26 de abril de 2024

Críticas: Bajo amenaza

Nic vuelve una vez más con nueva peluca… ermmm… película, quería decir, para amenizarnos el fin de semana.

Cuando la frase que reza en el cartel de una película habla al propio espectador, como advertencia, es momento de replantearse el motivo qué origina el estreno de una cinta como Bajo amenaza. «Cuando el peligro llama a tu puerta puedes huir o enfrentarte a él» parece hacer referencia a la propia película dirigida por Joel Schumacher. Lo normal es que el espectador decida fugarse teniendo en cuenta en lo que se ha convertido la filmografía del director de Un día de furia y Jóvenes ocultos. Para aquellos valientes que decidan encerrarse en una sala de cine… tendrán que ‘enfrentarse a él’… y, créanme, que no será fácil. La nueva película de Schumacher con dos ganadores del Oscar como Nicolas Cage y Nicole Kidman está tan repleta de incoherencias y absurdos que salpican fuera de la propia pantalla. Dicen que es una copia Secuestrados de Miguel Ángel Vivas pero a mí me recuerda a cualquier película familiar de secuestros. La persistencia de estas películas en pantalla lo ha convertido en un subgénero capaz de llevar el terror al interior de cualquier morada. Esa es la teoría… la práctica es una sucesión de desaciertos e infumables propuestas incapaces de articular cualquier tipo de suspense.

Los misterios están fuera de la propia película. ¿Por qué tuvo un estreno tan limitado al otro lado del charco? Duró diez días en cartelera y con pocas copias en EEUU saliendo, inmediatamente, a DVD. Desde From Justin to Kelly, incluida en Imdb en los primeros puestos como una de las peores películas de la historia para los usuarios que utilizan dicha web referente, no se había visto un paso tan efímero y rácano. Seguramente la productora era consciente del material que estaba tratando y su mercado obvio pero el caché de dos estrellas como Cage y Kidman y el sindicato de actores opinaran lo contrario.

El argumento describe el angustioso secuestro de una arquitecta-madre-ama-de-casa-maruja-coraje, su hija en la edad del pavo y el patriarca: un vendedor de diamantes. Los secuestrados deberían encabezar una lista de los mayores patosos rufianes vistos en la gran pantalla. Por supuesto, la película está llena de giros y flashbacks explicativos que ‘orientan’ al espectador pero le obligan a ser participes del sinsentido reinante. Un absurdo tan monumental que la experiencia de Bajo amenaza es que el espectador se sienta secuestrado durante una hora y media larguísima y eterna por Nicolas Cage, Nicole Kidman, su niña y sus pelmazos y ofensivos acompañantes. El delirio quiere buscar la pericia de los protagonistas en un intento por salvar sus vidas, los sueños de su familia y llegar a la ansiada catarsis familiar. Desde el otro lado de la pantalla simplemente se piensa que es perfecta para vender seguros y sistemas de alarma colocando su anuncio cerca del trailer…

Como en todas las películas de Cage se merece hacer un repaso especial al peluquín que utiliza para su caracterización. Después de la polémica originada por la foto de 1870 aparecida (y desparecida) en eBay que podría confirmarnos su origen vampírico y ese afán de cambiar de imagen en cada película. Como deber peluquí-cinéfilo, es imprescindible hablar de su nuevo look. El propio actor se toma a broma los comentarios que se hacen sobre las caracterizaciones, de frente para arriba, que realiza con sus personajes. Se ha demostrado, además, que en Wall Street la bolsa sube y baja de acorde a la longitud de las pelucas de sus películas. O eso dicen. Pero lo que más me ha llamado la atención de Bajo amenaza son los parecidos razonables de esa casa con la que aparecía en Tiburón 3D: La presa y la asociación de pezones entre ambas. En la segunda sorprendía y confirmaba que la nueva corriente hollywoodiense, como vimos en el fútil remake de Perros de paja, de que los topless sean únicamente masculinos. Puedo entender que la película de David R. Ellis se intentara buscar un fin meramente económico consiguiendo un  rating PG-13 (no recomendada para menores de trece años), pero escapa de mi conocimiento que tanto Bajo amenaza, con una secuencia de abdominales tatuados saliendo de una piscina, y Perros de paja, con topless y tetillas al aire de Alexander Skarsgård, hayan sido calificadas con un rating R (Menores de 17 años que requieren de acompañamiento de padres o tutor adulto). Esa contradicción de pezones pone en mi mirilla y pensamiento si la película ha sido pensada para un público de marujas. Tal vez Hollywood ha pensado que son ellas las salvadoras de su industria… Aquellas señoras, con cientos de miles de grupos en facebook, que han visto este guión un millón de veces antes en la pequeña pantalla y han decidido que los pezones masculinos no se ven mejor como en el cine.

5 comentario en “Críticas: Bajo amenaza

  1. Nick es buen padre. Seguro que en esta película ha aprovechado bien su experiencia con Kal-el Coppola Cage para hacer de padre de la chica adolescente.

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