28 de marzo de 2024

Festival de Málaga 2015: Día VII

LOS EXILIADOS ROMÁNTICOS

El Festival de Cine Español se guardó lo mejor para su último día

«Podría pasarme la vida lamiéndome las heridas
y aún no cicatrizarían»
Oda al amor efímero – Tulsa

Jonás Trueba coge su cámara, a tres amigos y una furgoneta antigua para cruzar la frontera buscando un ideal romántico a través de Toulouse, Annecy y con destino en París en Los exiliados románticos. «El cine que más me gusta es una aspiración y por eso me salen películas más idealistas que realistas», cuenta el director sobre su mínima y espontánea joya. Naciendo como una broma entre colegas, Trueba elabora un ensayo musical sobre la alegría, el amor y la juventud con la inmediatez («Teníamos un guion hablado. Si me hubiera parado a escribirla probablemente no ha hubiera hecho», confirmó) y la naturalidad que requiere, con referencias e influencias de todas las pasiones cotidianas que abarrotan su vida en el momento y que no se avergüenza en enseñar. El momento lo es todo en una obra donde no hay grandeza pero sí universalidad, una roadmovie que avanza de forma lineal por diferentes estados amorosos. La otra pata de este proyecto es la de Mirem Iza, cantante de Tulsa, pues sus canciones van más allá de estar integradas en la película; son la película. Tanto el último disco de la guipuzcoana como esta cinta nacen a la vez, se complementan y la una es el respectivo mapa de carretera de la otra. Así la letra de Oda al amor efímero vale, según el realizador, como guion más fiel de estos románticos exiliados, empujados a buscar la belleza del gesto en lo que no se puede capturar.

«Nada de esto será trascendental».

Aprendiendo a conducir

De los directores de Intocable llega ahora… Eh, un momento. ¿Cómo? Emmm, ¿pero estás seguro? Ok, ok. Empezamos. De la directora Isabel Coixet llega ahora la estimable comedia dramática Aprendiendo a conducir. Sí, yo tampoco me lo creía pero resulta que la catalana tiene la capacidad de hacernos sonreír. Lo peor es que ella lo sabía, marcando la diferencia respecto al resto de su filmografía en que con esta cinta «no te quieres cortar las venas». Lo cierto es que la película no inventa nada ni lo pretende: una historia de superar las adversidades, de la bondad y de ser independiente, de dos personas que se cruzan en un momento de sus vidas y se ayudan mutuamente a dar ese paso adelante, del que no sabremos si es a peor o a mejor, pero con la decisión necesaria. No por seguir una fórmula deja de tener mérito la homenajeada directora en este festival, pues hace que el texto funciones y saca buen material de dos grandes grandes actores como Ben Kingsley y Patricia Clarkson, con los que ya había trabajado anteriormente. A estas alturas de Festival uno no sabe si está siendo condescendiente porque lo que veo no comete ningún error o es que la cinta realmente se consume a gusto. Tenderemos a pensar por ahora, en caliente tras verla y sin dejarla enfriar, en lo segundo, pues en el festival de Toronto fue la segunda de 200 películas en valoración por parte del público. Probablemente hubiese repetido o mejorado su hazaña en Málaga si hubiese entrado a concurso.

muchos pedazos de algo

No pudimos irnos con buen sabor de boca por la última película del día pero no haremos leña del árbol caído. En esta edición, Zonazine no ha estado a la altura, al menos en la elección que hemos hecho, lo cuál me causa una decepción tremenda. Hemos saltado del lowcost con buenas historias al amateurismo con malas historias en un doble golpe del que, uf, va a ser difícil salir. Como tantas otras, Muchos pedazos de algo pretende ser el retrato de una generación de veinteañeros cercanos a la treintena que se comporta de manera más estúpida a cada minuto que avanza el film. A lo mejor esta era la intención de su realizador pero ya que no me van a parecer unos lumbreras, al menos que tengan el suficiente carisma para apreciarlos. El patrocinio del festival en el que tiene lugar la mayor parte de la película es tan descarado que uno no entiende la pobre factura técnica, destacando la mezcla de sonidos tan deficiente (tuve que taparme los oídos en un momento determinado, no podía soportar más). El verla en último lugar es injusto con ella pero debe aplicarse a todas las películas que he visto durante esta semana y que querían ser reflejo de una generación a la que no pondré nombre, pero si alguno de ustedes se encuentran ante ella: corran, huyan como si del fuego se tratase.

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