Os contamos todo lo que nos dijeron los protagonistas de Los últimos días.
Esta mañana hemos asistido al pase de Los últimos días seguido por una rueda de prensa de presentación de la película, en la que hemos conversado con los directores Alex y David Pastor, el reparto protagonista al completo y los productores de la cinta.
Los últimos días cuenta como una rara enfermedad se extiende por todo el planeta obligando a la gente a permanecer encerrada sin poder salir a la calle por el riesgo a morir casi inmediatamente. Dos personas que se encuentran aisladas en un edificio de Barcelona se alían para, a través de los túneles del metro y de las alcantarillas, poder encontrar a sus seres queridos.
La elección de Barcelona como escenario apocalíptico, para Alex Pastor “era la opción más evidente porque somos de allí. Siempre vemos películas en las que se acaba el mundo, pero si se acaba en Nueva York o en Londres, ¿por qué no en Barcelona? Ver Nueva York destruido ya no supone ninguna sorpresa, en cambio Barcelona si y eso era lo que nos atraía, así como el hecho de que nadie lo hubiera hecho antes. Creemos que es bastante más efectivo e inquietante cuando trasladas la acción a una realidad mucho más cercana al espectador”. De hecho, en un primer guión, la historia estaba ambientada en Nueva York, que es donde residen los hermanos Pastor, pero tras hablar con los productores decidieron situarla en España, “afrontando el riesgo de contar una historia apocalíptica aquí, con todo lo que ello supone, pero la decisión fue acertada ya que combina muy bien la acción con la emoción y con personajes con los que podemos sentirnos identificados” comenta Pedro Uriol, uno de los productores.
También a Leticia Dolera “ver mi ciudad destruida y apocalíptica” le hizo especial ilusión a la hora de formar parte del proyecto.
Los últimos días es la segunda película dirigida por los hermanos Pastor, quienes no tienen ningún conflicto al trabajar juntos, al contrario. Según nos ha contado David, “el secreto es la compenetración. Hacemos un poco de todo los dos, el trabajar juntos desde el inicio escribiendo el guión, desarrollándolo y planificándolo, hace que ambos tengamos la misma película en la cabeza y que, cuando llegamos al rodaje, lo tengamos todo muy preparado y muy claro lo que queremos contar. Admiro mucho a la gente que rueda en solitario porque es durísimo, y tener un hombro donde apoyarse como lo tenemos nosotros, es una suerte.”
Al preguntar a los directores por sus referencias a la hora de contar una historia como la de Los últimos días, Alex tiene muy claro que “de manera consciente o inconsciente uno mete de todo en la película, desde cintas de género como Soy leyenda o Hijos de los hombres, a referentes más amplios como pueda ser Spielberg. Admiramos mucho cómo utiliza la cámara, como combina el trabajo de los actores con la música y con lo visual para que todo sea una única cosa que mueva y conmueva al espectador.”
Precisamente la técnica de rodaje de los hermanos Pastor, fue un aliciente para los actores a la hora de afrontar sus papeles. Para Quim Gutiérrez “fue muy duro, pero la enorme eficacia del equipo técnico nos puso las cosas muy fáciles en un rodaje paradójicamente muy poco accidentado. Las localizaciones permitían enfatizar el aspecto visual y mostrar al espectador una Barcelona sorprendente y desconocida. Para nosotros era un lujo rodar con decorados naturales y por ello fue muy sencillo meterse en la piel de estos personajes y en su sensación de desubicación ante lugares totalmente conocidos con anterioridad pero destrozados.” José Coronado por su parte comenta que “nuestra ilusión con la historia nos podía y nos animaba a tener el aguante y la osadía para acometer cualquier cosa. Tanto Quim como yo somos muy ‘echaos pa’lante’ y a veces tenían que frenarnos los directores. Era una delicia estar en un proyecto en el que empezábamos a confiar según íbamos andando. El acierto de esta película es la fusión que hacen los hermanos Pastor del cine americano, en cuanto a ritmo, estilo y factura trepidantes, pero sin olvidar sus raíces europeas, apelando a la emoción del cine que se hace aquí. El producto final es una película de aventuras donde se habla de amistad, de amor y sobre todo de un viaje que hace reflexionar sobre esto, que es ficción, pero que no está tan alejado de la realidad que pueda suceder en breve, en vista de cómo maltratamos el planeta.”
A ese respecto de entender la película como una metáfora de la situación actual, Alex Pastor se posiciona diciendo que “uno siempre quiere que las películas sean muchas cosas a la vez, que tengan su contenido metafórico pero a la vez sean una aventura. El tema de la crisis está en Los últimos días, pero fue apareciendo progresivamente. El guión surgió de un malestar más abstracto que viene dado por el tipo de vida que vivimos, con ruidos, prisas, etc… La crisis económica actual se fue filtrando en él como una manera de ver cómo este sistema tiene sus ventajas pero también sus peligros, como pueden ser el miedo al despido, el pelear por un trabajo que ni siquiera te gusta,… Es inevitable que se toque.” También Leticia Dolera tiene su propia interpretación metafórica de la película, “creo que es un pánico a salir al exterior. Hoy en día todo se puede comprar por Internet y nos relacionamos por las redes sociales casi exclusivamente, y eso es peligroso y podría degenerar en una situación como la que se ve en la película. Aunque se nota que es española, porque los españoles siempre pensamos que, por muy mal que vayan las cosas, todo se va a arreglar.”
La experiencia de Leticia Dolera con los hermanos Pastor “ha sido muy bonita, me hacía mucha ilusión formar parte de esta película desde que vi el póster y el teaser en Sitges. El género fantástico no sólo sirve para ver explotar bombas, al revés, es el mejor vehículo para hablar del alma humana, de la sociedad y de lo que nos preocupa a las personas.” Dolera no había coincidido antes con ninguno de sus compañeros de reparto y “sólo me quedé con ganas de compartir escena con Jose (Coronado).”
También con ganas de más aventura se quedó Marta Etura, “me quedé con la pena de ser ‘la chica de’, pero es un personaje muy importante en la historia, es el motor que hace que Marc (Gutiérrez) vaya en busca de su amor. Desde que leí el guión tuve la certeza de que iba a ser un peliculón, y estaba deseando formar parte de esta aventura.”
Para David Pastor, Los últimos días es una película optimista y esperanzadora, pero para llegar a ese punto, a esa luz al final del túnel, hay un proceso traumático y doloroso. La película intenta reflejar precisamente que, para llegar a la luz, antes hay que pasar por la oscuridad. El motivo por el que suceden los hechos que se narran, quedan sin explicar porque en el fondo, lo importante es el viaje de los personajes, las relaciones de amor y de amistad que se crean entre ellos y todas las emociones que surgen de eso. Lo otro es el telón de fondo para meternos en esta aventura.” Finalmente, los hermanos Pastor “no nos planteamos una posible secuela. El final es un final abierto y esperanzador para que sea el espectador el que la termine en su cabeza.”