Leemos con asombro (y preocupación) las declaraciones en la página principal de la Warner asegurando que la secuela de la obra magna de Ridley Scott está en estado avanzado de preproducción y que llegará a los cines del mundo, excluyendo Corea del Norte y Soria, probablemente para el otoño del 2014.
Hasta aquí lo que se llevaba rumiando desde hace meses, nada grave. Lo nuevo, y nada bueno, es que parece ser que se ha confirmado que Blade Runner será una trilogía, aunque para los dos entregas que faltan no volverán a aparecer ni Harrison Ford (salvo algún cameo) ni la loca de Sean Young (con orden de alejamiento hacía nuestro amigo Inidiana Jones desde 1982). La única cara que volveremos a ver con respecto a la original, será el siempre poco agradecido rostro de Edward James Olmos, que, OJO AL DATO, escribirá los guiones.
Por si esto no fuera motivo suficiente como para salir corriendo, los dos nombres que se barajan para la segunda y tercera parte de Blade Runner son los del carismático y eterno aspirante a los Razzies, el señor McG (Ya se encargó de terminar de hundir la saga Terminator, ¿Por qué no Blade Runner?) y la del hermanísimo Tony Scott, desde hace años el único de los dos hermanos que puede ir por la calle con la cabeza bien alta.
Pero no obstante, debemos estar tranquilos. Al menos al proyecto no se asocia el nombre de Naomi Watts…
¿Qué problema hay con Naomi Watts? Bendito angelíco.
Que es bien conocido que remake que hace, chusta que nace.
Cría fama…
Qué iba a superar esta petarda a Fay Wray. Como mucho en el rubio platino, y si hubiesen hecho King Kong en technicolor seguro que ni eso…
No es una cuestión de superar o no a Fay Wray, cosa obviamente imposible, sino de hacer su papel correctamente y reconozcámoslo, ella es lo mejor, por no decir lo único salvable, del "King Kong" de Jackson.
Lo cual no es muy difícil. No olvidemos que andaba por allí Adrien Bodrio, entre otros.
Drive ganará. Perra.