14 de diciembre de 2024

Críticas: In Time

El especialista en sci-fi (con In Time, 3 de sus 4 películas abordan el género) Andrew Niccol, nos presenta un futuro en el que Paul Finch disfrutaría de lo lindo. No en vano, está lleno de MILF’s.

Su premisa inicial resulta, por sugestiva, notable cuanto menos: en un futuro, el tiempo es moneda de cambio, y cualquier servicio debe ser adquirido a través de un pequeño sacrificio del tiempo vitalicio propio. Sin embargo, pese a tener tantas posibilidades y opciones, Niccol comienza errando bien pronto y construye una de sus secuencias con unas pretensiones que en un film como In Time se deberían eludir de raíz, puesto que es el hecho de querer dotar de cierto dramatismo con una escena del todo forzada, lo que comienza menguando lo que podría haber sido un soplo de aire fresco al género.

Suegra, esposa e hija. ¡Cualquiera diría que esto es un futuro distópico!

A partir de ese momento, el guionista decide irse por las ramas y poner al protagonista en una tesitura que, siendo coherentes, no beneficia su desarrollo (aunque bien cierto es que se evita mayormente cierto tipo de humor que suele surgir en esas situaciones donde se sitúa a un personaje fuera de contexto, y ya es de agradecer), pero lo que parecía ser un paso en falso se convierte, por suerte, en un giro que lejos de condenar el resultado final, le confiere un poco de margen de maniobra a una cinta que a partir de ahí es cuesta arriba hasta toparse de bruces con otro de esos momentos (ya preparado con anterioridad) que no logran encontrar su lugar propio en el desarrollo, y que ni siquiera saben dar en la tecla adecuada como para trascender en un relato que se fundamenta básicamente en la acción más que otra cosa, y que como era de esperar compone un thriller (en lugar de una película de ciencia-ficción al uso, si es que eso existe hoy en día) que como tantos otros que bebe de aquí y de allá, pero se maneja con la certeza necesaria para distraer al personal sin necesidad de que uno piense que le toman por tonto.

Poco más se puede decir de una propuesta que cumple con cierta eficacia sus objetivos, pero que más allá del retrato de ese futuro, donde observamos detalles imperdibles (ese modo de vivir y morir, la separación de clases, etc…) o una metáfora diluída en exceso que sí poseen cierto interés, no encontramos nada que nos vaya a hacer rescatar In Time dentro de un tiempo, si un caso, la adaptación de Justin Timberlake al ámbito cinematográfico en el que cada vez se maneja mejor (aunque todavía no ha superado su mejor interpretación, la de la marciana Southland Tales), y donde demuestra en esta ocasión que las secuencias de acción no se le dan ni mucho menos mal, y probablemente también el crecimiento de esa belleza llamada Amanda Seyfreid, a la que esperamos ofrezcan más papeles de su talento (el que mostró, sobradamente, en Chloe), aunque tampoco sea ningún desperdicio que nos regalen a una diseñadora de vestuario como la del film de Niccol, que no le deja esconder unas piernas que quitan el hipo en ni un solo momento. Si es que, en el fondo algo realmente bueno tenía que tener la película, y qué mejor que una actriz como la Seyfried en estado de gracia (y no por su interpretación, precisamente).

2 comentario en “Críticas: In Time

  1. No es gran cosa pero tampoco mata a nadie. Y es una pena porque tiene ideas interesantes como el punto de partida o lo de los grupos sociales que se quedan en nada y que te quiere remarcar principalmente una idea que se acaba haciendo pesada. Es entretenidilla pese a la escasa ambición de Niccol y al desaprovechamiento de actores y personajes. Mola que Amanda tire mucho de físico, eso la salva de lo floja que está actuando en este caso. Y le sube un punto que Olivia Wilde haga de milf.

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