Deconstruyendo el Giallo (II).
Una película tan atípica como Amer (Hélène Cattet y Bruno Forzani, 2009) generó por fuerza (y por suerte) un intenso debate cinéfilo y cierta expectación de qué sería lo siguiente. Resultaba curioso que dos directores tan imaginativos y talentosos decidieran que iban a dedicar la fuerza de su talento y juventud a algo que ya se nos advertía desde su sugerente póster: retomar el giallo. Cosa que hicieron con la intención de deconstruirlo. Y esto fue lo que hicieron los dos empecinados estetas. Empecinados porque no se han desviado de la senda que ellos mismos se han marcado.
La diferencia principal entre Amer y L’etrange couleur des larmes de ton corps es la configuración de esta segunda como un todo, asemejándose más a una película al uso… bueno, al menos un poco. Esto queda a un lado ante el despliegue de originalidad y virtuosismo técnico al que vamos a asistir. Desde un comienzo tenemos claro a qué vamos a jugar, con ese paso del aeropuerto al taxi invadido por una luz antinatural; nos remite a la obra magna de Argento, Suspiria. El taxi nos deja ante un edificio de apartamentos con una gran personalidad; va a ser otro de los personajes, por momentos protagonista. Volvemos a recordar al Argento de Suspiria o Inferno, tan enamorado de la arquitectura. Y ya, en apenas unos minutos, ha aparecido el otro director que influyó capitalmente en el giallo (sin rodar ninguno, al menos estrictamente hablando) que no es otro más que Roman Polanski y su trilogía del apartamento.
El comienzo de la película es arrollador: Dan Kristensen vuelve de un viaje de negocios para encontrar que su mujer ha desaparecido y que la puerta de su apartamento está cerrada desde dentro aunque allí no parece haber nadie. Todo esto acompañado por un ritmo de dirección y montaje que a la larga se vuelve insostenible. En buena parte de la película cada plano parece estar perfectamente engarzado en una composición de caos pulcro. No es el típico caso en el que cada plano parece azaroso y configura un montaje sorprendente, como por azar. En este caso, cada plano parece perfectamente meditado por un director loco y el montaje parece haberse decidido hace años: aquí irá el plano de este loco y no durará ni un fotograma más ni un fotograma menos. No se me ocurre otra forma para describirlo.
En la presentación de la película en Sitges 2013, Bruto Forzani explicó cómo Hélène y él habían descubierto el sonido. Como si hasta ahora no hubieran reparado en él. Es delicioso y sumamente erótico como éste realza las metáforas, pero la mayor parte del tiempo es un elemento fuente de gran malestar y perturbación… el sentido que se le quiera dar a esta última frase dependerá del tipo de experiencia que anda buscando el espectador.
Los amantes del giallo casi reirán al ver esta especie de parodia que lleva a la excelencia en lugar de al bochorno el subgénero. La mujer desaparecida de Dan se llama Edwige, probablemente en honor a Edwige Fenech, la bella musa de uno de los más grandes (y algo olvidados) directores de gialli: Sergio Martino, del cual los directores han sabido tomar lo mejor (planos caleidoscópicos incluidos). Están las muñecas, las cintas con grabaciones de voz, los guantes de cuero, las navajas de afeitar, los sombreros y las gabardinas largas: está todo. También las armas filosas por orificios impensables…
No es una película para todos los gustos, dada su estructura poco convencional y, sobre todo, su violenta dirección. Cuesta hacer pie de una secuencia a otra y uno llega a cuestionar si de verdad la película es tan narrativa como prometieron los directores. La cantidad de personajes (que con una dirección tan atípica nunca parecen llegar a ser representados del todo) genera confusión. La cinta también acaba generando empacho. Pero sigue primando la experimentación incluso por encima de la resucitación y lavado de cara de subgéneros por largo tiempo olvidados. Esto quiere decir que por encima del disfrute de la historia, está el disfrute de la experiencia. Y eso es algo perfectamente posible con esta película. Disfrutemos del enorme talento estético de los dos realizadores e intentemos resolver el misterio más adelante (está en torno a la psique femenina, de eso estoy seguro… como buena parte de las obras del giallo, por otro lado) si es que éste de verdad existe.