27 de abril de 2024

Paris Cinema 2014 (II)

Louxor

El lejano reino de Jauja, hombres y caballos…

Podríamos decir que el asistente medio a este festival es una mujer de edad avanzada que ha visto todo el cine distribuido en Francia en los últimos 40 años. A veces con un simple comentario es capaz de retratarte el cine actual, sus defectos y virtudes con más lucidez que la que podamos vislumbrar el cinéfilo joven. La voz de la experiencia, capaz en muchas ocasiones de tener una mentalidad más abierta hacia autores que arriesgan y cuentan historias diferentes, como es el caso de la sesión doble de hoy.

Adentrarse en la nueva filmografía de un autor personal, con un estilo propio y marcado siempre es complicado. Este tipo de autores, no solo nadan a contracorriente, sino que no buscan complacer a los espectadores. Por eso, algunas decisiones, en especial en su parte final, que Lisandro Alonso haya tomado con Jauja pueden resultar reprochables  pero nunca puede condenarse una obra por ello, porque este tipo de propuestas arriesgadas y personales enriquecen como pocas el cine.  La obra grabada en 35 mm con una cuidada forma cuadrada (y bordes redondeados) en plena Pampa argentina a finales del  Siglo XIX, en donde Viggo Mortensen, estrella internacional que no solo interpreta sino que también es productor, es un capitán danés que busca como tantos otros, la conquista del desierto argentino masacrando para ello a las tribus indígenas que la habitan. Entre todos los mitos y leyendas que pueblan este desierto, está la que sitúa en ella Jauja, una tierra milenaria llena de abundancia y prosperidad.

Jauja
Jauja

Y esta abundancia se puede encontrar en la propia película, que no es una sino varias, es una trágica historia de amor entre la hija del General y uno de los soldados, amor a escondidas que levanta celos y temores no sólo en Gunnar Dinesen (Mortensen) sino en otros generales que acechaban a la joven y bella menor. Es una historia de venganza y honor en la que Gunnar se ve obligado a entrar solo en el temido desierto, en una búsqueda desesperada por encontrar a los amantes, es un western moderno pero también es una película que se aleja poco a poco de la lógica narrativa para adentrarse en un terreno onírico e irreal. Jauja es también una propuesta maravillosa para los sentidos con una cuidada fotografía a cargo de Micaela Buye, habitual de Kaurismaki. Jauja es, en definitiva, una obra rica e interesante, que incita a sumergirse en la filmografía de Lisandro Alonso con ganas de dejarse sorprender por este talentoso realizador.

Y de los terrenos áridos de la Pampa saltamos a los terrenos áridos de Islandia, la magia del cine sin duda. Desde allí nos llega la ópera prima del director teatral islandés Benedikt Erlingsson que nos cuenta una historia rural en donde los hombres y los caballos se cruzan entre ellos y que le valió al director el premio a Mejor Película en la Sección Nuevos directores del Festival de San Sebastián. De caballos y de hombres es una colección de historias cruzadas casi etnográfica que prescinde en ocasiones de los diálogos para centrarse en gestos, acciones y miradas. Un retrato brutal (en su acepción de violento) cargado de humor negro, a veces satírico sobre esta comunidad y la importancia que le da a sus equinos. Al final del visionado nos queda claro que para filmar historias cruzadas y salir victorioso tienes que tener un talento digno de Robert Altman. Por supuesto es injusto comparar, pero el problema principal de esta obra es la falta de interés  de la mayoría de las historias que la forman, en ocasiones mera excusa para pintar el lienzo mayor, la idea centrar que Benedikt quiere contar. Personajes que generan en su mayoría poca empatía y menos simpatía, personajes que se retratan fugazmente, con trazos mal pintados.  En cambio la historia principal, es un pequeño placer, no solo por los dos personajes principales, sino por la manera en la que ella sola defiende la idea principal del autor. Como ejemplo la genial escena de la castración, escena violenta y simbólica, ella castra a su caballo para devolverle la hombría a su amado. El caballo, ser noble que te salva del frio, te da la hombría, medio de transporte y de lucimiento. El hombre brutal y atroz que usa al caballo a su antojo, capaz de pasar del amor y el orgullo a la ejecución por dañar su honor. El caballo da, el hombre toma con violencia. Al final, como siempre, el hombre es el animal más peligroso que existe.

De caballos y de hombres
De caballos y de hombres

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