29 de marzo de 2024

Críticas: El capital humano

El capital humano - Cinema ad hoc

La ambición y otras razones ocultas

Por la noche, un camarero regresa en bicicleta a su hogar desde su trabajo. La carretera está poco transitada, hasta que aparece un todoterreno y el ciclista es embestido. Este accidente afectará a Dino, un agente inmobiliario de provincias muy ambicioso y con serias dificultades económicas. Dino consigue un apoyo financiero para reflotar temporalmente su negocio, gracias a la familia millonaria del novio de Serena, su hija. Fabrizio y Carla son los padres del novio. Él es un especulador inmobiliario y tiburón especializado en grandes inversiones, a escala global. Ella fue una famosa actriz y ahora hace su mejor papel como esposa radiante y ejemplar. Todos ellos tienen diferentes ambiciones personales y profesionales. Además de sus propios motivos y otros secretos.

Cuando termina la proyección de El capital humano, la sensación que nos queda a los espectadores puede resultarnos dual, casi bipolar. Por una parte presenciamos una disección de la sociedad contemporánea de forma demoledora, narrada sin piedad. Por otro lado su visión no resulta deprimente ni dolorosa. Es dramática y certera, un tratado analítico y sarcástico, aunque al mismo tiempo resulte comercial y entretenida en su desarrollo. Estas características se basan en un trabajo, prácticamente sin fisuras, de todos los departamentos técnicos y artísticos que colaboran en la producción, de la que destacan un guión muy sólido, apasionante. El reparto coral, con papeles principales para los cuatro personajes mencionados antes. Un montaje dinámico, tan fluido como la lectura de los buenos relatos tradicionales. Y por supuesto su director, Paolo Virzì, un director italiano del que ya conocíamos un evocador film estrenado en salas, La prima cosa bella.

El capital humano (2) - Cinema ad hoc

Virzì maneja bien todos los recursos expresivos y narrativos, describe a los personajes y sus relaciones por la acción, miradas y gestos de cada uno, recurriendo al apoyo de los diálogos solo cuando es necesario. Presenta las secuencias con un envoltorio visual muy elaborado en el uso de movimientos de cámara justificados, con escalas de plano adecuadas a la intensidad de la ficción. Y un punto de vista con el objetivo situado a la altura de los personajes, mostrándolos sin necesidad de condenarlos ni salvarlos, tal como son. Esta opción resulta muy valiente teniendo en cuenta que, por muy humanos que sean en sus virtudes y, quizás más en sus debilidades, la mayoría pueden resultar antipáticos para el público. Sin embargo, tanto el director como los intérpretes son capaces de lograr unos personajes profundos psicológicamente, en los que no nos gustaría vernos reflejados pero a los que admitimos porque son personas reales, de carne y hueso. Lucen en el grupo como guías tan humanitarias como creibles y complejas, las dos mujeres encarnadas por Valeria Golino y Matilde Giolo, que son Roberta (la madrastra) y Serena (la joven). El apartado de los ambiciosos y trepas, lo encabeza Fabrizio Bentivoglio, que interpreta de forma ejemplar a Dino, esposo y padre de las anteriores. Junto a Valeria Bruni Tedeschi y Fabrizio Gifuni como el despreciable y justificado matrimonio Bernaschi.

El capital humano (3) - Cinema ad hoc

El capital humano adapta una novela, no publicada en España. Está escrita por el norteamericano Stephen Amidon, autor que la ubicó en su país. Paolo Virzì traslada la acción desde Conneticut hasta una ciudad italiana, sin que las situaciones se resientan en la mudanza, sino tal vez reforzando un alcance universal y similar a las situaciones contemporáneas que podrían darse en cualquier país desarrollado de Europa o de otros continentes. La estructura narrativa en tres partes y capítulos, encabezados cada uno por Dino, Carla y Serena, nos conduce por las tramas e intrigas en un laberinto de cruces y acciones complementarias que generan una intriga creciente durante su metraje. Es una estructura que puede recordar a películas clásicas y recientes con personajes que se encuentran y separan, además de saltos y coincidencias temporales. Pero el interés añadido por El capital humano es la forma en que presenta esta estructura, imitando una tela de araña originada por el accidente inicial, a partir del que se ramifican, cruzan y separan los hilos de una trampa que rodea a todos los personajes y en la cual quedan atrapados, sobreviviendo al desastre mediante un juego de tensiones continuo. Puestos a emparejarlo con más filmes, podemos añadir que podría ser la cara B de La mejor juventud, aquella épica y emocionante película del año 2003, los personajes más jóvenes retratados allí, han crecido tras veinte años con diversos mandatos de Berlusconi en la República italiana, y se han transformado en los protagonistas implacables y materialistas de la actualidad.

El capital humano (4) - Cinema ad hoc

El capital humano es un largometraje sólido e impecable, con muy buen empaque formal y proporciona un entretenimiento digno. Se le puede objetar que su estructura necesite algunos giros y componentes propios de estas estructuras narrativas similares a un mecanismo de relojería. También que en el casting se cuele un actor joven que no resulta convincente en su papel, en concreto el acusado es Giovanni Anzaldo, al que le falta fuerza y autenticidad en su interpretación del rebelde Luca. Y quizás contrasta un ese final algo esperanzador que suaviza un poco la crispación ante los acontecimientos expuestos.

Pero incluso estos pequeños defectos no son suficientes para malograr la producción más galardonada junto a La gran belleza, en los premios David de Donatello del año 2014. Un film de una cinematografía, tan cercana como es la de Italia en muchos aspectos a la nuestra, y sin embargo tan olvidada como las de nacionalidades más lejanas. Una película que lleva con mano firme y convicción su planteamiento inicial hasta las últimas consecuencias. Una crítica al capital humano, definido en economía “como el conjunto de conocimientos y habilidades útiles a la producción que acumulan los individuos y las organizaciones”.

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