28 de marzo de 2024

Oscars 2013: Los favoritos (I)

oscars

Lanzamos nuestras apuestas para los premios cinematográficos más famosos del mundo.

Un año más caigo en la tentación ludópata de intentar predecir los premios más absurdos (que ya es decir) del panorama internacional, ese concurso de popularidad y casi nunca de calidad que son los Oscars, una Prom Night donde el rey y la reina del baile no serán ni los más listos, ni los más guapos, ni los más buenos, sino los que hayan sabido poner zancadillas sin hacerse impopulares. Y aunque ya no necesito dar excusas ni presentar mis credenciales de cinéfilo serio, no me puedo resistir a decir que es que, este año, las carreras están más interesantes y abiertas que nunca. El año pasado a estas alturas ya sabíamos que Jennifer Lawrence y Anne Hathaway ganarían Oscars, o que Daniel Day Lewis era bastante probable, aunque hubo varias sorpresas bien gordas (¡esa impagable peineta a Affleck como mejor director!); pero ahora todo parece estar todavía en el aire. Ya se encargarán los “Precursors” (Globos de oro, premios SAG, BAFTA, premios de la crítica…) de quitarle la emoción en diciembre y enero, pero hoy, en octubre, todo puede pasar.

MEJOR PELÍCULA

Curiosamente, sin embargo, una de las carreras más definidas, al menos de cara a la victoria final, es la principal: parece bastante claro que todo será una batalla a muerte entre la gran película “Importante” del año (12 años de esclavitud) y el espectáculo Hollywoodiense más aclamado en mucho tiempo (Gravity). Quedan algunas películas grandes (al menos en cuanto a pedigrí y posible calidad o popularidad) por estrenarse, claro, pero es muy difícil que nada supere ya los ditirambos y excesos que rodean a estas dos películas.

Gravity

Por orden de estreno, Gravity sorprendió gratamente en Venecia a un público eminentemente “arty”, pero epató a la prensa yanqui, y la ha epatado aún más en su estreno comercial. Por mucho que algunos se quejen de sentimentalismo o de alguna concesión dramática más convencional, la crítica americana se ha rendido sin reservas a su intensidad y espectacularidad, en una reacción visceral que ha elevado Gravity a la categoría de fenómeno cultural en menos de una semana. En la página web “Metacritic”, que hace una valoración media de las críticas más importantes del país, es la segunda película en lengua inglesa con mejor nota y mayor número de máximas puntuaciones de los últimos 10 años, por debajo solo de La red social y por encima de cosas como El retorno del rey o La noche más oscura. Como demuestran algunos de estos casos, eso no es garantía de victoria final, pero cuando a eso se un éxito de público arrollador, estamos más cerca de El retorno del rey que de Fincher o Bigelow. No olvidemos además que Gravity no es la experiencia cerebral, analítica, desapasionada que eran esas otras favoritas de la crítica, sino una experiencia visceral y hasta, como muchos critican, sentimental. Si el gran éxito del año (ha batido ya y seguirá batiendo diversos records de taquilla) es además la película con mejores criticas del año (y de muchos otros años), parecería que solo hay que sumar dos más dos para coronarla, pero…

…Pero, por mucha metáfora profunda y mucho sentimiento que Cuarón haya querido poner a su criatura, Gravity no consigue desembarazarse del todo de un aire palomitero, lo cual podría no importar excesivamente, si no fuera porque su máxima rival viene revestida de todo lo contrario: unos aires de “Importancia”, así, con mayúsculas y comillas, absolutamente imponente: 12 años de esclavitud pasa por ser la primera película buena (Mandingo no cuenta, al parecer Amistad tampoco) y seria (Django desencadenado no lo parece) sobre el pasado esclavista americano. Y con “buena” quiero decir que las críticas, por el momento, son casi tan espectaculares como las de Gravity, y con “seria” quiero decir que no escatima en realismo y brutalidad para dejar al espectador noqueado ante tanto sufrimiento. La combinación de grandes críticas y gran éxito de taquilla suele ser un arma letal en los Oscars, pero también lo es la combinación de grandes críticas y temas tan importantes como, otra vez, el racismo, la esclavitud y la Historia, y tanto Gravity como 12 años de esclavitud parecen la última palabra en estos frentes.

TWELVE YEARS A SLAVE

Cualquier predicción al respecto parece plausible: “Gravity ganará porque Hollywood ama un éxito”. Bien, pero uno puede decir también “12 años ganará porque la Academia siempre premia la importancia, especialmente cuando concierne al racismo y la mala conciencia liberal”, y es absolutamente cierto también. Del mismo modo uno puede decir “Estando tan igualadas, una ganará Mejor Película y a Cuarón le darán mejor director por la importancia de lo visual y por el riesgo de Gravity”, pero no sería menos razonable decir “Darán mejor película a Gravity, pero no dejarán pasar la ocasión de quedar bien y hacer historia premiando por primera vez a un director negro, así que ganará McQueen”.

Probablemente los “Precursors” robarán la emoción si se decantan abrumadoramente por una o por otra, pero quizá la cosa esté igualada hasta el final y quizá tengamos una noche de los Oscars con suspense.

Las demás se quedarán para la pedrea, o al menos, seguro, las que ya se han visto: Fruitvale Station (Coogler), sobre hechos reales (la muerte de un afroamericano desarmado a manos de la policía en un tumulto), tuvo algunas de las mejores críticas en EEUU en verano, y teniendo también el tema del racismo por bandera y buenas críticas, pero, sobre todo, estando distribuida por The Weinstein Company, sus posibilidades son muy altas. En contra tiene el poco dinero que hizo en taquilla (aunque en realidad los números son muy buenos para una “indie”) y que, en temas de racismo, 12 años de esclavitud puede quitarle votos entre los de la mala conciencia liberal, pero la verdad es que también puede verse como la alternativa más benigna y sentimental a la quizá demasiado seca y brutal película de McQueen.

Fruitvale Station

Inside Llewyn Davis (Coens) y su pariente pobre, Nebraska (Payne), también pintan bien para nominaciones, aunque ambas tienen los mismos problemas: las dos parecen demasiado íntimas y pequeñitas como para tener el éxito de anteriores películas de los mismos directores: aquí no están ni Clooney ni Damon, ni Pitt, ni nadie conocido, las tramas parecen girar en torno a individuos sin importancia o directamente mediocres, y todo sin grandes alardes ni dramáticos ni cómicos. Pero no dejan de ser dos películas con críticas muy buenas de dos directores a los que la Academia presta atención. Nebraska parece la pariente pobre porque, teniendo críticas muy  buenas, no son excelentes como las de Inside Llewyn Davis, pero también porque Payne, pese a ser querido, tampoco tiene el prestigio apabullante de los Coen de cara al Oscar. Con las antiguas normas del Oscar, donde había solo cinco nominadas, es probable que una o ambas se quedaran fuera, pero en un campo en el que caben hasta diez, tienen serias posibilidades de nominación.

Mientras, Paul Greengrass lleva cortejando al Oscar ya bastante tiempo: su United 93 le consiguió una nominación a Mejor Director, pero la película, por seca, por hurgar en herida demasiado reciente y por hacer poca taquilla se quedó sin nominación. Sus películas de Bourne llegaron a los Oscars técnicos (y por la puerta grande), y ahora parece que Capitán Phillips puede ser su gran billete definitivo a la gloria académica. Se ha estrenado en EEUU el próximo viernes y la crítica ha dicho “Sí”, luego, si Gravity le deja hacerse un hueco en la taquilla de octubre, su nominación es muy probable. Tener una estrella del tamaño de Tom Hanks de protagonista también puede abrir muchas puertas en la Academia.

Tom Hanks

Pero ¿Qué hacer con El mayordomo (Daniels)? Parecía destinada a ser un nuevo hazmerreír del director de The Paperboy, pero las críticas fueron mejor de lo esperado, aunque sigan siendo solo decentillas, e hizo una gran taquilla en EEUU durante el verano. De nuevo tema importante (¡racismo, para variar!), pero ahora encima con medio Hollywood en ella, con taquilla de órdago y, de nuevo, con Harvey Weinstein distribuyendo. Es la típica película que se resiste a caerse de las predicciones, aunque parece que todo el mundo quiera, y al final se cuela porque otras películas han sido fracasos. ¿Fracasarán tantas películas, de entre lo que queda por estrenarse, como para hacer hueco al mayordomo? Y, sobre todo, ¿podrá Harvey Weinstein colar tres o hasta cuatro películas entre las nominadas? Y es que, ya que hablamos de Weinstein, tenemos que hablar de la enorme competición interna entre sus apuestas de este año: Además del la de Daniels y Fruitvale Station, tiene Philomena (Frears), que, a diferencia de El mayordomo, tiene críticas muy buenas (premio al mejor guión en Venecia incluido), y a diferencia de Fruitvale Station tienen actores famosos y un director tan respetado como es Stephen Frears. Su mezcla de comedia y sentimentalismo, a juzgar por las críticas, parece hecha para gustar a la Academia y al público “senior” que hizo grandes éxitos de cosas como El discurso del rey o El exótico hotel Marigold. Por un lado parecería ser el contendiente más perfecto de Harvey, más vistosa que la indie y mejor que el mamotreto histórico-presidencial, pero por otro podría parecer pequeña comparada con esta última o con Agosto (con la que voy en un minuto), o poco importante al no hablar de racismo.

Film-Toronto Preview

Porque está Agosto (Wells), claro, con la otra mitad de Hollywood, la que no sale en El mayordomo. A saber: Meryl Streep (tres Oscars), Julia Roberts (un Oscar), Chris Cooper (un Oscar), Juliette Lewis (una nominación), Abigail Breslin (una nominación), Sam Shepard (una nominación) y Margo Martindale (un Emmy). Por estar, está hasta George Clooney (dos Oscars) en la producción. Con semejante cast, en la adaptación de semejante obra teatral (ganadora del Tony y el Pulitzer), todo parecía ser cuestión de poner la mano y dejar que cayeran Oscars, pero la première en el festival de Toronto se saldó con críticas regulares, y que amenazan con ir a peor en el estreno comercial. Incluso la vaca sagrada Streep se ha llevado algunos jugosos palos por sobreactuar, algo que parece ser el talón de Aquiles de toda la película. Tampoco ayuda que, incluso después del estreno canadiense, ni director ni guionista ni productor parecen ponerse de acuerdo sobre si la película debe acabar con uno u otro final y no paran de remontarla, algo que está restando bastantes puntos a la credibilidad artística del empeño; y sin embargo, uno no puede nunca ignorar una película que parece un regalo para los actores (la mayoría de votantes de la academia son actores, y eso cuenta), que tiene tanto pedigrí y que tiene a Weinstein detrás.

El problema es que ya hemos dicho esto último, lo de tener a Weinstein detrás, de cuatro películas, y alguna habrá que dejar caer… La pregunta es ¿cuál o cuáles? Fruitvale será la que mejores críticas tenga, El mayordomo la que más dinero habrá hecho, Agosto la de mejor pedigrí y Philomena la que parece juntar un poco de todo eso pero también sin tener mucho de nada. Yo me inclino por dejar caer las que, simplemente, parecen peores películas, sin haber visto ninguna: El mayordomo y Agosto. Pero todo puede cambiar, señores, que este año hay mucha emoción.

Before Midnight

Y ya que vamos por estudios, vayamos con otro muy hábil en esto de los Oscars: Sony Pictures Classics ha colado una nominada en las dos últimas ediciones (Amour y Medianoche en París, respectivamente) y este año tiene “la otra” película de habla inglesa con mejores críticas: Antes del anochecer. Problema: que la ha visto poca gente, y que es la tercera parte de una saga que antes no fue nominada más que a mejor guión una vez. Si los críticos la reviven a final de año… pero de momento parece que tendrá que conformarse con otra nominación a mejor guión adaptado, y que SPC centrará sus esfuerzos en Blue Jasmine (Allen), ya que en ella tienen una de las películas de Woody Allen mejor recibidas por público y crítica de Woody Allen en los últimos tiempos y a la favorita a ganar el premio a Mejor Actriz. Las críticas no han sido tan buenas como para asegurar su nominación, pero la taquilla sí lo ha sido y muchas veces ocurre que el favorito a mejor actor o actriz arrastra a su película hasta la nominación grande contra todo pronóstico (por ejemplo, la propia Blanchett en 1998 consiguiendo que Elizabeth se colara, Sandra Bullock en 2009 con Un sueño posible, o Jaime Foxx con Ray en 2004).

De entre lo visto, queda todavía por destacar alguna que, bueno, quién sabe: Rush (Ron Howard) estará a la cabeza, y empezó muy fuerte con críticas excelentes, pero se desinfló después con críticas más tibias y números decepcionantes en la taquilla americana, y lo mismo le pasó a Prisoners (Villeneuve) aunque con críticas aún más tibias pero números mejores. Dallas Buyers Club (Vallée) puede dar el Oscar a Matthew McCounaghey por su retrato de un activista en la campaña contra el SIDA de los años 80, y la película en sí tiene muy buenas críticas, pero parece MUY indie, y Focus Features no es el gran estudio oscarístico que fue en los primeros años 2000 (aun así, no la perdamos de vista); Cuando todo está perdido (Chandor) también puede darle el Oscar a Robert Redford si no lo gana McConaughey (o Ejiofor, o DiCaprio) pero sus críticas en EEUU como película (no para el propio Redford) se han desinflado tras un gran estreno en Cannes; y queda por ver si La vida de Adéle (Kechiche) repite la hazaña de Amour el año pasado, aunque parece menos probable, que la cosa lésbica puede provocar el rechazo de algún que otro sector.

La vie d'Adele

Consideraremos caídas a Labor Day (Reitman) y Mandela (Chadwick), que han pasado sin pena ni gloria por los festivales de otoño, a El quinto poder que ha tenido mucha más pena, y a Foxcatcher (Miller) y Grace of Monaco (Dahan) que han sido pospuestas hasta 2014.

Y ya que hablamos de posponer, estamos todos en vilo con la nueva de Martin Scorsese, El lobo de Wall Street. Al parecer, a Marty le ha salido una película de casi cuatro horas, el estudio dice que meta la tijera, y empieza a ser un poco tarde para esas veleidades, con lo que el rumor hasta esta semana era que se iba a posponer (nada nuevo en Marty, desde los tiempos de Toro Salvaje). Sin embargo la Paramount parece haber querido atajar esos rumores estrenando un nuevo trailer el pasado martes, así que crucemos los dedos. Si se estrena este año, a poco buenas que sean las críticas estará dentro; y eso mismo le pasaría (lo de estar dentro a poco buenas que sean las críticas) a American Hustle, la nueva de David O. Russell, fresco de su éxito el año pasado con El lado bueno de las cosas y de hace tres con The Fighter. Russell parece el nuevo niño mimado de la Academia: sus dos últimas películas han conseguido no sólo la nominación a mejor película, sino la friolera de 7 nominaciones en las categorías interpretativas (con lo cual los actores lo adoran), y dos inesperadas nominaciones a mejor director.

The monuments men

Y sólo dos pesos pesados (o semipesados) más: uno es Monuments Men (George Clooney) también conocida como Argo: Edición Segunda Guerra Mundial, donde Affleck hace de Clooney, o al revés, y unas cuantas obras de arte hacen de rehenes atrapados en Sirialemania. Es decir, un semithriller semilúdico sobre un asunto semiserio tratado con la semiligereza característica de este grupo tan supercool (aquí no hay “semi” que valga) de actores del que Clooney es capitán. Clooney solo ha dado en la diana una vez de cuatro que lleva, y todo en esta película (trailer, marketing, tema, tono aparente…) parece ya visto y ya premiado, así que si me preguntan qué peso pesado pienso que puede pifiarla este año, diría que es éste, pero ya me he equivocado otras veces (miren el año pasado como erré con “La noche mas oscura”); el otro peso pesado es Saving Mr. Banks (Hancock), biopic de la autora de Mary Poppins, interpretada por Emma Thompson, centrado en su relación con Walt Disney durante los preparativos y rodaje de la película homónima. El guión fue muy alabado, y aunque nos cueste recordarlo, Hancock dirigió ya una película nominada, Un sueño posible. Se rumorea, pero puede ser información interesada, que es un melodramón sentimental muy potente, que Thompson se sale y que la cosa promete. Yo antes no daba un duro por ella, pero uno debe hacerse eco de estas cosas si quiere ser exhaustivo…

Y un par de improbables aunque no imposibles sorpresas: que la nueva de Spike Jonze, Her, sea un triunfo tan grande que consiga imponerse a su aparente rareza y pequeñez y estar entre las nominadas, o que la nueva de Ridley Scott, El Consejero, toque buena (al menos esta vez el guión es de alguien como Cormac McCarthy). Habrá que esperar para saberlo.

The counselor

En fin, como hago otros años, mi quiniela personal, pero por favor no me lo tengáis en cuenta si me equivoco mucho, que este año es más abierto:

Nominadas fijas:

1-     12 años de esclavitud

2-     Gravity

Muy probables:

3-     Capitán Phillips

4-     Fruitvale Station

5-     Inside Llewyn Davis

A poco buenas que sean estarán allí:

6-     El lobo de Wall Street

7-     American Hustle

Peleando por los últimos puestos:

8-     Philomena

9-     Nebraska

No pienso que haya más de 9 nominadas, pero las alternativas serían:

10- Blue Jasmine

11- Monuments Men

12- El mayordomo

13- Agosto

14- Antes de anochecer

15- Saving Mr. Banks

16- Rush

17- Dallas Buyers Club

18- Her

19- La vida de Adéle

20- El consejero

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