8 de octubre de 2024

The Walking Dead: sangrienta y ñoña

Valkiria destripa la sobrevalorada The Walking Dead con más afán sanguinario que el de una horda de zombies después de Cuaresma.

Necesitooooo un peeeeeeeeling urgeeeeeenteeee

Sin intención alguna de ver la segunda temporada…, así que ya ven. Incluso con más ánimos de seguir a Segura disfrazado de Amy Winehouse sólo para lijar asperezas con Santiago y no dejar convencerme de que es en realidad Torrente y no él, el engendro. La parrilla televisiva es lo que tiene y hoy, sin saberlo, descubro que casi un año después de borrárseme de la memoria regresan los zombies atacando a Santiago Segura. Lo mejor es que no los he echado de menos ni por un momento. Pese a su tamaño es tan olvidadiza la progresión del segundo capítulo hasta el sexto –donde finaliza la primera temporada-, que no sabría qué coño destacar además del bucle en el que se encierra el pésimo guión.

La típica esposa coñazo de alguien, que no puede faltar en este tipo de producciones

Serie que está más que desgastada y lo peor, que ni siquiera acabó de arrancar. Su protagonista masculino perdió además masa muscular para interpretar el papelón de poli bueno rescatador de un mundo invadido de zombies. El chico guapetón que bebía los vientos por la tísica Keira en Love Actually se despellejó a sí mismo y, a saber porqué, se convirtió en otro tísico más. El grupo de cinco o seis supervivientes muy dolorosamente doblados al castellano no supera sus fobias raciales ni siquiera ante un ataque devastador de peña convertida en roña depredadora. Tampoco sus conservadores clichés sociales. Todo permanece intacto entre la comunidad fascista atacada por los zombies. Por eso perseveran en custodiar sus relaciones estandarizadas, enfatizando la familia nuclear. Poco importa que todos los demás se hayan convertido en muertos vivientes. Los mayores problemas derivan de asuntos conyugales antes de eventuales dentelladas de zombies peregrinando. Si, gran presupuesto. Sí, mediocres actores. Y un declive desde el capítulo señero y señor – muy recomendable- dirigido por Frank Darabont a los siguientes, en los que los zombies no van en metro con caras lánguidas como muchos vivos moribundos con los que nos tropezamos a diario. No, aquí los muertos vivientes salen mucho más favorecidos y, especialmente, calcados al Thriller de Michael Jackson.

¡Casero, tengo infiltraciones!

Reconociendo que no me entusiasma el género, diré otra vez que, el episodio piloto, me gustó. A partir de ahí: moralina triturada con vísceras de caballos, humanos o lo que sea que supure sangre y entrañas. Puro espectáculo y ninguna explicación por ahora. Y la moraleja de cada capítulo, repetida hasta el hartazgo. Los humanos se comportan como carroñeros entre sí. Sólo ellos están en el deber de justificar sus animaladas, porque los animales no conocen de xenofobia, racismo, prejuicios y resquemores hacia los propios congéneres. Y menos cuando por el mundo campa a sus anchas una epidemia de seres de ultratumba. Atacan por lo visto con toda una artillería de capítulos nuevos. Y al final la criatura parirá un engendro que ni reconocerá su propia madre. Que lo dejen ya…

Escrito por: Valkiria

4 comentario en “The Walking Dead: sangrienta y ñoña

  1. Me di el tiempo de leer todo el comentario, ahora creo que han sido los 4 minutos más insignificantes de mi vida. Leer como alguien puede criticar destructivamente todo a su paso, para dárselas de muy muy siendo que ni ellos hacen algo por crear buenos guiones, nada que es más fácil criticar, criticar y criticar eh. Un consejo para el autor del comentario: haz algo por mejorar tu vida, que amargad@ criticando a destajo no ganarás nada. Sitios web como estos deberían cerrarlos no asi Megaupload, etc. Adiós.

    1. Muchas gracias por el comentario Catherine, de momento no creo que nos cierren la web puesto que no realizamos ninguna actividad ilegal, de todas maneras me resulta emocionante que nos niegues el derecho de opinión que, como ves, nosotros sí respetamos publicando la tuya, tan llena de argumentos explicándonos el porqué de tu desacuerdo. Un afectuoso saludo

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