Echamos el cierre al PIFFF.
Una de las películas más esperadas para los amantes del “cine de género”, y por ende del público medio de este festival, era la nueva obra, tras 4 años, de los creadores de Amer; L’ etrange couleur des larmes de ton corps (Premios personal al título y al poster más bonito del año), los belgas Hélène Cattet y Bruno Forzani que siguen en su camino personal, alejado de toda moda, apostando por un cine incomparable en el marco del cine actual pero que bebe intensamente de los grandes maestros del Giallo italiano. Al salir del cine me ha producido la misma confrontación interna que el visionado de Amer, aunque es cierto que ésta cuenta con un plus que proviene de la calidad en la forma que ha sido vista. Así que como cualquier trastornado salido de este precioso inmueble Art nouveau, no sé con qué quedarme.
Una parte de mí reconoce que pocas experiencias cinéfilas puedo comparar con este visionado: tener en pantalla grande una obra tan cuidada, tan detallista, tan perfecta que cada plano parece un regalo en los que estos autores han trabajado durante horas. Mezclando sus filias de magistral manera son capaces de crear un relato visual como pocos autores actuales pueden, con un uso del montaje y posproducción impresionante y con un uso del sonido que se incluyó al cine para cosas como ésta: los diálogos, las palabras… no tienen importancia, el ruido de esta locura aporta una atmósfera inquietante y demencial. La otra reconoce que todo esto está puesto al servicio de la locura y de la espuma. Poco trasfondo para tantos fuegos artificiales, una película que se pierde en su camino hacia llegar más lejos aunque parece que tampoco supiera hacia donde quiere ir. Parece ser que los autores planificaron todo hasta el último detalle, excepto lo primordial: el guión.
Por supuesto, es una película digna de ver, cada persona la afrontará de una manera diferente, resaltará sus virtudes o cargará contra ella sus defectos. Y ambos tendrán razón.
El otro plato del día eran los cortometrajes franceses en donde destaco 3 perlas:
Jiminy de Arthur Môlard, un cortometraje de ciencia ficción con un padrino de excepción: Denis Lavant. Seguimos a un reparador de Jiminy, un programa que inserta microchips capaz de realizar por nosotros hasta las actividades más mundanas. Una factura impecable al servicio de una historia sencilla pero tremendamente bien ejecutada.
Rose or the mute liars de Gregory Monro, un breve y a la par espeluznante relato. Una atmosfera malsana conseguida con un plano fijo, una actriz y un par de flashbacks. La sensación de terror que te deja en sólo 10 minutos solo es comparable con las ganas de saber más de la Pequeña Rose.
Y la auténtica revelación para una servidora: Mecs Meufs de Liam Endge. Desde ya subrayo su nombre, no sé si dará que hablar o no, pero prometedor es un rato, capaz de poner la fantasía al servicio de la comedia, con unos diálogos llenos de carisma y cercanos para cualquier espectador. Consiguió arrancarme (a mí y a toda la sala) más de una carcajada. La historia es sencilla: 5 amigos en un bar discuten sobre las diferencias entre ligar para una mujer y para un hombre. De esta lucha de sexos, nada original, sale un relato fascinante por divertido y por tener más mala leche de la que parece a priori. Esta semana será programado dentro del Festival La Boca Erótica de Madrid (Miercoles 27, 19:45) y dentro del Festival Andalesgai de Sevilla (Viernes 29, 17:30). No dudéis en acercaros.
El Palmarés del Festival dio pocas sorpresas, Cheap Thrills de E.L. Katz sigue en su racha ganadora tras Sitges, donde fue una de las películas que más gusto al público, aquí se alzó con el “Oeil d’or”, premio votado por el público tras cada sesión. En cambio, en cortometrajes franceses, Jiminy arraso entre las votaciones del público y jurado:
- Gran Premio al Mejor Largometraje en Competición para Cheap Thrills de E.L. Katz.
- Gran Premio al Mejor Cortometraje Francés para Jiminy de Arthur Môlard
- Premio del Jurado al Mejor Cortometraje Francés para Jiminy de Arthur Môlard
- Gran Premio al Mejor Cortometraje Internacional para The man who could not dream de Kasimir Burgess y James Armstrong.
- Y el canal temático de cine de terror de Canal + dio sus premios a L’etrange couleur des larmes de ton corps de Helene Cattet y Bruno Forzani y a Jiminy de Arthur Môlard.
Así que en esta tercera edición, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Paris se ha consolidado con una mejora cualitativa de su programación pero también con una afluencia mayor de público, que durante 6 días lleno la sala principal de los cines Gaumont de Opera. Un pequeño festival con un equipo lleno de entusiasmo y ganas por sacar un evento de este tipo en Paris. Así que… ¡Nos vemos el año que viene!
Nunca se hablará lo bastante bien de una película que inflinge al espectador una herida vagina en el cráneo.