Paramount Pictures ha corrido el telón y mostrado 15 minutos de una de las películas comerciales más esperadas y apetecibles del año. ¡Es hora de hincarles el diente!
Guerra Mundial Z está ligada a un dilatado proyecto repleto de inconvenientes, desgracias y chorreo extra de millones que han convertido al filme de Marc Forster en uno de los estrenos más esperados del 2013 y, al mismo tiempo, en una prueba titánica en el boxoffice para suponer algún tipo de rentabilidad. Si el presupuesto se disparó hasta límites insospechables y su final (y enseres) tuvo que ser rodado de nuevo bajo la batuta de Damon Lindelof por no funcionar inicialmente, las noticias desencadenantes han propiciado que la cinta protagonizada por Brad Pitt, que finalmente se estrenará en España el 2 de agosto, esté constantemente en carne viva. Si los parecidos con la novela de Max Brooks, en la que supuestamente se basa, pasan únicamente por el título que comparten y los cambios producidos para no herir sensibilidades en el mercado chino han dejado claras las intenciones de sometimiento al territorio mainstream, la inmediata novedad nos lleva a los 15 minutos avanzados por parte de la distribuidora. La muestra denota la comercialidad y funcionalidad de una película que busca un rating PG-13 eludiendo cierta visceralidad y sangre en una violencia en absoluto explícita, lapidada por los kilotones de acción, disparos y explosiones.
Aunque siempre se rumoreó con la posibilidad de convertir a Guerra Mundial Z en una trilogía dependerá de la obvia rentabilidad de su primera parte. Sólo para que se hagan una idea: debería no solo convertirse en la película de zombies más taquillera de la historia del cine sino sobrepasar a Soy leyenda de Francis Lawrence, con la que comparte ciertos parecidos razonables. Si el mondo zombie está de moda, Guerra Mundial Z pretende poner su granito de arena en un ejercicio de producción mastodóntico al servicio de un thriller apocalíptico en la onda ‘Bourne’ sobre una pandemia global que ha plagado el planeta de peligrosas y hambrientas hordas de muertos vivientes y/o infectados. A falta de nuevos añadidos en postproducción, observamos diferencias gores razonables: si en The Walking Dead una simple mordida provocaba el desgarramiento de medio miembro y dos litros de sangre, aquí los bocados nos recuerdan al universo Crepúsculo. Los zombis, más que tener hambre y devorar todo aquello que esté a su paso, quieren forman un ejército de cientos de millones de infectados.
Los zombis, eso sí, van a ser los más letales vistos en pantalla: corren más que Usain Bolt, saltan más que Felix Baumgartner y fueron entrenados en la técnica del cabezazo por el mismísimo Zinedine Zidane. ¡Nadie puede escapar de ellos! Con semejante plantel, Gerry Lane (Pitt) tendrá que viajar a contrarreloj por todo mundo y más rápido que Willy Fog para salvar al planeta consiguiendo encontrar al paciente cero o una cura contra el implacable virus que amenaza acabar con toda la humanidad. Obviamente los 15 minutos ofrecidos por Paramount no desvelan ni la solución narrativa de Damon Lindelof o si ésta ha sido incluir a un nuevo Pulpo Paul como enemigo final del videojuego. Tampoco vemos plasmada esa concepción freudiana del deseo de comerse a Brad Pitt por una gran parte de la humanidad dentro y fuera de la pantalla. Las tres secuencias nos remiten a su trailer y amplían las sensaciones del mismo: Guerra Mundial Z va a ser espectacular y muy equilibrada en sus dosis de tensión, acción y terror, aunque queda por confirmar tanto su arco argumental como despliegue dramático de los personajes… si es que finalmente no acaban devorados por sus impactantes escenas repletas de efectos especiales.
Si bien Marc Foster dejaba claro al comienzo del pase en un su presentación que al resultado final le faltaba postproducción, montaje de sonido y seguramente más CGI, Guerra Mundial Z exhibe sus intenciones en las tres secuencias mostradas:
— Comenzamos con el arranque que quiere ponerse a la altura de los grandes puntos de partida que proponían Amanecer de los muertos de Zack Snyder, 28 días después de Danny Boyle o el piloto de The Walking Dead dirigido por Frank Darabont. El escenario será Filadelfia y ya habíamos visto fragmentado en el trailer los instantes previos al estadillo de la infección en plena urbe. El atasco en el que se encuentra la familia Lane empezará a aumentar en tensión con el sonido y noticias que llegan del exterior. Un retrovisor roto y una moto de policía arrollada por un camión de la basura, que no para de llevarse los coches que se encontraban en el atasco, nos presentaran la explosión del brote vírico y la transformación de un humano por la mordida crepusculiana. La familia Lane tendrá que refugiarse en una caravana e iniciar su huida. ¡Es hora de sobrevivir… en familia! La secuencia final e inaugural de Guerra Mundial Z hasta que Gerry Lane salta hacia un helicóptero para escapar con su familia promete ser cercana a los veinte minutos llenos de frenética acción y fantásticos sustos y tensión. A la espera quedamos de ver más en detalle a esos zombis con dentaduras en plan cascanueces y movimiento del mejor flashmob con su baile del meneíto.
— Gerry Lane sigue buscando en Jerusalén la manera de llegar a la India para encontrar al paciente cero. Mientras unos han levantado muros, Lane cree que hay que buscar otro tipo de solución para acabar con la amenaza. En la novela de Max Brooks los supervivientes pasan directamente al ataque y seguramente sea aquello que veamos en las partes venideras si llegan a materializarse. La megafonía del interior del gran campo de refugiados pone en pie de guerra (nunca mejor dicho) a los miles de infectados que se encuentran en el exterior. La supervivencia de los humanos será puesta a prueba nuevamente en otra de las secuencias ya vistas en los trailers y avances y que nos muestra la composición en grandes actos amenizados con la banda sonora ¿’cornamental’ y calcada? de Origen. Los zombis querrán comerse de nuevo a Brad Pitt, que será escoltado para abandonar la ciudad asediada y acabarán refugiándose en el interior de un edificio por el que no paran de entrar zombis como si fueran las puertas de un concierto de Justin Bieber. Para colmo también descubriremos que los infectados se han visto El ultimátum de Bourne y saben saltar entre edificios mucho mejor que Matt Damon. Jopelines, ¿qué no saben hacer aquí?
— Para acabar, veremos también desarrollada la secuencia de un avión que atraviesa Europa y donde Gerry Lane viaje seguramente con una soldado que ha desarrollado cierta inmunidad al temible virus. Veremos que un perro da la señal de alerta de que alguien en el baño del avión repleto de pasajeros ‘huele mal’. La azafata abrirá la caja de Pandora y el perro huye del lugar del crimen… Comienza el horror y la infección se dispersa rápidamente por el avión. La secuencia va a resumir Flight of the Living Dead: Outbreak on a Plane en dos ladridos y Lane tendrá que hacer aquello que muchos espectadores desearon hacer durante la proyección de Los amantes pasajeros: soltar una granada y provocar una descomprensión a lo Desafío total (ojo, no confundir con Desafío rectal) para mandar las heces a freír vientos…
¡Cuánto ritmo y cuánta taquicardia! ¡Queremos más! ¿¡Cuánto hay que esperar!? Hasta el 21 de junio si resides en EEUU y hasta el lejano 2 de agosto si vives en Mordor y/o Silent Hill. ¡Cuánta agonía! ¡Necesito saber! ¡Necesito saber qué pasa con el perro del avión! A Brad Pitt se lo dejo todo entero para ustedes, infectados o no.