Cocodrilos, novias desaparecidas y zombies rusos en una nueva jornada del Nocturna.
En la jornada de hoy del Festival Nocturna, hemos optado por ver dos propuestas del reciente cine español del género fantástico, pero antes de eso, y siguiendo con las películas a competición, hemos asistido al pase de la película china Million dollar crocodile perteneciente a la Sección Oficial. Tras el divertido corto Asternautes, pensábamos poder seguir riéndonos con el cocodrilo gigante que se escapa de un restaurante en el que comercian con carne de este animal ilegalmente, y que en su camino se come el bolso de una chica que contiene 100.000 euros, provocando que tanto ella, como la policía y el dueño del restaurante emprendan una carrera frenética para cazarlo. Pero lo que pretende precisamente ser una comedia desenfrenada, salpicada por algún susto por parte de la bestia, tiene un guión tan deplorable que lo mejor que se puede decir de él es que es aburrido hasta decir basta. Nos encontramos ante unos personajes y unas situaciones sin nada de gracia por un lado, y por otro un suspense que no va acompañado de ninguna tensión, por lo que ni funciona como película de terror ni como comedia, por no hablar de la banda sonora, sobre todo de la que acompaña a la chica del bolso cada vez que aparece en la primera mitad de la película, que es de todo menos agradable. Y prepárense, porque deja un final abierto a una posible secuela, ahí lo dejo. El cocodrilo es espectacular, eso si. Es lo único que se salva de este espanto totalmente olvidable.
Para quitarnos el mal sabor de boca que nos ha dejado el cocodrilo, hemos asistido al pase de la película española Otro verano del debutante Jorge Arenillas con quien hemos estado charlando por la mañana en rueda de prensa y que es la historia de Cano, un músico que vuelve cada verano durante una semana a la misma casa donde varios años antes pasó unas vacaciones con su novia y ésta desapareció. Cano recrea una y otra vez todos los movimientos de aquella semana con el fin de averiguar el punto exacto en el que algo cambió y provocó la desaparición de Sara. Aunque todo tenga una explicación final inesperada, la obsesión de Cano es el reflejo de cada persona ante una situación en la que pierde a otra persona de repente. La sensación de impotencia desemboca en la culpa que nos hace preguntarnos ¿qué hice mal? ¿qué fue lo que no vi que pudo provocarlo?, pero en esta ocasión llevado al extremo.
Según el propio Arenillas, Otro verano es un “drama de misterio con toques fantásticos en lo que más importa es el efecto que ese misterio tiene sobre el protagonista. Va sobre la culpa y el perdón”. Rodada en 4 semanas, su película es para Jorge Arenillas el proceso de creación más libre en el que ha estado y para ello se rodeó de amigos de toda la vida a la hora de rodar. Pese los pocos medios de que disponían, la cinta está realmente bien rodada, no se aprecian en absoluto las carencias técnicas que Arenillas nos explicaba por la mañana, interpretativamente destaca Pablo Chiapella en el papel protagonista, muy por encima de sus compañeras que no siempre resultan naturales. El mayor problema de la película es que la premisa en la que se basa no requiere una duración tan larga porque, aun siendo una película corta, nos da la sensación de que la historia se estira demasiado innecesariamente. Al preguntarle sobre sus referencias, Jorge Arenillas nos ha sorprendido diciendo que mucha gente le menciona Vértigo, pero que en absoluto es un referente para él porque además nunca la ha visto entera. Sí nos cuenta que se inspiró en muchos films de casas encantadas a nivel general simplemente por la atmósfera, pero no porque para la historia sean referentes. En cualquier caso, Otro verano es un muy buen comienzo para Arenillas como director y una propuesta interesante para el cine español fantástico, que en palabras del director, es el género que puede reflotar el cine de nuestro país actualmente. De hecho, Arenillas está muy agradecido a los festivales como este por proyectarla en pantalla grande, ya que de otra manera le sería verdaderamente difícil exhibirla.
Y por fin, después de tres días esperando, hemos conseguido ver sin ningún problema y en la sesión golfa la película rusa de la que os hablaba el otro día, Meteletsa: winter of the dead. En pleno verano en una ciudad rusa a la que unos periodistas de Moscú han llegado para cubrir una manifestación política, de repente comienza a caer una copiosa nevada que vuelve a las personas zombies con ansias de carne humana. Si de Million Dollar crocodile os decía que pretende ser una comedia pero sin pizca de gracia, aquí pasa exactamente lo contrario. Cuando su director Nikolai Pigalev nos dijo en la rueda de prensa que había hecho una película de zombies seria, no imaginábamos las carcajadas que nos iba a provocar. En su film todo es tan exagerado y tan extremista que, en algunos momentos llega a recordar las salvajadas y los personajes tan delirantes que había en la película de Robert Rodríguez Abierto hasta el amanecer, salvando eso sí muchísimo las distancias. Meteletsa: winter of the dead es además una gran sátira política en la que se retrata al gobernador de la ciudad invadida por zombies como una especie de Chuck Norris salvador del mundo, y a su opositor político como un mafioso sin alma más preocupado por cargarse a su adversario que a los zombies. Por si no fuera poco, las teorías sobre la invasión zombie de los protagonistas pasan por ser un virus lanzado por Bin Laden hasta una conspiración americana al más puro estilo de la guerra fría. En definitiva, no sé si pretendidamente o no, una comedia delirante que si bien no pasará a los anales de la historia del cine de terror, nos ha hecho pasar un buen rato para terminar el día.
