Hit so Hard, la caída y resurrección de Patty Schemel en el Filmin Music Festival.
Hace unos días me pegue un auténtico maratón viendo la Miniserie documental de la BBC llamada Seven Ages of Rock, 8 horas que condensaban intensamente y con pasión, como la música había evolucionado desde Jimi Hendrix hasta Arctic Monkeys, 50 años reinventando, 50 años siendo la voz de la juventud de todo el mundo, 50 años adaptándose a cada época sin perder su esencia. Durante estas eras había algo casi común, aparte de tener buena música, y era la cantidad de juguetes rotos, de ídolos caídos y destrozados que cegados por el eslogan “Sexo, drogas y Rock’n Roll” perdieron la vista y, de paso, la razón: Jimi Hendrix, Syd Barret, Ozzy Osbourne, Kurt Cobain o Pete Doherty. Estos grandes nombres son solo la punta del iceberg pero hay muchos más casos como el que nos ocupa: Patty Schemel. Hit so Hard es la película biográfica sobre la batería de uno de los grupos más conocidos de la escena grunge de Seattle: Hole o lo que es lo mismo, la banda de Courtney Love. La película se forma principalmente de testimonios y de imágenes de archivo que Patty grabó durante estos años.
El documental nos adentra en la vida de Patty, un “bicho raro” en un pequeño pueblo rural de Estados Unidos, un hogar formado por padres alcohólicos y un hermano con el que compartía la pasión por la música y por el alcohol, claro. Desde los 11 años aprendió a tocar la batería con furia y fuerza (De ahí el título: Golpea con fuerza), una vía de escape perfecta para huir de un mundo en el que no encajaba. La música tenía para ella el poder de darle una identidad, de sentir que pertenecía a algo, en definitiva, el único vehículo posible para comprender el mundo. Este desencanto juvenil, esas familias desestructuradas y esa furia hacia una forma política que los alejaba de cualquier oportunidad, fue un punto en común de toda una generación que coincidió en Seattle a principio de los 90. Y la verdad que uno de los mayores aciertos de este documental es el retrato de la escena grunge en esta ciudad. Tanto ese caldo de cultivo social, económico y político que parecía haber marcado a todos estos jóvenes, como desde el ámbito más personal, ejemplarizado en el triángulo que forman nuestra protagonista con dos de los grandes iconos de los 90 y de toda una generación: Kurt Cobain y Courtney Love.
Pero Hit so Hard no sólo es una breve radiografía a todo el movimiento grunge, sino que además funciona como un maravilloso homenaje a todas esas mujeres pioneras que lucharon contra los prejuicios de que el Rock era un negocio de hombres, mujeres que como Patty se sentían cómodas en uno de los instrumentos más duros, exigentes e indispensables: la batería.
A pesar de que el documental es un auténtico lujo, se le puede achacar un trabajo algo anárquico en la dirección, que nada tiene que ver con el guión o la historia. Durante la primera media hora la película avanza de forma caótica, va saltando entre diversos temas y diversas épocas sin situarse en ninguna, generando por momentos una sensación de descontrol y perdida cronológica que no ayuda para nada a la película. Además de contar con unas entradillas innecesarias que desvían la atención sin aportar información, cortando además el ritmo de la narración.
Pero al fin y al cabo el tema central es la redención de Patty Schemel, una desmitificación bastante dura e incómoda del mito de la vida rockera que se nos proyecta habitualmente. Ejemplifica una carrera marcada por la autodestrucción como única medida para luchar contra el desempleo. La caída de Patty es absolutamente desastrosa, cruel e injusta, casi auspiciada por su propia banda que le negó la confianza cuando más lo necesitaba y por supuesto asistimos a su ascenso, con menos glamour y exigencia, encontrando la felicidad en una vida cotidiana más simple y sencilla. Hit so Hard es un retrato amargo del éxito y de la fugacidad de éste, de la importancia de la música como mecanismo de pertenencia y tabla de salvación. La sensación final es que Patty sacrifica su intimidad, más que para contar su historia, para describir y enumerar todos los caminos que llevaron a su destrucción.
Creo que "Rockeros rehabilitados" y "Rockeros viejunos que siguen dándolo todo" son dos subgéneros del documental musical. Creo.