28 de marzo de 2024

Críticas: 964 Pinocchio

Da igual donde te criaras, todos hemos escuchado el chiste con tintes eróticos en el que una mujer no deja de decirle a Pinocho: «miénteme, no pares de mentirme».  Ahora, tras un fallido toque de humor me siento preparada para hablar de este producto transgénico, que aunque se somete a todo tipo de injertos genéricos no consigue crecer de ningún modo determinado.

Hay muchos tipos de retos a los que enfrentarse en esta vida y el que implica a 964 Pinocchio queda relegado al intentar catalogar de algún modo esta película.  En un principio nos aferramos a una idea clara, torsos desnudos, pechos ventosos y movimientos lascivos nos permiten conocer a Pinocchio, un androide sexual que entraría en el grupo de los estropeados.  Ya está claro, nos encontramos ante una película erótica futurista.  Pero es un simple comienzo, un apunte de estilo que nos lleva a la identidad perdida y las almas solitarias que viven en la calle, en esta ocasión el personaje que toma el control es ella, Himiko, aunque el androide la siga revoloteando a su alrededor con su aspecto espasmódico y blanquecino.  Tal vez me adelanté y deba catalogarla como una película erótica futurista con una inmersión en el drama social, algo que no se sostiene sobre una estructura sólida, ya que pronto comienzan las clases de dicción, que te invitan a decir con lentitud Pi-no-cchi-o, prueben, varios minutos viendo a una muchacha repitiendo esa palabra con lentitud y atención y cualquiera la repetiría con ella antes que lanzar un zapato contra la pantalla de su propio televisor.

Es hora de coger aire porque sin previo aviso todo gira en torno a un ataque de histeria en el que el gore queda rendido a los pies de la escatología, de dura visión por su pura recreación en los hechos durante largo tiempo.  Cuando ya has perdido toda esperanza, porque nos encontramos en un punto álgido de la consecución de imágenes (que no narración desestructurada), te fijas en que en realidad todo se esconde tras un distópico caso de alienación laboral, seguido de carreras de fondo e intercambio de papeles.  Un poco de todo y nada en particular.  El reposo es la mejor opción tras su visionado.

Ya está, ¡esto es cine artístico! una única palabra para sucumbir a la síntesis que no consigue (ni intenta) alcanzar el film.  Ahora llega el momento en que reconozco que alguien con más poder y conocimientos que yo decidió que la película es una algarabía dentro del cyberpunk japonés y que Shozin Fukui, el creador en todos los ámbitos posibles de este modo de expresión, dio luz a su visión de terror exasperante guiado por los destellos de la conocida Tetsuo.  Tras esta película convertida a murmullo ensordecedor que no queda en el olvido porque todos tenemos demasiada curiosidad como para no comprobar si los que ya la vieron exageran o realmente vaga entre lo extremo y lo ridículo, Fukui se ha tomado su tiempo para reflexionar sobre el cine y sus consecuencias y pocas veces ha cogido de nuevo una cámara, porque sabe que en el fondo sus películas son de visionado único.  Todo esto es pura especulación después de comprobar que nadie que conozca y haya compartido su tiempo con la corta y a la vez interminable 964 Pinocchio, quiere volver a verla para asegurarse de nada en particular.

Es como cuando te pones frente a una sandía e intentas adivinar si está madura.  Unos la golpean con los nudillos, otros permiten que rebote sobre sus manos para sopesarla, algunos incluso acercan la oreja a ver si les informa de su estado.  Pues esta película es como si cogieras la sandía y sin más te la destrozaras contra la cabeza.  Absurdo, pringoso, de madurez ausente, incluso para unos pocos los elegidos, puro arte.

9 comentario en “Críticas: 964 Pinocchio

    1. Aqui tenemos uno de los elegidos, obra de arte en vez de sandía espachurrada. Creo que voy a romper la cadena, el que la vea que sea por su propio interés, yo no la recomiendo como hiciste tú.

  1. Para empezar quiero decir que la pelicula es bastante vieja, aparte, creo que el director intenta transmitir algo, algo que me puedo imaginar, pero no porque la pelicula lo transmita. Lo unico claro que he podido sacar en claro son las cadenas, locura, esquizofrenia, ¿esclavo sexual?, tal vez experimentación con humanos (ya que los japoneses hizo ciertos experimentos, podria decir que bastantes). la calcinacion de la piel (contaminacion?, bombas atomicas?,radiacion?)
    No lo volvere a ver en mi vida, creia que el ciempies humano era la peor pelicula existente, pero este lo supera con creces y creo que ninguna otra puede superarlo.
    Tal vez lo recomiende como reto xD

  2. Está buena, no digo que sea arte pero no es tan mala como una sandía reventada con la cabeza, vale la pena verla como acervo cultural, yo sí que la volvería a ver pero para entender algunas escenas, se me hizo aburrida por momentos y un poco tediosa, triste y existencial, es de esas obras surrealistas que no sabes si vomitar, llorar o compadecerte del pobre protagonista, un par de muecas bastante grotescas que puede que a algunos les cause gracia o ganas de burlarse de la mala suerte de los personajes, en lo particular buena, le doy un 7 dentro del «cine basura» que sí vale la pena, se ve de poco presupuesto, si no les gusta la sensación de «pena ajena» e inmersión en personajes eviten este tipo de filmes.

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