Le dedicamos un especial a cuatro manos a la nueva película de James Wan.
Otra historia de terror americana por Alberto Ruiz Álvarez
James Wan es uno de los ‘masters of horror’ más reconocidos de los últimos tiempos. Renovador del cine de terror a raíz de la veneradísima Saw, y habiendo dejado por el camino otras menos recordadas, ahora intenta convertir InsidIous en otra rentable franquicia. Mientras tanto, y con el postín que últimamente da eso, se basa en un caso real para cocinar este film de genuino terror ‘setentero’.
Estamos ante una peli de casas encantadas hecha con la receta de la abuela, a fuego lento, innovando poco o nada y sin dejar un solo ingrediente fuera de la olla: la típica historia de la familia que se deja sus pocos ahorros comprando a precio de saldo un casoplón que acojona ‘na’ mas verlo y todavía se quejan de que luego los entes no les dejen dormir por las noches. ¿Y a quién van a llamar? ¡A los Warren! Matrimonio modélico de cazafantasmas encarnado por Vera Farmiga, encasilladísima en cintas de terror, y Patrick Wilson, que al parecer está haciendo horas extra a las órdenes del realizador malasio.
Portazos, bombillas estallando por doquier, sótanos malditos, cajas de música, pelotas que ruedan solas, niños que dan ‘yuyu’, muñecos diabólicos (convertido ya en una constante en la obra de este director), masacres familiares que dan lugar a un sinfín de maldiciones y apariciones… No es nada que no hayamos visto antes, ni nada que no hayamos visto antes varias veces. De hecho, no es nada que no haya hecho antes Wan en su alabada Insidious. Si bien, The Conjuring está mejor hilada que aquella, es mucho mas seria y honesta y se aproxima bastante más a mi concepto de una buena historia de terror.
Porque este Expediente Warren es una pelicula sin trampa ni cartón. Artesanalmente muy bien realizada, con los sustos justos y necesarios y realmente desasosegante en ocasiones. Sólo le pondría un pero, y es ese final tan almibarado y convencional, casi un guiño al cliffhanger desacarado de Insidious. Si son fans del subgénero de casas encantadas y posesiones demoníacas y/o son unos nostálgicos de The Haunting, Amityville, El exorcista, El Resplandor o Al final de la escalera, ésta no les va a aportar nada nuevo pero les hará disfrutar de lo lindo pasando ese mal rato que están buscando.
Vuelta a los clásicos por MariFG
Ha pasado más de un mes desde que pudimos disfrutar de Expediente Warren: The Conjuring en el pasado Festival Nocturna de Madrid, y durante todo este tiempo nos ha costado mordernos la lengua para no hablaros de una de las películas que mejores sensaciones nos dejó a quienes la vimos, y que ahora llega por fin a nuestras pantallas. James Wan no abandona el tema de las casas encantadas pero sí cambia el estilo y homenajea al terror que se hacía en los años 70, para ser fiel a la época en la que sucedieron los hechos que se narran en Expediente Warren.
El conocido matrimonio de investigadores de fenómenos paranormales formado por Ed y Lorraine Warren, se enfrentan a un caso real, anterior al ya llevado a la gran pantalla de Amityville, en el que una familia de granjeros sufre en su propia casa una posesión demoniaca.
El gran acierto de Wan es el de, no sólo ambientar la historia estéticamente en la época en la que se desarrolló el caso Perron, sino que recupera el estilo característico de las películas de terror clásicas de ese periodo, sin concederse ninguna licencia anacrónica, lo que le confiere una atmósfera aún más terrorífica al no echar mano de sustos fáciles o de un estilo más gore y sucio que desvirtúen ese tipo de terror.
La no utilización de la música como antecesora de lo que se avecina, ni como elemento enfático en cada susto, es otro de los puntos a favor de Expediente Warren que acelera el suspense con el silencio de la noche de manera excepcional, como ya se hiciera en obras maestras del género como Al final de la escalera.
Si añadimos a la destreza de Wan para hacernos temblar de miedo con todos estos elementos un gran reparto encabezado por dos grandísimas Vera Farmiga y Lili Taylor, no hay duda de que estamos ante uno de los acontecimientos de los últimos años en cuanto al cine de terror se refiere.
