Repasamos lo ehrmm más emocionante de la gala hollywodiense.
En los paradisíacos años de mi más tierna infancia, cuando me parecía que no había nada mejor que la pasta de dientes con sabor a fresa y ver «Se ha escrito un crimen» con un bocata de mantequilla, solía fantasear con un mundo del futuro plagado de trajes metalizados, volúmenes imposibles y cardados multicolores. Estamos en el 2014, en plena ceremonia de los Oscars y compruebo con estupor que la tendencia generalizada es la de disfrazarse de abuela. Encajes decimonónicos, toquillas, mangas abullonadas…vamos, una fiesta.
Así pues, este año repartiremos premios tan vetustos, decadentes, polvorientos y acortinados como el asombrante desfile de modelitos que la misma reina Victoria hubiera aprobado con entusiasmo ¿Estáis preparados para el regreso de las abuelas lisérgicas?
Oscar abuelesco de honor
Además de ser una de las más puntuales de la alfombra roja Portia de Rossi optimizó la tendencia viejuna con este elegantísimo tapete que provocaba unas irremisibles ganas de servir encima un fino servicio de café con pastas. Mi bisabuela Maruxiña approves.
Oscar Falconcrestero de honor
Los premios cinematográficos siempre pierden lustre si no acude esa pareja o conjunción astral que son Brangelina, oséase: Brad Pitt y Angelina Jolie. Ella, galardonada con alguna cosa honorífica por salvar el mundo, paseó su egregia efigie con un modelito sacado del baúl de Linda Evans, haciéndome rememorar mis nostálgicas tardes detestando a Angela Channing y creyendo que Lorenzo Lamas era la viva encarnación de la virilidad. ¡Qué tiempos aquellos!
Oscar Doppelganger Special
Un buen rato, mis bifocales y en un extremo de desesperación, el google, me ayudaron a identificar a esta misteriosa señorita morena como Margot Robbie, la rubia y despampanante mujer de Leonardo DiCaprio en El lobo: que gran turrón. Margot, pareces la hermana sin tetas de Sofia Vergara. Vuelve al Kolestint.
Oscar: Esta abuela no es mi madre. O mi padre. ¡Qué lío!
Sally Hawkins demostró su inglesidad cargando (nunca mejor dicho, porque debía de pesar un huevo) con este mantel como de raso y pedrería digno de la mesa de Navidad del chino de al lado de mi casa, que, aunque no os lo podáis ni creer, se llama: La Gran Muralla.
Oscar Xena Special Award
Penélope Cruz nos dio una gran alegría a sus detractores con esta desacertadísima mezcla entre toga y toque flamenco, o sea, algo así como en plan Afrodita se va a los puertos. El vestido ya tiene lo suyo, por no hablar de ese cinturón en los sobacos a juego con la cucaracha que lleva en el brazo. De los zapatos ni hablemos: por suerte, no se ven.
Oscar Bonham Style
Uno de los grandes enigmas de la historia de la humanidad, aparte de la verdadera edad de Max von Sydow, es la presencia retiterativa y siempre hortera de Kelly Osbourne en la alfombra roja. ¿A qué se dedica esta mujer? Circula una conocida teoría conspiranoica en la que se habla de una Helena Bonham que cual ídola masónica, ha pasado el testigo del descacharre a su digna sucesora. Con su pelo de cyborg, ponía la nota futurista al requeteremakeado estilo abuela de este año.
Oscar Veronica Lake Geriátrica
Otra que se apunta a la tendencia general es Julie Delphy con un pretendido homenaje a Veronica Lake materializado en peinado y vestido telarañesco con broche en forma de viuda negra deformando aún más el look a la altura del tetamen.
Oscar to the Queen of the Night
La premiada Lupita Mondongo se desmarcó con enorme acierto del aburrido desfile de encaje y toquilla para deslumbrar con este precioso vestido de Prada cuya espectacularidad residía en la fluida seda aguamarina cuajada de lágrimas de plata y en los fastuosos volúmenes, ideales para ocupar medio escenario cuando te toca ir a recoger un Oscar. Un 9 para Lupita y un 10 para cuando se cambie el apellido.
Oscar to…Bad Romance
La invitación a Lady Gaga prometía diversión y quizás, ver aparecer a la diva recubierta de filetes empanados, o con un tocado en forma de botella de Anís del Mono, o arrastrando una comitivia de enanos lynchescos. Para nuestra decepción, el look fue simplemente feo. Sólo las plataformas travestonas daban fe de lo que pudo haber sido y no fue.
El consabido Oscar al Mejor Catering
El siempre peculiar Jared Leto realizó el homenaje actual al sector hostelero (tan afín a la profesión artística) con el clásico modelo de camarero con pajarita actualizado a la versión 2.0. Asimismo optaba a doble premio: como mejor secundario por Dallas Buyers Club y al Tony Curtis de señores que cada vez se parecen más a señoras. Hizo méritos con una melenita midi y fastuosas mechas californianas.
Oscar Abuelita Junior
Había puestas muchas esperanzas en Hermione Granger después de dejarnos bocas con su Dior de los Globos de Oro. Esperanzas frustradas y trágicamente rotas al adherirse la joven actriz a la tendencia geriátrica con esta arrastrante cortina de denso terciopelo que la hacía parecer la versión miniatura de Bernarda Alba.
Oscar Retoño Star
A día de hoy, la cosa más famosa que ha hecho Ireland Baldwin ha sido ser hija de Alec y ser llamada por éste «cerda» en un cruce de cables. Nosotros no estamos nada de acuerdo (mírate tú Alec, que estás como una foca monje) y aprovechamos para revindicarla (más o menos) como una de las pocas que arriesgó mezclando color putesco, estilo abuelesco y piernaca angelinesca. Seguiremos sus pasos.
Oscar al Horror más Despampanante
Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn
Y apareció Liza Minnelli.