«Cristian Perelló nos habla del que es, junto a Erizo en la niebla, su cortometraje de animación favorito: Everything will be ok».
Desde Ah, L’amour (1995), pasando por títulos tan destacables como Género (1996) o Rejected (2000), la obra del dibujante y cineasta Don Hertzfeldt ha otorgado capital importancia a los detalles y ha sublimado la cotidianidad, pero es en Everything will be ok (2006) donde tales características alcanzan el rango de obsesión, tanto que el autor convierte el habitual motor de su obra en el desarrollo de la trama. Y es que su protagonista comienza a obsesionarse por los detalles de la vida cotidiana hasta el punto de perder el control de sí mismo y caer en el abismo de la locura, aunque en los últimos segundos se produce un desenlace abierto a la posibilidad de una recuperación. Al menos, parcial, porque, al contrario de lo que su hermoso título parece indicar, Everything will be ok («Todo estará bien») no es un cortometraje optimista ni mucho menos. Es oscuro, malicioso, sarcástico y algo misántropo y desencantado. La tristeza y la desorientación personal que tanta fuerza poseen en el universo hertzfeldtiano lo inundan todo aquí, a pesar de que deja la puerta entreabierta a la belleza, el optimismo y el amor por la existencia.
En su afán por capturar el detalle y estudiar la vida humana, especialmente, la urbana, Hertzfeldt, a través de unos dibujos descaradamente sencillos e imponentemente efectivos, y apoyado en una espectacular banda sonora empleada de forma modélica, habla, en tan sólo un cuarto de hora, de la confusión, la incomunicación, la condición física, animal del ser humano, la aprensión, la competitividad, el fracaso, la costumbre y la monotonía, el miedo, el automatismo, el morbo y la violencia, la soledad, el amor, la muerte, el dinero, el progreso, la resignación, la cortesía y su reverso oscuro, la hipocresía, los recuerdos, la técnica, la tecnología y la medicina, el arte, el sexo, el comercio, la religión, el ocio, la indiferencia y tantas otras cosas que nos rodean a diario. Y lo expone como una ráfaga de disparos, y de forma tan aparentemente espontánea y tan apasionada, que, al espectador, indefenso, le resulta imposible mantenerse al margen y evitar que la obra se convierta en una experiencia tan sugestiva como lacerante.
A mitad del metraje, además, todo se vuelve (aún más) extraño. El sentido de lo onírico atraviesa la capa que nos separa del mundo de los sueños y, con un delicioso empleo del surrealismo clásico, transforma la realidad de un modo natural y justificado, resaltando, con ello, la cualidad onírica que la realidad, de por sí, tiene. El autor nos hace partícipes de ella gracias a que previamente nos había instalado, buscando la identificación del espectador con la obra, en una dimensión conocida, corriente: la nuestra.
Aunque podemos encontrar ciertas similitudes con artistas anteriores como Harvey Pekar, Ryan Larkin o Robert Crumb, Don Hertzfeldt es uno de esos raros autores con una acentuada impronta personal, amén de una mirada incisiva, una creatividad aplastante y un entusiasmo insistente. Hoy en día, continúa creando, por suerte para nosotros, sus pequeñas maravillas animadas.
Everything Will Be Ok (Don Hertzfeldt, 2006):
Primera parte:
Segunda parte:
Es una de las mejores reseñas que he visto hasta el momento en la sección. Muy, muy completa (creo que has llegado a citar unos 30 temas que Hertzfeldt trata en su corto, eso es un análisis exhaustivo :P). Muy bien descrito y elogiado, y, además, "Everything…" lo merece. Yo también lo recomiendo a todo el mundo. Enhorabuena, Cristian.
Bravo. Por la elección (me has dado la oportunidad de verlo) y por el análisis, que me he leído tras el visionado.
Muchas gracias a ambos. 😉
Uno de lo mejores cortos de la historia. Trata tantas cosas en tan poco tiempo que además invita a revisarlo una y otra vez.
Pues me lo apunto. No sabía de su existencia.
Exelente, tnato la reseña como el corto-metraje
Gracias, Lisardo. Un saludo.