16 de abril de 2024

Fancine 2013: Día 1

cheatin

Cuando el frío aprieta comienza el Fancine, festival de cine fantástico de la Universidad de Málaga, ya en su vigésimo tercera edición y que invita a todos los públicos a refugiarse en todas las variables de este género durante unas horas.

La frase promocional de este año es “enamórate” y eso es lo primero que hemos hecho con la última obra de Bill Plympton. Cheatin’ supone una nueva visión de un drama amoroso a través de los desquiciados y especiales ojos del animador norteamericano. Una firma propia alejada de los grandes presupuestos pero que posee un encanto considerable al narrarnos el enamoramiento y las desventuras de una eléctrica relación.

Cheap thrills

Posteriormente fue momento de la sección oficial, que apostaba muy fuerte con su primer plato. Cheap Thrills venía con la vitola de ser una de las mejor valoradas en Sitges, la meca del cine fantástico, y desde luego no decepcionó. Una propuesta sencilla (dos amigos con problemas económicos se reencuentran y ven una puerta abierta para solucionarlos) que degenera de forma salvaje, como un Resacón en Las Vegas pasado de gore. La ópera prima del realizador E. L. Katz juega con un guion afilado y cargado de mala leche, sabiendo llevar los tiempos mediante una comedia negra e incrementar, en su momento exacto, el grado de histerismo hasta un plano final que hará a la audiencia aplaudir, recuperando la respiración y habiendo pasado un muy buen rato.

Halley

Si la comedia negra es una de las muchas bases en las que se apoya el cine fantástico, no podía faltar una de zombis. La mexicana Halley lleva en todo su metraje la firma bien impresa de la ola de cine autoral procedente del país centroamericano por lo que no podemos estar ante algo que nos deje indiferente, pues Sebastián Hoffmann parece beber de las mismas fuentes que Reygadas o Escalante. Mediante extensos planos se nos narra el día a día de Beto, un hombre del que iremos descubriendo poco a poco su condición de ser vivo en un cuerpo en plena descomposición. Un muerto viviente que trabaja en un gimnasio (¡qué ironía!) como vigilante y cuyo único contacto humano se corresponde al de su jefa. La cinta trata de una manera original el existencialismo que su director nos expone, dejando atrás la mordaz crítica política de Romero, dejando atrás los blockbusters paranoicos a escala mundial, para hacer suya una nueva visión ligada a la soledad del individuo o a su fugacidad como ente en la tierra. Le falta la pequeña chispa que cohesione o dote al conjunto de algo más y le sobra algún que otro plano innecesario, en su mayoría procedentes de una conclusión excesivamente lírica y rupturista con el resto del trazo del largometraje.

La cinquieme saison

Y para acabar, por hoy, el apocalipsis. De nuevo con una fuerte firma autoral de la mano del matrimonio belga formado por Peter Brosens y Jessica Woodworth. La cinquième saison es una película plagada de referentes: desde El bosque o El incidente (Shyamalan) hasta Ensayo sobre la ceguera (Saramago), con la pausa como referente (no a niveles de la anterior cinta) y que ahonda en los miedos de un posible fin del mundo desde el punto de vista de una pequeña comunidad rural. El gallo dejará de cantar, las vacas de producir leche, las semillas de crecer… y así van pasando las estaciones que dejan de lado sus contrastes para quedarse en un gris sórdido que lo baña todo. El punto de vista de los más jóvenes del lugar es el vehículo en el que contemplamos la clásica degeneración cuando ya no hay esperanza. Lástima que caiga en algunos lugares comunes y que el cierre sea una escapatoria tan libre como gratuita, pero ello no mengua una buena jornada inaugural y que esperemos mantenga su altura durante los próximos días.

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