19 de marzo de 2024

Atlantida Film Fest 2018: Holiday y Postcards from London

Provocaciones suecas y la primera decepción en el Atlantida Film Fest.

Curioso emparejar Holiday y Postcards from London en el mismo artículo, ambas presentes en la última edición del Atlántida Film Fest, pero sin ningún punto en común más allá de ser dos producciones europeas de autor. La primera de ellas es la ópera prima de la directora sueca Isabella Eklöf que revolucionó y sacudió al público del último Festival de Sundance por la violencia sexual en su secuencia más comentada. Lo mejor es desconocer cuanto más mejor acerca de la película y encontrarse poco a poco con todas las aristas de esta historia de una víctima que se niega a vivir bajo esta etiqueta e intenta reivindicarse ante su castrador jefe, amante y verdugo. El punto de partida no puede resultar más irónico, pues se trata del viaje de una familia y amigos a la paradisiaca Riviera Turca. Sascha (excelente Victoria Carmen Sonne) vive cegada en una red de lujo y diversión, bajo el yugo de la violencia psicológica de su pareja, Michael, líder de un clan familiar criminal.

La cineasta sueca sitúa a sus personajes en una puesta en escena rígida y distante, alejándose todo lo posible de cualquier juicio moral tanto con el desarrollo de los personajes como de la construcción de las escenas. Eklöf pone todos los ingredientes a disposición del espectador sin ninguna coartada ni subterfugios: la violencia descarnada tiene un papel primordial en la película para poder sentir, de cerca, el horror que padece a diario la protagonista. Cierta parte del público no dudará en defenestrar la película por el arco dramático final de Sascha, pero lo que se esconde ahí es uno de los alegatos feministas más potentes y viscerales de los últimos años. Holiday es una propuesta difícil, que interpela al espectador en temas peliagudos, pero el riesgo de su directora debería ser suficiente aliciente para apreciar favorablemente una cinta formalmente hermanada con Haneke.

Postcards from London

Por otro lado, Postcards from London es un pastiche de ideas y referentes mal gestionados. La película británica cuenta la historia de Jim, un joven atractivo que llega a Londres con deseos de triunfar, pero aterriza de su Essex natal sin dinero, trabajo ni cobijo. La solución a sus problemas es hacerse escort masculino en locales de ambiente gay del Soho y labrarse un nombre como el mejor en su campo. Este coming of age en clave erótica y artística es tan pedante y antipática en su propuesta estética que el sopor se adueña de la paciencia del espectador.

En su segunda película Steve McLean se ha convertido en un Bazz Luhrmann de baja estofa o en un Peter Greenaway descafeinado. Postcards from London parece querer aspirar a ser un divertimento de la noche londinense como el París de Moulin Rouge!, pero sus ambiciones no cuajan y la historia es mucho menos sugerente y demasiado predecible, la epopeya de Jim la hemos visto contada centenares de veces con mejores intenciones y resultados. La propuesta formal del director, mediante un abuso extremo de ella, termina por provocar hastío y la convergencia de Jim con las obras de arte de Caravaggio resulta tan sorprendente al inicio del filme como pomposa en las sucesivas escenas. Postcards from London es la perfecta muestra del peligro de la ambición artística y no yuxtaponer con criterio y acierto la puesta en escena deseada y la –típica- historia a contar.

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