Carta fundacional

Dicen que lo más difícil es el principio, en nuestro caso lo más difícil es saber cuál fue exactamente el principio, la génesis de esta web.

¿Lo sería cuando Txarly y otros usuarios de Filmaffinity decidieron crear un foro donde discutir (a veces airadamente) de cine? ¿Cuando ese foro creció en temas y usuarios hasta tener una media mantenida de 300.000 accesos mensuales? ¿Cuando se tuvo la idea de esta web, o bien cuando fue comunicada en una noche de tapas y risas en León? No lo sé, quizás tampoco importa.

¿Qué intenta Cinema ad hoc? Fundamentalmente queremos ser un medio de expresión de todos los que comparten habitualmente El foro que surgió de Filmaffinity, de los que lo escriben y de los que lo leen, de todos. Eso implica muchas cosas, si por algo nos caracterizamos (aparte de por las épicas broncas) es por la dispersión gustativa de nuestro paladar cinéfilo, seguidores de Tarkovsky y de Uwe Boll (a veces al mismo tiempo), de Kiarostami y de Tony Scott, en fin, lo que viene siendo un lío y ¿cómo resolver un lío así?, ¿que línea editorial debería seguir nuestra web?, la respuesta era fácil: ninguna, o mejor, todas.

No queremos perder nada de la esencia del foro, su caos controlado, su falta de etiquetas es nuestro mejor valor, nuestra seña de identidad. No queremos renunciar a nada, a completos análisis sobre películas de culto (vulgo: parrafadas para gafapastas) o a asombrantes análisis sobre aún más asombrantes hídolos (que sí, que se escribe así) y, sobre todo, queremos que todos los miembros del foro que tanto nos ha hecho reír y maldecir encuentren un medio de expresión en esta web, hallar y aplicar el mejor medio para reforzar estos vínculos es nuestro principal objetivo.

A divertirse.