27 de julio de 2024

Festival 4+1, día 3

La jornada de ayer fue, sin duda, la mejor hasta la fecha. Cuatro fueron las películas exhibidas en la sede oficial de Madrid: Verano, Bellflower, The Ballad of Genesis and Lady Jaye y Life Without Principle.

Empezamos con Verano, de José Luis Torres Leiva, su segunda película de ficción después de haber trabajado en el terreno del documental. Se trata de una historia coral cuyo nexo de unión es el balneario en el que todos pasan sus vacaciones estivales. La película está grabada en VHS, proyectada sobre una sábana y filmada en 35mm, de este modo el tratamiento de la imagen es similar al de las películas de 8mm. Pretendiendo evocar las películas domésticas de antaño con ese sopor veraniego, el tiempo en suspenso, la reflexión y la nostalgia. Sin embargo, lo que a priori podría parecer un ejercicio innovador sobre la fragmentación del relato, alternando vídeo con fotomontaje, y cuyo fin es el de generar sensaciones, finalmente se convierte en un producto ordinario que no ofrece sorpresa alguna o pueda trascender de cara al espectador.

Y ahora vamos con lo mejor del festival hasta el momento. Bellflower, de Evan Glodell, cuya buena acogida en el Festival de Sitges de 2011 se ha visto reforzada en la proyección de ayer. Demuestra cuán loco puede llegar a ser el Apocalipsis si uno se lo propone: un lanzallamas, coches tuneados, alcohol en vena… Basta decir que la pareja protagonista se enamora mientras degustan grillos vivos en una romántica velada. Mad Max es el plan perfecto para sobrevivir al fin del mundo pero con lo que no contaban es con aquello de lo que carece el film australiano: el amor. Lo que al principio podría parecer una road movie acaba por convertirse en una película de ciencia ficción que carece de toda lógica narrativa y temporal, con grandes dosis de violencia. Sus personajes, su argumento y su forma, caminan todos sobre la misma línea de desvergüenza, locura y abstracción. Muy recomendable.

Ascendiendo el nivel a lo largo de la tarde, aparece la película The Ballad of Genesis and Lady Jaye, de la directora y fotógrafa francesa afincada en Nueva York, Marie Losier. Se trata de un documental en el que el amor sirve de eje para mostrar hasta qué punto uno y uno pueden llegar a convertirse en uno solo. Para, su protagonista, Genesis P-Orridge, esto pasa por transformarse físicamente en su pareja, un acto de amor llevado a su máxima expresión. Tanto ella como su pareja, Lady Jaye, relatan esta experiencia, su convivencia y su sentido de la vida. El tratamiento visual del documental está lleno de referencias al cine underground e independiente USA de los Sesenta y Setenta, desde Warhol hasta los ambientes de The Factory en los que la Velvet Underground organizaba sus fiestas. Emotiva y fresca, se trata de una historia en que, por encima de todo el espíritu de libertad y de ser lo que a uno le apetezca inunda toda la obra.

Para terminar Life Without Principle, dirigida por Johnnie To, cuya filmografía se caracteriza por haberse acercado al thriller de acción en todas sus vertientes. En este caso desarrolla una intrincada trama reflexionando sobre la crisis económica. Es una historia coral en la que sus personajes terminan por coincidir en los mismos lugares. La película cuenta con una gran factura y un ritmo endiablado, además de grandes dosis de humor. Es un fiel retrato del mundo en el que vivimos, de ese efecto dominó en el que la decisión de una persona influye de manera decisiva en las vidas de otros.

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