Bardem, Zannou & co. en la rueda de prensa de Alacrán enamorado.
Esta mañana hemos asistido a la presentación a la prensa de Alacrán enamorado, la última película de Santiago Zannou basada en la novela del mismo título del actor Carlos Bardem, que cuenta la historia de superación de Julián, un joven neonazi que trata de reconducir su ira a través del boxeo.
Arropado por la mayor parte del elenco y por el productor de la cinta, Álvaro Longoria, Santiago Zannou nos ha contado que con esta, su segunda película, ha pretendido que “el espectador, cuando salga del cine, lo haga habiéndose creído la película y habiéndola disfrutado hasta el punto de salir diciendo la buena salud de la que goza el cine español”.
Ambientada como decimos en el mundo del boxeo, Zannou ha querido aportar una visión del mismo como una salida y una forma de superarse. “El boxeo ha estado siempre, por desgracia, asociado a historias de mafias y ladrones, pero aquí hemos querido hacer de ello una metáfora de la vida para ser mejor. Una visión amable del boxeo para generar en el espectador una satisfacción ante lo que está viendo.
Para Carlos Bardem sin embargo “no es una película de boxeo, es una película donde el boxeo tiene un papel importante. Es una manera de decir ‘No importa las veces que te tiren, sino las que te levantas para luchar y ser mejor’. Queríamos utilizar el boxeo, que siempre se ha considerado un deporte extremádamente violento, para demostrar que alguien que vive consumido por el odio irracional, aprendiendo a combatir con normas y a compartir su espacio de entrenamiento con gente de otras razas, empieza a vaciarse de ese odio, esa es la función del boxeo en la película. Además, tanto Santiago como Álvaro y yo, queríamos que el boxeo que se viera en la película fuera real. No está rodada con especialistas, todos los boxeadores que salen son profesionales, alguno de ellos campeones de España. Incluso Alex (González) llegó a entrenar y boxear tanto y tan bien, que quisieron hacerle debutar, y no lo hubiera hecho nada mal…”
Precisamente uno de los actores de Alacrán enamorado, Hovik Keuchkerian, que interpreta a Pedro, el dueño del gimnasio donde se entrenan los protagonistas, fue boxeador profesional y campeón de España en su juventud, aunque dejó el deporte “muy quemado y dolido de aquel mundo. Estoy cansado de la imagen que tiene el boxeo en este país, los boxeadores son ídolos en otros países pero aquí no y, que Carlos y Santiago hayan elegido este deporte para contar una historia de superación, me parece fascinante. Yo creo en que todo pasa por algo y es muy posible que yo haya sido boxeador profesional en el pasado sólo para poder interpretar a uno en mi primera película de cine. De hecho, después de rodarla volví a los entrenamientos, a una parte de mi vida que tenía totalmente alejada.”
El boxeo en Alacrán enamorado tiene una función redentora sobre una persona envenenada de odio racista y nazi. Uno de los causantes de ese odio es el personaje que interpreta Javier Bardem, un “teórico” de la lucha contra la “amenaza” que suponen los inmigrantes. Javier, quien también se ha pasado esta mañana por la rueda de prensa de presentación de la película, nos ha comentado que no se ha inspirado en ningún político para interpretar a Solís, su personaje, “me he fijado en algunas personas para componer el tono y el físico, pero en el guión estaba muy claro quien era y queríamos hacer una persona que se moviese a diferentes niveles. Primero a un nivel más impulsivo, tocando la fibra de aquellos a quienes elige para su lucha, y también a un nivel más intelectual, más diplomático, como si fuera un abogado. Hubo que hacer un compendio de muchas cosas para llegar a ser Solís.”
Santiago Zannou en este sentido, ha querido dejar de lado muchas partes de la novela que trataban sobre el tema del racismo porque “no quería hacer una reflexión sobre el racismo en España, sino meter todos los referentes del nazismo conocidos. Desde el Ku Klus Klan, los hooligans, el fascismo intelectual de los discursos de LePen, las palizas en los autobuses de Grecia, etc… Alacrán enamorado no es una muestra de lo que ocurre en España, sino en todo el mundo. Hay mucha gente que en tiempos de crisis expresa su odio señalando al diferente.” Observación con la que Carlos Bardem está de acuerdo completamente, “cuando hay un descreimiento hacia la política y la sociedad, se convierte en un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de estos grupos y discursos de odio y culpabilización del diferente. Hay que estar atento a esos discursos y combatirlos desde abajo, porque en estos momentos hay gente muy permeable a esa rabia.”
Al hilo de la violencia neonazi mostrada en la película, Zannou insiste en no querer etiquetar Alacrán enamorado como una película violenta. “Hay películas infinitamente más violentas que esta. Mi película no es violenta, es visceral, y hemos tratado esa visceralidad de una manera sofisticada. Es una ‘fábula visceral’. Sí es cierto que hay un grupo de personajes que ejerce una determinada violencia, pero sólo se ve dos veces para poder dar paso a hablar de otras realidades en la cinta. La violencia en la película era fundamental que se retratara bien para que al espectador le diese cierto miedo, pero a la vez tratarla con cierta estética para hacerla atractiva, avisando de que esa atracción hacia ella puede derivar en algo negativo.”
La ira de los personajes y su máxima expresión, está representada en los papeles que interpretan Alex González y Miguel Ángel Silvestre, quienes vivieron un rodaje tan duro e intenso que les costaba deshacerse de sus personajes, “Aunque el rodaje han sido dos meses, en realidad llevamos trabajando un año y medio, con lo que Santiago consiguió que me convirtiera en Julián”, comenta González. Para Silvestre, meterse en una película donde el director te está exigiendo ser tan visceral “es una gran oportunidad, es muy duro de rodar porque hay mucha tensión en el rodaje y tienes que llevar el personaje casi las 24 horas del día, pero como actor siempre esperas un personaje que te disocie de tu realidad. Lo que sí ha sido una suerte es el haber podido compartir con Alex casi todas las escenas. Los dos compartimos la misma ilusión por esta profesión y hemos crecido y estudiado juntos, así que cuando teníamos momentos de flaqueza nos recordábamos mutuamente lo privilegiada que es nuestra vida al poder interpretar todo tipo de personajes.”
Como es natural, Carlos Bardem se reservó para sí uno de los papeles principales de la historia, el del entrenador Carlomonte, un personaje que desde el principio tuvo claro que quería hacer. “Cualquier personaje de una novela es un alter ego de su autor, pero dentro de todos ellos, Carlomonte era el más evidente que tenía más de mí. Fue como ponerse encima una chaqueta vieja que te va como un guante, es el personaje más bonito y más completo que he tenido la oportunidad de interpretar.”
Para la chica de la película, Alyssa, se eligió a Judith Diakhate por su condición de hija de inmigrante al igual que el director de la película, Santiago Zannou. Ambos quisieron escapar de “los clichés que todavía se dan en el cine español en los que siempre que hay alguien de otra raza es inmigrante. En España ya hay una multiculturalidad evidente y tiene que hacerse más presente en nuestro cine. Alyssa no sólo está en un mundo hostil por ser negra, sino que además vive en un ambiente totalmente masculino y tiene que buscar su espacio en ese mundo.”
Alacrán enamorado se estrena en nuestras salas este próximo viernes, reforzada además por una serie de vídeos que ha lanzado en su web Morena Films, 30 piezas de Alacrán Diseccionado, en los que se explican todos los detalles y anécdotas del rodaje.
Os dejamos con una galería de imágenes de la rueda de prensa: