Indomable, del difuso Steven Soderbergh, fue una de las películas del día en la Berlinale. Berlinale que afronta su recta final y que, si exceptuamos la mencionada Indomable, tuvo un día de lo más oriental. Pero no adelantemos acontecimientos, vamos con las opiniones de nuestros egregios plumillas:
«El guion revela que nadie se ha machacado el cerebro para hacer algo original y sustancioso. Eso sí, las infinitas exhibiciones de kung fu y otras artes marciales están muy bien rodadas. (…) Indomable es un juguete rutinario y prescindible.
Puedes flipar intentando comprender qué ha pretendido contarte la película indonesia Postales desde el zoo. (…) Llevo siete días intentando familiarizarme y convivir con los múltiples disparates adornados de simbologías y metáforas que muestra gran parte de la sección oficial, pero con los que acumula esta película indonesia superan mi capacidad de estupor.
Las imágenes están cuidadas, pero White deer plain tiene un problema insalvable y es que necesita 190 minutos para retratar el puteo ancestral que sufren los humildes.»
«Lo que propone el director de Contagio, por citar la última, es de nuevo una narración fría y cerebral en un universo que se conmociona. La cámara apenas se mueve nerviosa de hombro en hombro como en el cine reciente del mismo género. Tampoco hay más palabras que las justas. Existe y se nota, la declarada intención de construir el cine desde la imagen limpia. No se busca fingir la acción con el ruido de la cámara agitándose, sino llegar, si eso es posible, a la esencia del movimiento continuo. Arriesgado y brillante.
Desde Indonesia llegó a Berlín Postcards from the zoo, de Edwin (así), una fábula semi-infantil, semi-bien-narrada, semi-poética. Cuando el lirismo antes que narración es argumento, malo. El problema es intentar convertir cada imagen en metáfora de algo mayor y necesariamente inescrutable. Junto a los aciertos formales, que lo hay, todo se antoja demasiado impreciso y evanescente para pesar tanto como la verdad.
Y desde China, White deer plain. El director, más allá del resto de sus trabajos, se esfuerza por dar brío a una narrración que quiere y exige épica. Y aquí es donde se descubre un trabajo irregular, monocorde. Carencias, eso sí, compensadas por el magnetismo de unas composiciones a medio camino entre Rembrandt y…aquí nos faltan las referencias orientales.»
Aunque Soderbergh insistió ayer en que ha hecho Haywire para desengrasar máquinas y con el único objetivo de divertirse, no es difícil detectar en ella rasgos de sus películas más radicales, aquellas que ha hecho dándole la espalda al público. Para empezar, esa mirada fría, abstracta y concreta a la vez, que deseca las escenas de acción. Soderbergh ha hecho una magnífica película sin argumento; una película, en fin, que cumple literalmente con aquel célebre predicamento de su admirado Godard: «Lo único que se necesita para una película es una mujer y una pistola».
Postcards from the Zoo imagina a una joven que de niña fue abandonada por su padre en el zoo de Jakarta, actuando como una jirafa que sale de su cautiverio. En la película de Edwin, los animales parecen personas, y viceversa.
White Deer Plain, del chino Wang Quan’an, no cambiará la historia del cine, pero tiene mucho que decir sobre la de su país (…) con aliento épico y espíritu provocativo (¿sexo explícito en una película china?), pero le falta explicar el contexto para que sea inteligible para el espectador occidental.
Bonus track: Trailer de Indomable