28 de marzo de 2024

Críticas: Operación E

Miguel Courtois dirige a Luis Tosar en esta adaptación de un caso real.

La política Consuelo González de Perdomo y la abogada Clara Rojas permanecieron secuestradas durante más de 6 años por el grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Clara Rojas dio a luz a su hijo durante su cautiverio, Emmanuel, quién dio nombre a la operación llevada a cabo por Hugo Chávez para rescatarles a los tres en diciembre de 2007. La liberación de los rehenes finalmente se produjo unas semanas más tarde, después de que las FARC reconocieran que no tenían a Emmanuel en su poder. Basada en estos hechos el director hispano-francés Miguel Courtois nos presenta su nuevo thriller político, Operación E, narrado desde el punto de vista de José Crisanto (interpretado por un, como ya viene siendo habitual, extraordinario Luis Tosar), un trabajador padre de familia que lucha por salir adelante frente a las adversidades y que se encuentra, sin haberlo buscado, en medio de todo el conflicto cuando la guerrilla le obliga a quedarse con el hijo de Clara Rojas, gravemente enfermo, y cuidar de él.

Con una filmografía bastante irregular, Miguel Courtois, que parece haberse especializado en temas de terrorismo y corrupción (El lobo, GAL, 11-M: Historia de un atentado, Le Piège Afghan), se traslada en esta ocasión a Colombia, ofreciéndonos una visión general de la situación tercermundista del país latinoamericano, sin necesidad de recrearse en exhibiciones innecesarias, ya que lo que se cuenta, y cómo se cuenta, es bastante duro de por sí.

El guionista telenovelero Antonio Onetti, habitual colaborador de Courtois en sus películas españolas,  que suele quedarse siempre en la superficie de temas interesantes, continua sin profundizar demasiado, y algunos personajes como los de los guerrilleros son muy planos y arquetípicos. Pero en general, en esta ocasión consigue situaciones muy creíbles, y el protagonista está muy bien descrito. De hecho, precisamente porque está contada desde un punto de vista mucho más personal que sus anteriores trabajos, desde la perspectiva de un personaje anónimo y ajeno (al menos directamente) al conflicto, Courtois consigue que en esta película lo que siempre ha proclamado que es su cine, pero nunca ha logrado satisfactoriamente: una combinación imparcial de realismo y espectáculo cinematográfico.

Como he dicho antes, la película está protagonizada por Luis Tosar, quien, absolutamente mimetizado en el protagonista, acento  incluido, lleva todo el peso. Según avanzan los minutos nos vamos olvidando de que se trata de un actor interpretando, y acabamos sufriendo y compartiendo con él su particular odisea. Tanto Crisanto como su mujer (correcta Martina García) y toda su familia son comparables con los personajes de una tragedia griega, que sufren injusticias a las que no pueden hacer frente, volviendo a caer cada vez que, con enorme esfuerzo, consiguen levantarse, por la voluntad de quienes están por encima de ellos. Sólo que en este caso no se trata de dioses, si no de los dirigentes del país, por un lado o por otro.

Operación E se trata de una película comprometida con los ciudadanos de a pie, dejando en evidencia una realidad absolutamente desesperanzadora que no se puede ocultar ni desmentir: no somos más que simples peones de los que tienen el poder, y somos nosotros los que sufrimos las consecuencias de las decisiones que ellos toman.

La película se estrena el 14 de diciembre en España, fecha que la orienta muy bien en dirección a los próximos Premios Goya. Y no sería nada raro ver a Luis Tosar recogiendo su cuarto cabezón.

Reseña escrita por Sofía Perez Delgado

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