este lenguaje. Con Borja rodábamos de tres maneras, primero como él nos decía, luego cambiando el tono y una tercera toma en free style, o sea que nos regalaba una toma en cada escena para que nosotros aportáramos lo que pensábamos que podía funcionar también pero siempre empezábamos con unas pautas muy marcadas.

Negociador
Negociador

CAH: Con ese casting todo debía resultar más fácil pero a nosotros lo que nos fascina y nos gustaría que nos comentaras es el momento Carlos Areces (risas). A nosotros nos costaría mucho tener al lado a alguien como él y no estar riéndonos todo el tiempo.

Melina Matthews: Yo, la verdad, que también me reí muchísimo. Es un cachondo, recuerdo estar cenando los dos con Raúl Arévalo y ser incapaz de parar de reír, los dos son un auténtico show, tanto que resultaba difícil concentrarse en el set recordando sus historias de la noche anterior. Y Carlos, ya hablando de su papel, siendo quien es (Thierry en ETA) se trabajó un montón el acento y tiene un punto muy cómico y muy, muy «Carlos Areces» (risas).

CAH: Precisamente tu papel en la película también tiene un acento muy marcado (español con acento francés). ¿Te supuso algún problema?

Melina Matthews: No, qué va, tengo muchos amigos que son franceses, que hablan el castellano con acento francés y me inspiré con ellos, estuve bastantes años conviviendo con ellos y me salía sin dificultad. Lo más difícil era el dar ese giro castellano/francés al inglés cuando el castellano así hablado no es mi acento natural, hay un constante cambio de idiomas en algún momento y quizás eso fue lo más complicado, técnicamente hablando.

CAH: Entrando en una fase más up, close & personal, vemos que este 2014 ha sido importante laboralmente para ti, ha habido un montón de proyectos en cine, en televisión también (El príncipe para Tele5) ¿Lo has sentido así también?

Melina Matthews: Yo no lo veo así, como algo que me haga ser más conocida, sencillamente he tenido más trabajo. Mi trabajo es un trabajo como otro, al igual que hay quien se va todos los días a la oficina, yo me voy cada día al rodaje. Evidentemente que tiene sus pros, que te permite hacer muchas cosas que otros trabajos no te permitirían pero yo, antes de ir acumulando rodajes, he trabajado mucho detrás de las cámaras, de ayudante de casting, en dirección, como dialect coach. Entonces para mí es como si no hubiera parado de trabajar, aunque claro, al estar detrás de las cámaras la gente no te conoce tanto que parece que sólo empiezas a existir cuando sales en la televisión en el cine (risas) y antes también he hecho muchas cosas. En fin que simplemente he trabajado más delante de las cámaras como actriz que en otras funciones, si eso supone que me saldrá más trabajo… pues ojalá.

CAH: Supongo que de todos estos rodajes tendrás un montón de historias y anécdotas pero centrémonos en The gunman ¿trabajar con Sean Penn, Idris Elba, etc. es lo mismo que hacerlo con Areces y Arévalo?¿se nota este subidón de megaproducción de EuropaCorp etc.?

Melina Matthews: Yo lo vivo igual, como cualquier otro trabajo como te decía antes, claro, la diferencia es que a nivel internacional Idris Elba o Sean Penn son mucho más reconocidos y evidentemente se nota el presupuesto en la producción. Sí es cierto que cuando entra Sean Penn hay algo más de conmoción en el set, con Idris era más compañerismo a nivel personal, un trato más cercano, Penn es otra liga pero es majo, eh (risas), a mí me trató muy bien. En realidad yo sólo lo viví durante tres días así que fue casi como ser una invitada, sin vivir problemas de producción etc. En Negociador todos estamos al mismo nivel, ahí está la diferencia.

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