18 de abril de 2024

La carrera por los Oscars (I)

Los Oscars son esa frivolidad muy maruja pero tan, tan entretenida de discutir (lo de ver la gala ya es otra cosa) que no podemos evitar intentar predecir qué pasará y hasta desear que nuestros directores o actores favoritos triunfen, pese a saber lo nimio de un triunfo semejante y lo poco que certifica la calidad de nada (véase la interpretación por la que Grace Kelly ganó un Oscar para comprobar cómo a veces se premia lo peor de lo peor). Y es que hasta un artista de la aparente integridad de Martin Scorsese al parecer se cogió un cabreo monumental aquella noche de 1991 en que Kevin Costner le quitaba Oscars, uno tras otro, a Uno de los nuestros, mientras pensaba que jamás sería aceptado en “el círculo”.

Pues sí, este trofeo tan fatuo hace perder la cabeza a los más templados, y de entrada hasta condiciona nuestras carteleras, que se llenan entre octubre y marzo de adaptaciones literarias de prestigio, biopics de lujo y estrellas atacadas de intensidad dramática. Y puesto que el temporal arrecia, nunca es demasiado pronto para aventurar partes meteorológicos, así que me permito comentar como parece ir la carrera por el momento (una carrera que para nosotros puede empezar ahora, pero que lleva en la cabeza de un productor de Hollywood desde que dan luz verde a un proyecto y empiezan a promocionarlo, antes incluso de empezar a rodarlo); y, puesto que se trata de predicciones y no de matemáticas, adelanto y reconozco desde ya que mis propias intuiciones, opiniones, filias y fobias colorearán el análisis, pero invitados quedan a comentar a continuación con sus propias filias y fobias.

Empezaré con la competición reina (MEJOR PELICULA) y en días sucesivos espero poder dar mi opinión sobre el resto de las carreras.

Recordemos que este año se han modificado las reglas y, en lugar de haber obligatoriamente diez nominadas, habrá entre cinco y diez, pues de entre las diez mas votadas solo obtendrán nominación aquéllas que consigan al menos un 5% de votos como número 1. Y a estas alturas del año suele estar casi todo el pescado vendido: los festivales, preestrenos y pases de prensa han permitido conocer cuáles de los proyectos más oscarizables pueden cumplir sus promesas y cuáles parecen condenados a no llegar al Kodak Theatre. Así pues, comencemos:

Lo que ya sabemos

Ya en mayo, Cannes reveló The Artist, que no por ser francesa y muda ha dejado de entusiasmar a críticos y, sobre todo, y esto es lo que interesa de cara al Oscar, a públicos de toda condición. Es el sueño de todo estudio que quiera un Oscar: un “crowdpleaser” (película que el público adora independientemente de lo que diga la crítica) que además cuenta con el beneplácito entusiasta de la crítica. Harvey Weinstein, indudablemente el rey de las campañas pro-Oscar y el mejor publicista de Hollywood, se apresuró a comprar sus derechos de distribución en USA y ya está manos a la obra. Si fuera americana en lugar de francesa, tendríamos ya nuestra vencedora de este año, pero es francesa y por tanto cabe dudar, aunque en manos de Weinstein puede llegar a superar incluso este handicap si no aparece nada en el horizonte que sea capaz de aglutinar el sentimiento de los más de seis mil votantes de la Academia.

Y es aquí donde entra Los descendientes, vista en septiembre en el festival de Telluride y desde ya la favorita de la crítica USA: la nueva película de Alexander Payne es, según ellos, la más madura de las suyas, y a juzgar por las descripciones, la más conmovedora y la menos cínica. Tener una estrella del brillo (y buena mano con los Oscars) de George Clooney ayuda, y si Payne fue capaz de conseguir arrasar en los premios de la crítica en 2004 y conseguir un puñado de nominaciones al Oscar gordas con una película cínica y sin estrellas como “Entre copas”, con esta puede acabar consiguiendo el trofeo final. La única duda que pesa sobre ella es lo poco habitual que es que ganen dramas familiares contemporáneos, íntimos y pequeños (hay que remontarse probablemente a “La fuerza del cariño” hace casi 30 años, o quizá solo hasta “American Beauty”, pero esta última tenía el plus de ser una provocación que había levantado ampollas por su crítica a la burguesía americana). Las nominaciones grandes las tiene aseguradas, pero quizá al final pueda con ella la vistosidad de una película tan atípica como “The Artist”.

Más allá de estas dos no hay nada igual de seguro, pero sí cosas que pintan muy bien: Criadas y señoras no tuvo una acogida crítica deslumbrante (aunque tampoco horrible) y fue acusada de blanda por muchos, pero se convirtió casi en un fenómeno sociológico el pasado verano en EEUU, y todos sabemos cómo gustan a la Academia las películas con mensajes bienintencionados que acaban siendo un éxito de público. Además, no olvidemos que aproximadamente la mitad de los miembros de la academia son actores y actrices, y les gusta votar por películas clásicas (guión + actores) que les permitan lucirse (Crash y The Blind Side serían los ejemplos mas recientes de este tipo de nominaciones), y esta película tiene uno de los elencos más alabados del año.

También se ha estrenado ya por allí Moneyball: rompiendo las reglas, que parecía tenerlo todo para el triunfo: dirigida por el director nominado al Oscar de Capote, escrita por el ganador del Oscar Aaron Sorkin, protagonizada por Brad Pitt y basada en hechos reales de esos que nos inspiran a ser mejores. Para colmo, se estrenó y la crítica se deshizo en alabanzas, y todo el mundo dio por sentado que teníamos otro combatiente seguro. ¿Qué ha pasado, entonces? Que muy pocos han ido a verla y parece haberse olvidado con el mismo entusiasmo con el que se recibió. Aun así pinta bien para una nominación si otras cosas que aun no se han estrenado fallan, pero necesita de una campaña publicitaria fuerte que reviva su memoria, y aun con eso las opciones de victoria son escasas en cualquier categoría.

Además tenemos a dos autores a los que puede sonreír el señor dorado: Woody Allen ha estrenado este año su película mas popular, la crítica la ha adorado y parece que (ahora sí) consideramos que vuelve a estar en forma (cada cual que matice como quiera). Mientras, Terrence Malick ha estrenado su película más personal, tan personal que quizá solo la haya visto él y cuatro críticos (al menos en EEUU), pero ay, ha sido adorada por algunos, y eso cuenta: si hay una película que puede hacer a un académico sentirse orgulloso por votarla, ésa es ésta, la película con mayor aura de prestigio de este año y muchos otros. Y es que con estos dos directores estoy teniendo en cuenta un dato que tiene su miga: no resulta nominada la película que tenga más votos en total, sino que tiene que conseguir muchos votos como la mejor del año. Los académicos no votan por una película sino que envían una lista de diez, ordenada por preferencia, y lo que más cuenta, con mucha diferencia, por un sistema complicado que no explicaré aquí, son los votos en el primer puesto. Lo que puede beneficiar a El árbol de la vida y perjudicar a Medianoche en París. La película de Malick es amada por unos y odiada por otros, lo que le aseguraría primeros puestos y, por tanto, quizá la nominación. Mientras, la de Allen gusta a todo el mundo, pero muy pocos la consideran la mejor de éste o ningún año, y si no consigue al menos 300 votos como la mejor, está fuera. Ninguna de las dos tiene garantizada la nominación, pero ambas pueden colarse, aunque pienso que la de Malick lo tiene mas fácil.

Por último, de entre lo que ya se ha visto, nos queda lo que nos mostró la Mostra de Venecia: El topo y Shame triunfaron con los críticos americanos, especialmente la segunda, pero ésta puede acabar siendo demasiado fuerte para una academia llena de miembros, digamos, maduritos y clasicotes, mientras que El topo, en cambio, puede contar, siendo tan inglesa como es, además de con excelentes criticas y actores de prestigio, con el apoyo del sector británico de la Academia de Hollywood, el mismo que, por ejemplo, llevó a Expiación a nominaciones algo inesperadas en 2007. Un método peligroso y Un dios salvaje tuvieron buena acogida, pero flota en el aire la sensación de que hicieron mucho menos ruido del esperado, y los Oscars casi nunca son una carrera de fondo, sino un concurso de popularidad donde hay que brillar mucho aunque sea un instante y aunque el brillo sea de lentejuela en lugar de diamante. Les podría caer algo en la pedrea de nominaciones (guiones, algún actor, decorados y vestuario para la de Cronenberg), pero nadie espera nada grande para ellas. Por cierto que Los Idus de Marzo, también vista en Venecia, es uno de los púgiles caídos en combate de manera más estrepitosa, y ya no tiene esperanza alguna.

Lo que está por ver 

Y pasamos de los festivales y estrenos veraniegos a los pesos pesados, las que los estudios han estado guardando hasta ahora, esas que consiguen nominaciones solo por venir firmadas por quien vienen firmadas, y luego ya se verá si son buenas o malas.

Una primera sección dentro de este grupo está formada por las que algunos elegidos sí han conseguido ver, pero aún son pocos para hablar de reacciones reales y consensos. La primera en salir ha sido J. Edgar, el biopic de Clint Eastwood sobre Hoover. Y tristemente para un admirador de Eastwood como yo, parece ser que no está muy bien. Hay quien dice que sí, claro, pero nadie parece amarla de verdad y las primeras (pocas) críticas que han aparecido son mayoritariamente decepcionantes. Aunque en realidad, la de Eastwood ha sido la segunda, porque el ladino de Spielberg ha empezado a hacer preestrenos sorpresa de su War Horse (épica sobre la primera guerra mundial basada en obra de teatro prestigiosa y exitosa en Broadway) en ciudades pequeñas de la América profunda, lo que ha disparado los rumores: twitter se llena de gente diciendo que es maravillosa, pero muchos sospechan que la película sea un pastelón y, por eso, Spielberg prefiere enseñarla primero a un público tradicional y generalmente entregado a sus películas mas sensibleras, para generar rumor positivo, antes que enseñarla a una prensa especializada que puede sacar los dientes. Pero, son solo rumores. En cualquier caso la sensación mas generalizada es que ambas empiezan a perder puntos, ambas pueden conseguir la nominación, pero ambas empiezan a tenerlo crudo, sobre todo la de Eastwood.

Una tercera en liza es Young Adult, lo último de Reitman (nominado por Juno y Up in the Air), escrito por Diablo Cody (ganadora del Oscar por Juno) y protagonizado por Charlize Theron (ganadora del Oscar por Monster). El pedigrí es innegable y además esta vez el rumor, tras algunos preestrenos “sorpresa”, es que ésta sí es buena, y muy divertida, pero casi todo el mundo coincide en que el tema (una chica guapa y popular en su adolescencia, pero hoy amargada y con complejo de Peter Pan) no es muy “oscarizable”, y menos en un año donde ya hay varias comedias más positivas y menos cínicas (The Artist o Medianoche en Paris).

Finalmente, entre las “no vistas pero en realidad vistas por algunos”, nada menos que Martin Scorsese, que también ha dejado ver su Hugo a algunos críticos pero en cambio no les ha dejado escribir críticas (esto del embargo de críticas hasta una fecha determinada se lleva muy a rajatabla en esta época del año). Pero claro, en la era de Internet, y sobre todo de Twitter, todo se filtra y, a juzgar por esas filtraciones, GK Films se debería dejar de embargos, ya que parece ser que la película de Marty es de las buenas. Para algunos es irregular pero fascinante, y para otros simplemente fascinante, pero parece claro que gustará. Aunque, al igual que Young Adult, por muy fascinante que sea, su tema juega en su contra: ¿puede una película de niños y, aparentemente, para niños, colarse entre las nominadas? Alguna vez ha ocurrido, pero no es lo habitual y la nueva regla (al menos un 5% de votos en el número 1) parece jugar en contra de este tipo de películas.

Y, ahora sí, lo que de verdad nadie ha visto:

Los hombres que no amaban a las mujeres: A David Fincher le ha costado, pero después de su Benjamin Button y, sobre todo, La red social, la Academia lo respeta. Por mucho que la película sea la adaptación de una novela más popular que prestigiosa, la Academia nunca ha hecho ascos al cine de género, menos cuando viene firmado por alguno de sus niños mimados, como ya es Fincher. Es el proyecto más publicitado del año, ha copado portadas incluso meses antes de su estreno y el trailer destilaba clase y calidad. Si las criticas están a la altura de lo que se espera, la nominación queda garantizada, pero claro, esas críticas es lo que aún no esta garantizado… Que le pregunten a Eastwood.

Tan fuerte, tan cerca: Stephen Daldry, que debería cambiar su nombre por Oscar (tres nominaciones a mejor director de tres películas que ha hecho), en el décimo aniversario del 11-S, hace una película sobre el tema, y lo hace con niño, con Sandra Bullock y con Tom Hanks. No puedo concebir nada tan descaradamente diseñado para ganar Oscars desde 1953, pero tanto descaro puede ser una espada de doble filo. La película es un cebo tan grande para los Oscars que los críticos pueden masacrarla si se ponen cínicos, y digamos que el mundo es hoy mas cínico que en 1953. Si la película triunfa con la crítica, The Artist y Los descendientes ya tienen enemigo a su altura. Si fracasa, aun así, conseguirá nominaciones, y quizá no solo de pedrea (Bullock y Von Sidow a la cabeza). Produce Scott Ruddin, por cierto, que es casi tan bueno como Harvey Weinstein en esto de compr… esto… conseguir nominaciones para sus criaturas.

We Bought a Zoo: ¿Os acordáis de cuando algunos creían que Cameron Crowe era bueno? Sí, sí, esa época en la que Jerry Maguire ganaba Oscars y Casi famosos se quedaba a un paso. Pues por lo visto algunos en Hollywood todavía piensan que merecía esos honores e incluso que puede recuperar el esplendor perdido, y reservan para el final del año esta película basada en hechos reales sobre un pavo atosigado por la vida moderna que descubre la verdadera esencia de la felicidad en las cosas simples… como comprarse un zoológico. ¿Os imagináis que quien ha confiado en él vaya y tenga razón?

In the Land of Blood and Honey: Historia sobre la guerra de los Balcanes de principios de los 90, rodada en versión bilingüe con actores de la antigua Yugoslavia desconocidos para Hollywood, no escatimando en dureza y criticas contra occidente por su modo de intervenir (o no) en la catástrofe. Dirigida por… ¿Clint Eastwood, en plan “Cartas desde Iwo Jima”? No, dirigida por Angelina Jolie. Hay rumores de que quien la ha visto dice que es buena, pero creemos que esa persona que la ha visto es Brad Pitt. Aunque al fin y al cabo, hay un estudio que ha decidido estrenar esto a final de año y no en festivales, luego alguien confía en esta película mucho. Eso, o los Brangelina tienen más poder del que pensamos. Es la gran incógnita del año, pero quedará despejada en cuestión, quizá, de horas.

The Iron Lady: Meryl Streep como Margaret Thatcher. Alguien leyó eso y pensó lo mismo que tú y yo: ¡Oscar! Es mas, pensó que la idea era tan buena que, incluso poniendo de directora a Phyllida Lloyd (Mamma Mia!), la cosa funcionaría. En realidad, aunque pocos dudan la candidatura de Streep a mejor actriz (a pesar de un maquillaje que acerca todo mas a una parodia de Los Morancos que a otra cosa, y a pesar de un trailer que inducía a la risa mas que a la admiración), la película no promete pasar de allí, pero en realidad cualquier biopic de alguien tan famoso tiene oportunidades de colarse en la categoría reina. Incluso aunque lo dirija Phyllida Lloyd.

Espero haber sido exhaustivo con los candidatos pero no con los lectores, pero por si, efectivamente, todo esto os deja exhaustos, mi resumen:

De lo estrenado ya:

–  Se puede dar por hecho la candidatura de: The Artist y Los descendientes.

–  No creo que nadie pierda dinero apostando además por: Criadas y señoras

– Tienen posibilidades: Moneyball, El topo, El árbol de la vida

– No se recomienda descartar del todo: Medianoche en Paris, Shame, Tintin

De lo que queda por ver:

–  Pintan muy bien hasta que alguien diga lo contrario: Los hombres que no amaban a las mujeres, Tan fuerte, tan cerca.

–   Parecen buenas pero lo tienen difícil: Hugo, Young Adult

–  Empiezan a pintar regular, pero pueden remontar: War Horse, The Iron Lady, We Bought a Zoo

–  Empieza a pintar mal: J. Edgar

–  La gran incógnita: In the Land of Blood and Honey.

Y, por mojarme, mi predicción a día de hoy:

Predigo que serán nueve los nominados, y que serán, en orden de probabilidad para ser nominados (que no para ganar):

1 –  The Artist

2 –  Los descendientes

3 –  Criadas y señoras

4 –  Los hombres que no amaban a las mujeres

5 –  Tan fuerte, tan cerca

6 –  El topo

7 –  El árbol de la vida

8 –  Moneyball

9 –  War Horse

Escrito por McTeague

17 comentario en “La carrera por los Oscars (I)

  1. NOooooOOOOOOooOOoOOooo!
    ¿Me seguirá jodiendo Malick los Oscars? Pero visto el sistema de nominaciones, es lamentablemente, muy probable….
    Me apunto algunas que ni siquiera me sonaban: Young Adult y Tan Fuerte, Tan cerca("No puedo concebir nada tan descaradamente diseñado para ganar Oscars desde 1953" Fan de esta frase!)
    ¿En que momento Drive dejo de estar en las quinielas? No me gusta :'( Al menos espero verla en actores.
    No has dicho ná de las indies del año: Marty etc y Take Shelter. ¿No le veis futuro?
    A parte de eso, la entrada es para hacerle la ola, quitarse el sombrero y hacer reverencias. Todo a la vez.

    1. Muchas gracias Charlotte, Take shelter la veremos en unos días en el Festi de Gijón, apenas puedo esperar jajaja, en próximos artículos sobre los Oscars iremos tocando el resto de categorías, esperamos sorprenderte 🙂

      1. Joder, que envidia… La sección oficial de este año, es aun más brutal que en años anteriores.
        Yo vi las 2 francesas, "Un amour de jeunesse" y "La guerre est declarée". Más recomendable la primera que la segunda. Pero bastante dignas.

  2. Muy buen artículo.

    Yo ya sudo bastante de estas cosas, pero mi favorita (no la que pienso que va a ganar, ni de coña) es la de Woody Allen. A Jason Reitman que le den siempre, aunque esta nueva no tiene mala pìnta.

  3. Drive es, con mucho, mi película preferida de este año, pero claro, aún me falta muchísimo por ver. Deberían tenerla en cuenta, aunque tiene toda la pinta de que no va a tener su hueco en la próxima edición de los Oscars. Apunto recomendaciones. Buen (y extenso) trabajo, McT!

  4. Me interesa bastante más la quiniela de los actores. Eso sí, en los últimos días he intentado ver Criadas y señoras y me da mucho palo. Creo que ni la presencia de Emma Stone y Bryce Dallas Howard me va a ayudar a alabarla. Y encima con dos actuaciones de dos actrices negras que van a ser nominadas para demostrar que la academia no sigue siendo racista…. probablemente la secundaria incluso lo gane.

    En fin, que lo más interesante puede ser la pelea entre Christopher Plummer y Max Von Sydow por el oscar a actor secundario.

  5. A Drive no la pones ni en "No se puede descartar del todo"? Parece que tiene incluso más posibilidades que Shame, ¿no?

    De la de Fincher, no sé, la veis todos muy segura candidata, pero el hecho de ser el remake de una adaptación (o una adaptación independiente, lo que sea) puede no ayudar. Con Infiltrados pasaron tela del tema, pero no sé yo con esa. Y a Fincher era demasiado obvio que lo tenían que premiar el año pasado, supongo que esperarán para premiarlo con una película más gorda. Luego igual esta es una obra maestra, yo que sé.

  6. Grandísmo artículo, Mcteague.
    Yo creo que Drive, tiene y debe ser un fijo en la quiniela de los Oscars.
    Y me sorprendería muchísimo ver El árbol de la vida, pero creo, desgraciadamente, que pasarán de ella. Ojalá me equivoque.

  7. Drive puede estar en los oscars, pero lo tiene difícil.

    De todas formas, creo que falta la típica película sorpresa. Ya veremos.

    Excelente artículo.

  8. Gracias a todos por los comentarios! Espero poder ponerme hoy con los actores y/o actrices.

    Respecto de "Drive", efectivamente puede colarse, pero hoy por hoy lo tiene mas difícil que las que he mencionado, creo. Muy rara vez se cuelan películas puramente de acción entre las nominadas. Cuando se cuelan suele ser porque tienen un barniz bien dramático, o bien de prestigio (estar dirigida por Scorsese, por ejemplo) que las distingue de las otras mil de acción que se estrenan cada año. “Drive”, desde su paso por Cannes, se pensó que podría tener una oportunidad aunque lo tuviera crudo por su género y no ser de un director consagrado (algo así como si Reservoir Dogs se hubiera colado en los Oscars cuando Tarantino no era nadie todavía). Esa oportunidad que tenía era haber sido un “sleeper” (un éxito inesperado para una película medio independiente): Hollywood nunca ha hecho ascos a cine de género cuando la crítica ha sido buena (y es el caso) y además el público la ha adorado (no es el caso). Tenemos los casos de “El fugitivo” en 1993 o “Distrito 9” en 2009, pero ambas fueron éxitos monumentales de público, y “Drive, en ese sentido, ha decepcionado bastante en USA.

    Aun así, incluso en algo como los actuales Oscars, tan dominados por las campañas publicitarias de Weinstein y Ruddin, a veces hay sorpresas y “Ciudad de Dios” consiguió tres nominaciones gordas que nadie esperaba (y de verdad, solo hubo un loco entre los muchos “pitonisos” de Oscars que hay en USA que lo predijo), y era la época en que solo había cinco nominados, actualmente seguramente habría conseguido también nominación a mejor película… Esa es la baza de Drive, pero este es un año muy cargado y muy complicado: no recuerdo un año reciente donde tantísimas películas americanas tuvieran críticas tan buenas y además tantas otras bazas (estrellas, publicidad, éxito de público) para conseguir nominaciones.

    Si sirve de consuelo, Albert Brooks pinta bien como nominado a mejor secundario, eso si.

  9. Lo que se ve es mucha película interesante y con cierta repercusión, pero ninguna super favorita este año (a no ser que la brangelinada sea un bombazo). Por cierto los cambios en el número de nominaciones son cada vez más grotescos, pero en fin…

    Espero con muchas ganas el siguiente análisis aplicando filias y phobias sobre las nominaciones a mejor fantoche.

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