Segundas partes nunca fueron buenas. En cuanto a esta segunda edición del festival Nocturna, son varios los aspectos en los que se puede aplicar ese dicho, empezando por lo más importante en un festival de cine que es el nivel cualitativo de las películas. Y no es que no hayamos visto cintas que nos hayan gustado, que sí, pero si comparamos la calidad de las películas que por lo general pudimos ver el año pasado, la diferencia con las que se han proyectado en éste es más que evidente. Films como Beneath, Savaged, The Sacrament o Cruel & Unusual han sobresalido dentro de una programación bastante floja, pero al lado de películas como Toad Road, Jug Face o I am a ghost de la primera edición, aquellas se relegan a un nivel bastante inferior en comparación con éstas. La tónica general de quienes llevamos ya cinco días viendo películas sin parar en Nocturna, es precisamente la de la insatisfacción, quizá debido a la idea de que los festivales de cine debieran ir cada año a más en cuanto a la calidad de lo que se proyecta.
Por eso cuando hemos visto hoy también una segunda parte que rompe con la norma superando a su antecesora, hemos experimentado un cierto alivio entre tanta decepción. La secuela a la que nos referimos es Wolf Creek 2, realizada 8 años después de la película original que seguía a tres jóvenes turistas en Australia que se topan con un lugareño psicópata que les torturará hasta la muerte. Sorprendentemente, en esta ocasión la continuación de las andanzas del malvado Mick Taylor supera a la ya bastante decente primera parte, cargándola de más gore, más originalidad y sobre todo mucho más humor, que hacen de ella la película perfecta para este tipo de festivales. El carisma del psicópata que conocimos hacia la mitad de la película en Wolf Creek, en esta ya es protagonista absoluto desde una primera escena de una violencia verbal y física muy por encima de las que tenía aquella. Partiendo del mismo esquema en el que unos excursionistas son atacados por Taylor, la continuación del slasher australiano cambia los paisajes desérticos y el ritmo pausado y contemplativo que tenía, por otro absolutamente vertiginoso con el que ni un solo momento de la película da un respiro al espectador, y a unas víctimas indefensas por un ingenioso británico capaz de hacer frente al cazador solamente con el arma de su palabra, en una de las secuencias más sorprendentes e hilarantes que se recuerdan en una película de género. Acuérdense de Mick Taylor y del actor que le da vida, John Jarrat, porque mucho nos tememos, mejor dicho esperamos, que este es sólo el principio de una saga que promete.
Para la segunda película del día, la duda nos acompañó hasta el mismo momento de elegir entre ser fieles a nuestro compromiso de ver el máximo posible de películas a competición y arriesgarnos con Chimères, aun habiendo leído la crónica de Sitges en la que se hablaba de ella, o correr también el riesgo de ver la premiere de una película de terror española con Jack Taylor y Jimmy Shaw. Difícil elección sin duda. Finalmente hemos optado por esta segunda opción, y para sorpresa nuestra la experiencia no ha sido tan desastrosa como esperábamos. Wax es la segunda película de ficción que Víctor Matellano realiza este mismo año junto con Vampyres, y nos lleva hasta el museo de cera de Barcelona en el que un reportero acepta pasar toda una noche con el propósito de grabar con varias cámaras fenómenos extraños que supuestamente ocurren en él. Una de las figuras que se hallan en el museo, es la de un asesino en serie que se come a sus víctimas antes de que se mueran, que sigue vivo y que esa misma noche se conoce la noticia de su fuga de la cárcel, por lo que la noche en el museo se convierte en una angustiosa estancia con la sospecha de que el Doctor Knox, que así se hace llamar el asesino, aparezca por allí. El siempre inquietante Jack Taylor interpreta, como no podía ser de otra manera, al asesino caníbal que atemoriza al joven Jimmy Shaw, en una película con multitud de referencias al cine de terror más clásico. Al margen de una floja actuación de Shaw, la película mantiene el suspense y la sensación asfixiante del protagonista, a través del recurso de las cámaras de seguridad o de la que el propio personaje maneja durante su estancia en el museo, pero falla al querer alargar demasiado la trama, llegando en algún momento a resultar repetitiva y pesada. Wax puede que no llegue al estatus de cine de terror de culto que tienen las películas a las que homenajea, pero tampoco podemos decir que se trate de una mala película en absoluto. Correcta sin más, que ya es más de lo que podemos decir de otras que hemos visto en el festival.
La sesión golfa también ha sido para una segunda parte, en este caso de una película de 2009 llamada Bikini girls on ice, que como todos podrán imaginar tiene como protagonistas a un grupo de chicas en bikini que son asesinadas por un psicópata llamado Moe. Pinup dolls on ice es exactamente lo mismo pero en lugar de ir en bikini, son strippers pinup, para que luego digan que no existe la originalidad. Otra ración de slasher para terminar el día, en una delirante cinta canadiense con la que sus directores Geoff Klein y Melissa Mira, intérprete esta última también de la película, pretendieron hacer lo mismo que en la primera pero con más sangre, más violencia y más tetas (sic). Y es que poco más hay que contar de ella, chicas chillando, un psicópata aún más estúpido que ellas, desquiciado completamente y que sólo emite gruñidos, y casquería por doquier completan una película tonta donde las haya de la que por supuesto nos hemos reído hasta hartarnos. La película es muy consciente de lo mala que es y se recrea en situaciones absurdas como la de presentar a un matarife con un hacha permanentemente en la mano, que sin embargo suelta en cuanto le es posible para matar a las chicas de cualquier otra manera, o en diálogos repletos de alusiones sexuales que ocupan el 90% de las conversaciones que se mantienen. Pinup dolls on ice es mala de solemnidad, para qué lo vamos a negar, pero quizá con un poco más de mala leche y un psicópata más entregado a la causa, nos lo hubiéramos pasado un poquito mejor.
Con las películas de hoy, se terminan las proyecciones de las cintas que entran en las secciones a competición de Nocturna. Mañana por la mañana sabremos el palmarés de las tres secciones, pero aun nos quedan dos días más para seguir viendo más cine de terror, del que por supuesto os tendremos al corriente.