Los sesenta según los miembros ad hoc

Llegamos a los sesenta en nuestras listas de las décadas. A continuación, lo que opina de estos fabulosos años de cine cada uno de los miembros de la plantilla de Cinema ad hoc.

 

LOS SESENTA SEGÚN MARTÍN CUESTA:

1. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)

2. Persona (Ingmar Bergman, 1966)

3. El año pasado en Marienbad (Alain Resnais, 1961)

4. Hasta que llegó su hora (Sergio Leone, 1968)

5. El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962)

6. Los pájaros (Alfred Hitchcock, 1963)

7. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

8. El buscavidas (Robert Rossen, 1961)

9. Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960)

10. La evasión (Jacques Becker, 1960)

Dirá la opinión mayoritaria o canónica que la década de los 60 es una década de pugna, de mortal enfrentamiento entre un cine clásico que luchaba por no fallecer y un pujante cine experimental (?) que se atrevía al fin a liberarse de los rígidos y avejentados corsés, al límite ya de su resistencia ante el empuje de tanta lozanía. La tumba de Tom Doniphon anuncia y simboliza que una cierta manera de hacer cine había fallecido, el visionario John Ford comprendía, como siempre antes que nadie, que el tiempo de los viejos pistoleros tocaba a su fin. Es curioso que Resnais, casi al mismo tiempo, hablara de la muerte entre estatuas del pasado, entre ociosos fantasmas que no pueden advertir su naturaleza etérea, condenados a vagar por siempre entre los muros de una mansión principesca pero ya definitivamente difunta; la vida ya estaba en otra parte aunque algunos se negaran a recordarlo, nunca ha sido fácil recordar las citas en Marienbad.

LOS SESENTA SEGÚN PABLO PELUCH:

1. La jauría humana (Arthur Penn, 1966)

2. La aventura (Michelangelo Antonioni, 1960)

3. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)

4. 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)

5. Hara-Kiri (Masaki Kobayashi, 1969)

6. La mujer de la arena (Hiroshi Teshigahara, 1964)

7. Danzad, danzad, malditos (Sydney Pollack, 1969)

8. Easy Rider (Dennis Hopper, 1969)

9. La leyenda del indomable (Stuart Rosenberg, 1967)

10. Repulsión (Roman Polanski, 1965)

Los 60 son una década maravillosa por sus contrastes: se alcanza la excelencia desde el academicismo crepuscular de John Ford con El hombre que mató a Liberty Valance, pero progresivamente Estados Unidos comienza ese cambio del que ya hablamos en los 70. La visión del propio país va ganando y ganando en amargura y muestra una sociedad repugnante, materialista y erigida sobre valores hipócritas, sentimiento perfectamente reflejado en La jauría humana o Danzad, danzad, malditos, para luego convertirse en un aullido por la libertad en La leyenda del indomable y, por supuesto, en la película libertaria por excelencia: Easy Rider. Esos contrastes también estuvieron presentes en Japón: el aroma a clásico inmortal de Harakiri choca con el experimento cinéfilo que supone La mujer de la arena; Kobayashi y Teshigahara coexistieron y alcanzaron cimas por vías muy diferentes, sobre todo a nivel narrativo. Fue también década de inclasificables y atemporales monolitos cinéfilos con cierto corte existencialista: 2001: Una odisea en el espacio (que, a la larga, se ha convertido, simplemente, en el símbolo más reconocible del séptimo arte y de la cinefilia) y La aventura, de Michelangelo Antonioni, que se armó de una excelsa y trágica Monica Vitti para dejar boquiabierto al jurado de Cannes; no lo vieron venir. Polanski, ajeno a todo excepto quizá al interés por la misteriosa psicología propio de la década, arrancaba su trilogía del apartamento con la asfixiante Repulsión.

LOS SESENTA SEGÚN NEATHARA:

1. Golfus de Roma (Richard Lester, 1966)

2. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

3. Viento en las velas (Alexander MacKendrick, 1965)

4. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)

5. Asterix y Cleopatra (Goscinni, Uderzo y Payant, 1968)

6. A las nueve cada noche (Jack Clayton, 1967)

7. Simón del desierto (Luis Buñuel, 1965)

8. Dos en la carretera (Stanley Donen, 1967)

9. El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968)

10. La noche de la iguana (John Huston, 1964)

La época de los sesenta de entrada me da repelús, pues detesto la mayor parte de los tics estéticos de este periodo y su estilo colorista y naíf me parece realmente horrendo. Sin embargo, existen obras muy interesantes cuyo tono clásico se desliza fuera del tiempo, impermeable a fatales estilismos: basten como ejemplo las que para mí son las dos grandes películas clásicas de la década: El hombre que mató a Liberty Valance y El apartamento. Cine de la mano de dos maestros de los cincuenta, John Ford y Billy Wilder, que se acompaña de los últimos y fructíferos años de los también geniales Luis Buñuel y John Huston. Por otro lado, y como no sólo de maestros se alimenta el cine, hay sesentadas muy admisibles como la divertidísima Golfus de Roma (con su carrera de cuádrigas mucho más guay que la de Ben-Hur), la muy vigente El planeta de los simios o Dos en la carretera, una road movie matrimonial con Audrey Hepburn paseándose en un mítico Rabanne metálico. Como outsiders, las singulares A las nueve cada noche y Viento en las velas; y en cine de animación, la deliciosa saga Asterix dejaba una de sus mejores obras. Y que le den a Peter Sellers.

LOS SESENTA SEGÚN RIZZO:

1. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

2. El buscavidas (Robert Rossen, 1961)

3. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)

4. El manuscrito encontrado en Zaragoza (Wojciek Has, 1965)

5. Los pájaros (Alfred Hitchcock, 1963)

6. Ocho y medio (Federico Fellini, 1963)

7. Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960)

8. América, América (Elia Kazan, 1963)

9. Días de vino y rosas (Blake Edwards, 1962)

10. Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969)

Los 60 son los años de la auténtica revolución del cine. La década donde en el cine americano empiezan a deslumbrar directores como John Cassavetes o Sam Peckinpah, entre otros. Por no hablar de que directores clásicos como John Ford, el gordito inglés de Hitchcock o Richard Fleischer siguen a lo suyo. Tenemos a Kubrick avergonzándose de su mejor película -o una de sus mejores-. El cine europeo sigue a lo suyo con Francia pasando la etapa de la nouvelle vague con varios directores como Éric Rohmer, Louis Malle o Alain Resnais. Y por ahí estaba también Jean-Pierre Melville haciendo de las suyas. También es el comienzo del, en este blog, archiconocido Tarkovsky, que nos regala Andrei Rublev. En Suecia tenemos a Bergman haciendo obras como El silencio o La hora del lobo, en Japón a Kurosawa con Los canallas duermen en paz y Barbarroja y a Kobayashi con El más allá, en Inglaterra a David Lean con sus superproducciones entra las que destaca Lawrence de Arabia, vuelve Buñuel a España para realizar Viridiana mientras sigue también por México haciendo cosas como El ángel exterminador. Orson Welles se recorre toda Europa mientras dirige películas -entre las que se encuentran la extraordinaria Campanadas a medianoche– mientras en Polonia, y no me refiero a Cataluña, descubrimos a Polanski, que se pira pronto a América, y que nos deja un par de películas impresionantes.

LOS SESENTA SEGÚN DEAN MORIARTY:

1. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

2. Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969)

3. La Jetée (Chris Marker, 1962)

4. Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960)

5. Faces (John Cassavetes, 1968)

6. Plácido (Luis García Berlanga, 1961)

7. Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960)

8. El buscavidas (Robert Rossen, 1961)

9. El hombre que mató a Liberty Valance (1962)

10. Blow Up (Michelangelo Antonioni, 1966)

Conviven en esta etapa dos tendencias: por un lado el germen del cine moderno que hizo crecer la nouvelle vague, cuyas innovaciones no solo afectaron a los cineastas, sino que también fueron pioneros en la forma de ver el cine y analizarlo: en cierta manera ellos convirtieron a Hitchcock en un director-autor, no solo en alguien con un gran éxito de público; la otra cara de la época son los últimos coletazos del cine de género tal y como lo concebía el Hollywood clásico: el Star System ha dejado de existir de manera definitiva debido a la ley antimonopolio, y los géneros más afectados serán el western y el musical, producidos anteriormente de manera masiva y que en esta década irán decayendo de manera alarmante. En este periodo muere también otro gran movimiento cinematográfico: el neorrealismo. Rocco y sus hermanos no solo es una de las películas más emblemáticas de este cine, sino que también es una de las últimas. Y de nuestra pequeña cinematografía surgió la dupla genial Berlanga-Azcona, creadores de dos joyas inolvidables del humor negro: Plácido y El Verdugo.

LOS SESENTA SEGÚN GRANDINE:

1. Faces (John Cassavetes, 1968)

2. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

3. Repulsión (Roman Polanski, 1965)

4. Los valientes andan solos (David Miller, 1962)

5. Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969)

6. El más allá (Masaki Kobayashi, 1964)

7. Al final de la escapada (Jean Luc-Godard, 1960)

8. Viridiana (Luis Buñuel, 1961)

9. La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968)

10. Batman (Leslie H. Martinson, 1966)

Con el nacimiento del cine independiente norteamericano apadrinado un año antes por el brillante John Cassavetes, se iniciaba una década que no sólo dejaría el auge de movimientos como la nouvelle vague (Al final de la escapada, Tirad sobre el pianista, El fuego fatuo…) el free cinema (La soledad del corredor de fondo) o los primeros pasos del new Hollywood del que tanto se habló en el pasado artículo, si no también obras capitales en un género como el del terror: desde el nacimiento de los zombies caníbales de Romero, hasta los primeros pasos del slasher (El fotógrafo del pánico) o el giallo (La muchacha que sabía demasiado), pasando por talentos como los de Hitchcock (Psicosis), Kobayashi (El más allá), Polanski (Repulsión) o Ibáñez Serrador (La residencia). Guardar unas últimas líneas para el delirio kitsch, colorista y descacharrante de Batman, que servidor ha tenido que incluir por cuestiones de orgullo y amor propios. Es el colofón a una década que supuso tanto para el cine que hasta la mejor versión de Batman habida y por haber no supone tanto como debió suponer en su día.

LOS SESENTA SEGÚN TARKO:

1. Andrei Rublev (Andrei Tarkovsky, 1966)

2. Barbarroja (Akira Kurosawa, 1965)

3. Persona (Ingmar Bergman, 1966)

4. 2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968)

5. Harakiri (Masaki Kobayashi, 1962)

6. Ocho y medio (Federico Fellini, 1963)

7. El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962)

8. Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960)

9. La mujer de la arena (Hiroshi Teshigahara, 1964)

10. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)

Entre la década predominantemente clasicista de los 50 y la pequeña revolución que supuso la década de los 70, hubo una década intermedia que funcionó como eslabón entre ambas, la década de los 60. Una década que contiene en muchos casos las cumbres de sus respectivos directores, tanto para el que esto escribe como para sus propios realizadores. Sin ir más lejos, el propio Bergman dijo que alcanzó su cima con Persona. Es la década en la que Tarkovsky inicia su carrera cinematográfica con La infancia de Iván. Y quizás sea su segunda película, Andrei Rublev, la que más unanimidad provoca entre los espectadores y críticos, y la que tradicionalmente suele aparecer en mejor posición de entre sus películas. Kurosawa realizaba otra obra maestra y Mifune nos regalaba posiblemente la mejor interpretación de su carrera, lo cual son palabras mayores. Una década en la que también otros dos directores japoneses realizaban sendas obras maestras, Kobayashi y Teshigahara, que poco a poco van teniendo el reconocimiento que merecen. Si en el terreno de la ciencia ficción Kubrick alcanzaba la cima con 2001, en el terreno del western se realizaban las que para mí son las cumbres del género: El hombre que mató a Liberty Valance y Hasta que llegó su hora. Y seguimos leyendo títulos y uno empieza a sentir incluso vértigo: El Ángel exterminador, Ocho y medio, Rocco y sus hermanos, El apartamento, La noche, Viridiana, Soy cuba… Desde luego, no tiene nada que envidiar a los 70.

LOS SESENTA SEGÚN MALDITO BASTARDO:

1. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

2. Fellini, ocho y medio (8½) (Federico Fellini, 1963)

3. Viridiana (Luis Buñuel, 1961)

4. Persona (Ingmar Bergman, 1966)

5. 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)

6. El año pasado en Marienbad (Alain Resnais, 1961)

7. El verdugo (Luis García Berlanga, 1965)

8. Faster, Pussycat! Kill! Kill! (Russ Meyer, 1965)

9. Who Are You, Polly Maggoo? (William Klein, 1966)

10. Flaming Creatures (Jack Smith, 1963)

Los 60 fue el gran boom de contrastes cinematográficos donde el clasicismo, confirmado en los años 40 y 50, alcanzó de nuevo una perfección visual-narrativa pero al mismo tiempo convivió con nuevas formas de entender el cine. La nouvelle vague, que surgió a finales de los 50, provocó un gran tsunami produciendo obras capitales pero creó una reacción de explosión de creatividad, libertad y que los estándares impuestos por el clasicismo de los grandes estudios norteamericanos se evaporasen en los albores del cine independiente y experimental. Warhol, Mekas, Smith, Morrissey, Cassavetes, Romero y Meyer, entre muchos otros nombres, aportaron las piezas básicos de lo que estaba por venir. En España se plasmaron obras capitales como Viridiana, El verdugo, El extraño viaje o El mundo sigue. De Oriente a Occidente se plasmó el talento de la nueva ola checa, de Kawalerowicz a Tarkovsky, de Olmi o Visconti a Suzuki o Masumura, de Kobayashi o Yoshida a Varda o Kluge. La acumulación de maestría y brillantez, aparte de un buen puñado de obras maestras y filmes notables, quedó confirmada con las mejores piezas de Wilder, Fellini, Bergman, Kubrick… E incluso Ford, Dreyer, Welles y tantos otros nos proporcionaron una década para el completo recuerdo y admiración.

LOS SESENTA SEGÚN SARAJESKI:

1. Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969)

2. Los rojos y los blancos (Miklós Jancsó, 1968)

3. El héroe anda suelto (Peter Bogdanovich, 1968)

4. La batalla de Argel (Gillo Pontecorvo, 1965)

5. El verdugo (Luis García Berlanga, 1963)

6. La gran evasión (John Sturges, 1963)

7. Bonnie and Clyde (Arthur Penn, 1967)

8. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

9. El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966)

10. Vidas rebeldes (John Huston, 1961)

Los años 60 es una época de cambios. En Europa, con los franceses a la cabeza, los nuevos cines replantean la manera de hacer y entender el cine, mientras al otro lado del charco se vive una época de crisis por la pérdida continua de espectadores. Los grandes estudios se la juegan en grandes superproducciones de musicales con estrepitosos fracasos; los jóvenes prefieren ir a los autocines a devorar el cine de serie B y el exploitation que comenzaban a servir gente como Roger Corman. Precisamente será él famoso productor quien de su primera oportunidad a los jóvenes directores que cambiarían para siempre Hollywood, comenzando con El héroe anda suelto, una de las primeras películas modernas americanas. En 1967, con medio mundo haciendo la revolución, el amor y drogándose mientras la otra mitad del mundo está ocupada en matarse, Arthur Penn comienza el new Hollywood casi sin querer con la fantástica Bonnie and Clyde. El tiempo de la generación de la violencia, también llamada generación de la televisión, se había acabado, habían intentado mantener durante casi 10 años el cine clásico americano con elementos puramente modernos, en eso que llamo el postclasicismo, y habían fracasado en taquilla. Se fue injusto con ellos, pero ya daba igual. Nada volvería a ser lo mismo. La revolución había comenzado.

LOS SESENTA SEGÚN FAVIO ROSSINI:

1. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

2. Persona (Ingmar Bergman, 1966)

3. Espartaco (Stanley Kubrick, 1960)

4. El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966)

5. Al final de la escapada (Jean-Luc Godard, 1960)

6. ¿Qué fue de Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962)

7. La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968)

8. El buscavidas (Robert Rossen, 1961)

9. West Side Story (Robert Wise,1961)

10. Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960)

Los años 60 fueron una época de vanguardias: la nouvelle vague francesa, el free cinema inglés, Antonioni en Italia o el personalísimo cine de Bergman hacían de Europa el espejo donde una nueva generación pop de cineastas americanos,  la conocida por generación de la televisión, revolucionaron la industria a través de filmes de bajo presupuesto que reflejaban las ganas de los Lumet, Penn, Frankenheimer, de hacer algo distinto a los cánones de Hollywood, basándose en lo que veían en el cine proveniente del otro lado del charco. Como siempre, algunos genios fuera de las modas seguían triunfando como Hitchcock, Wilder, Kubrick o Leone, quien supo reinventar el género western, clásico americano por excelencia, y adaptarlo a los nuevos tiempos que corrían alrededor del mundo.

LOS SESENTA SEGÚN CRISTIAN PERELLÓ:

1. 2001, Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)

2. Pierrot el loco (Jean-Luc Godard, 1965)

3. Ocho y medio (Federico Fellini, 1963)

4. Wavelength (Michael Snow, 1967)

5. Viridiana (Luis Buñuel, 1961)

6. El apartamento (Billy Wilder, 1960)

7. Walden: Diaries, Notes and Sketches (Jonas Mekas, 1969)

8. La hora del lobo (Ingmar Bergman, 1967)

9. El hombre que mató a Liberty Valance, 1962)

10. Barbarroja (Akira Kurosawa, 1965)

Siempre advertimos que las fronteras temporales son sólo una convención útil y que la práctica artística no tiene, cuando surge, una conciencia clara de esa segmentación, sino que es un todo que fluye de forma natural desatendiendo las divisiones teóricas. Conviene recordarlo aquí de nuevo para relativizar lo que viene a continuación. Los sesenta son, a juicio de un servidor, la mejor década del cine. Durante estos años se produjo tal confluencia de estilos cinematográficos y a un nivel tan elevado que, en su conjunto, superaron lo previo y, a su vez, aún no han sido superados. Podemos decir (si dejamos de lado ciertas consideraciones complejas para las que no disponemos de espacio en este artículo) que aquí comenzó el cambio de paradigma hacia el cine moderno y, sin embargo, afortunadamente, el cine clásico seguía gozando de una salud envidiable. Grandes cineastas consagrados de Europa, Estados Unidos y Asia caminaron en su época de madurez junto a nuevos talentos que surgían de todas partes y venían a ensanchar el medio cinematográfico, conformando entre éstos y aquéllos un completísimo, fascinante y casi insuperable fragmento de la historia del cine.