11 de octubre de 2024

Críticas: El Hobbit. La desolación de Smaug

THE HOBBIT: THE DESOLATION OF SMAUG

La desolación de Snuff.

Sí, sólo acepté acudir a este pase para ponerle ese título a la crítica. Se repiten parte de mis impresionar para la primera entrega de la nueva saga: en el pase no hay gente disfrazada, lo cual produce una mezcla de desconcierto y alivio. Sería esperable que la hubiera, porque por algún motivo en los pases “normales” no pasamos de 20 personas y aquí hay como 200. Supongo que hay muchas publicaciones que están dedicadas exclusivamente al universo Tolkien o al blockbuster duro.

Advierto que aunque era en 3D y en estéreo, el número de fotogramas por segundo era bastante razonable. Así que ese tipo de preguntas se las hacéis a algún ingeniero y a mí me hacéis la de siempre “¿Qué te ha parecido?” en el enlace a esta crítica.

Vale que no me acordaba dónde había acabado la primera aventura jobitona, pero el flashback inicial me ha parecido excesivo. Pero es que ésta es una película para el exceso, más dimensiones, más enanos, más fotogramas, más inventaditas respecto a la obra de Tolkien,.. y aquí tengo que hacer una pausa. Pausa para dejar claro que no soy ningún fanboy de Tolkien (soy de la mayoría silenciosa que no pudo acabar ESDLA, os lo dice uno que se acabó El Almuerzo Desnudo). Pero sí leí El Hobbit cuando tocaba, en la preadolescencia, y puedo decir que lo disfruté mucho.

THE HOBBIT: DESOLATION OF SMAUG

En esta película queda ejemplificado su gran problema que ya adelanté en la primera entrega; pero en esta ocasión de forma muy palpable. Una de las escenas más divertidas del libro (que no era más que una repetición de lo que sucedía al comienzo en casa de Bilbo) era cuando al llegar a casa de Beorn (el hombre que se convertía en oso) los enanos decidían presentarse en pequeños grupos en lugar de todos a la vez, por iniciativa de Gandalf, para ir administrándole la noticia poco a poco al inesperado anfitrión de su condición de tal. Esta escena, cómica de una manera tan fabulosa, como de leyenda oral, es reemplazada por una espectacular persecución del hombre oso (más virtual que la recuperación económica) intentando cazar a los enanos. Es decir, sustituimos escenas de ingenio y picaresca infantiloide, de un encanto especial, por acción y computer generated imagery, para lucimiento de los chicos de Weta Digital, que acaban siendo los protagonistas de la película y tienen todo mi respeto.

Las partes de acción y pelea se convierten en borrones a gran velocidad. La película es demasiado oscura y estoy seguro de que al menos esto último viene condicionado tanto por el 3D como por los CGI. Al final no se sabe quién está a servicio de quién.

La película consiste en buena parte en Enanos Llegando a Sitios y Enanos Huyendo de esos Sitios. Aunque Légolas, una vez más, vuelve a hacer skate. Pero, dejándome llevar, es casi disfrutable. En buena parte gracias al carisma de Martin Freeman, que es un Bilbo perfecto y uno de los personajes que logra mantener ese encanto, porque no olvidemos que ésta es su historia. También Smaug está imponente y encantador en su extrema maldad casi de villano Disney. Tanto por su imagen como por su voz, que no es otra que la de Benedict Cumberbatch, protagonista de la serie Sherlock (¡Que coprotagoniza con Martin Freeman!) y al que ahora podemos ver en pantalla en 12 años de esclavitud.

El hobbit 3

En contra de la película juegan la búsqueda incansable de épica y su delirante metraje: si sumamos esta entrega y la anterior, sumamos casi 330 minutos. ¿Sabéis cuántas páginas tiene el manuscrito original? 324. Es decir, aunque hubieran cerrado aquí (y lo que recuerdo que resta del libro es resuelto de manera rutinaria al estilo Tolkien de “alguien te cuenta lo que ha pasado en lugar de habértelo contado en presente”) iríamos a menos de una página por minuto. Pero apuesto a que la siguiente entrega no bajará de los 160 minutos, así que tendremos un total de casi 500 minutos. Así que se resuelve algo más de minuto y medio por página, a 0.65 páginas por minuto. Como no dirige Tsai Ming-Liang (anda que no pagaría por ver eso) ni ningún filipino loco y el ritmo de la película es normal, imaginad la cantidad de licencias que son necesarias tomarse para rellenar todo ese metraje. Así que ese “basado en” igual debería ser “inspirando en”. No soy un fanboy, pero tampoco soy idiota.

Si te encanta que te chorree por la barbilla la mantequilla de las palomitas en el cine, sin duda has acertado: es tu película. Si eres un pobre espectador temeroso de Dios quizá, entre todos esos incontables minutos, halles unos cuantos buenos.

9 comentario en “Críticas: El Hobbit. La desolación de Smaug

  1. 1. Estaría bien que en la crítica no hubiese 3 párrafos hablando de ti mismo.
    2. No justifica su duración ni la critica, pero en ese absurdo párrafo de cálculos sobre páginas, te has olvidado de incluir los epígrafes.

    ¿Has ido a ver la película o te has hecho una paja?

    1. En tu reseña veo que te consideras fan adorador de Peter Jackson por lo que seguramente estarías más cerca de ese momento masturbatorio al que haces referencia. Algo que estás en pleno derecho de hacer, obviamente. Besis.

    2. 1. La próxima vez serán 4

      2. Era un cálculo grosso modo para advertir sobre el tema de las licencias. El estudio detallado te lo paso en Excel cuando quieras.

      Hablo de escenas concretas, de interpretaciones concretas y saco conclusiones bastante concretas de por qué esta película no es un acierto, Onán.

  2. Vale que yo de lo de los fotogramas tampoco me enteré (por favor que venga el ingeniero a explicarlo), vale que Jackson hace una "adaptación" muy personal del fenomenal libro de Tolkien, vale que abusa en ocasiones de efectos por ordenador y pasotes varios de esos. Pero lo que es innegable es que hace una buenísima película de aventuras muy entretenida y disfrutable en general para cualquier amante del género y en especial, y sobro todo, para una jobitona declarada como yo 😉
    Lo que es tu desolación es mi goce, pero sin momentos masturbarios ni nada de eso…

  3. Totalmente de acuerdo con la crítica. Lo jodido es que a mí sí me moló la primera parte, pese a sus defectos. ¿Soy el único que ve en aquella película el tono de aventura ligera, y un sentido del humor la mar de sano, que casa perfectamente con el material original? Evidentemente también tenia momentos de épica, pero bien medidos y no excesivos. En esta segunda parte noto como que le cuesta encontrar el tono adecuado, y pierde sentido del humor (sangrante lo que hacen con Beorn, ciertamente). Lo mejor, con diferencia, Smaug. Lo peor, como se dice en la crítica, el exceso de CGI, que hay partes que da vergüenza ajena incluso.

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