26 de abril de 2024

Festival de Cine Alemán 2012: Día 4

Te narramos con todo detalle lo visto (y vivido) durante la cuarta jornada del Festival.

El cuarto día del 14º Festival de Cine Alemán coincide con ese letal y terrible enemigo de distribuidoras y exhibidores de nuestro país: el arranque de la Eurocopa 2012. Para los pases de las diez de la noche (Tres cuartos de luna, ya comentada en la crónica del Día 2, y La guerrera) se formó una cola kilométrica para entrar en los cines Palafox. Espero que se tome nota si en el último día de Festival el éxito y los llenos en las salas se repiten.

Durante la cuarta jornada hemos podido ver el documental escogido e incorporado en la completa selección, la última película exhibida dentro de la retrospectiva dedicada a Andreas Dresen y el filme La Guerrera de David F. Wnendt de la sección principal. A continuación, buen momento para repasar esas proyecciones del viernes 8 de junio:

Khodorkovsky (Der Fall Chodorkowski) (Cyril Tuschi, 2011)

En el documental sobre Paco Larrañaga, que se estrena la semana que viene en nuestro país, el protagonista tiene un margen y posibilidad de huida para evitar la ‘justicia’. Al igual que ocurre con Mikhail Khodorkovsky en el documental de Cyril Tuschi, elige enfrentar su clara inocencia ante un sistema que debería ser limpio y justo. Ambos todavía se encuentran entre rejas. Si alguien no sabe leer la clara moraleja mejor es que huya a tiempo: ante la justicia no existen los héroes; aquellos que en el cine y series del sistema judicial (normalmente norteamericano) han conseguido las mayores proezas fusionados con grandes aplausos. No habita la épica ante un sistema claramente politizado. Lo saben en Filipinas, Rusia, España o cualquier país que viva bajo la bandera de la democracia.

En Khodorkovsky de Cyril Tuschi se intenta organizar todo el proceso humano, político, económico y mercantil que llevó a Mikhail Khodorkovsky a pasar, como su país, del socialismo al capitalismo y transformarse en uno de los primeros oligarcas que construyeron un sistema que finalmente acabó destruyéndole. Esa construcción de la telaraña donde quedó atrapado Khodorkovsky pasa desde la concepción política de que esos oligarcas rusos, que surgieron con la llegada del capitalismo a la antigua Unión Soviética, fueron ‘creados’ por el propio estado ruso ante el peligro de la llegada de intereses extranjeros. Finalmente esos seres poderosos dieron pie al estado (bajo la figura de Vladimir Putin) a pensar que podría peligrar sus intereses y decidieron, una vez que Khodorkovsky se enfrentó a Putin, a cercar a la manada de lobos acabando con el líder. No es de extrañar que da lo mismo ser el hombre más rico de Rusia si te inmiscuyes y enfrentas a asuntos políticos como apoyar a la oposición. Ahora mismo Khodorkovsky se está pudriendo en una cárcel de Siberia hasta 2017 y, según el documental, se volverán a sacar algo de la manga para dejarle encerrado a perpetuidad. No es de extrañar que en Occidente el caso se haya visto como un ataque flagrante a los Derechos Humanos (hasta los ricos tienen ‘derechos’ y son ‘humanos’) pero, al mismo tiempo, se ha impuesto un traicionera presión de poder sobre la que Rusia no puede (ni quiere) mostrar ningún tipo de debilidad.

Cyril Tuschi, cuyo documental nace del fruto de cinco años de trabajo donde el miedo personal como de muchos los entrevistados es palpable, recurre a la voz de Jean-Marc Barr para narrar sus descubrimientos, entrevistar a familiares, antiguos socios perseguidos por la Interpol y exiliados en despachos vacios en Israel, EEUU o Reino Unido y asesores y personas cercanas a Khodorkovsky. Todo el mosaico busca una entrevista directa con el propio protagonista del filme (emulando a Roger y yo de Michael Moore) entre animaciones al estilo Sin City o Renaissance que le muestran nadando en una piscina a lo Tío Gilito o reconstruyen su arresto. El momento más ‘chanante’ se produce cuando se entrevista a un señor con una zanahoria en la mano… y finalmente vemos que una cría de hipopótamo espera la misma ante la abstracción del entrevistado ante sus declaraciones a cámara. El pequeño hipopótamo por fin se alimenta. Esperemos, al igual que esa zanahoria, que también este documental alimente con jugosa información (y recomendable para la vista) a sus espectadores.

En las nubes (Wolke 9) (Andreas Dresen, 2008)

En los primeros diez minutos de En las nubes (traducida y conocida anteriormente en nuestro país como En el séptimo cielo y en Latinoamérica Nunca es tarde para amar) veremos, como carta de presentación y declaración de intenciones, los desnudos frontales de los tres ancianos que la protagonizan. Andreas Dresen no quiere esconder su declaración erótico-pasional a la entrepierna de esas carnes flácidas y ya maltratadas por el paso del tiempo. Muchos veremos el sexo de Inge, esa modista que hace ‘apaños’ a domicilio, más que el de nuestra propia madre y tanto Karl como Werner nos enseñarán sus pitos. Una vez que se ha enseñado todo se sucede esta historia de sentimientos y amor a tres bandas. Por lo que me cuentan, el único filme que me he tenido que perder de la retrospectiva de Dresen para poder cubrir el resto del Festival (A media escalera) tiene el mismo argumento. Inge se ve atrapada entre el amor verdadero y la convivencia y compenetración de 30 años de matrimonio con su marido (fan, como Sheldon Cooper, de los trenes). No se ve capaz de mentirle así en la cara y su hija (la habitual en la filmografía del director, Steffi Kühnert) le da ánimos a continuar con el enredo y disfrutar (en el filme nos recuerda reiteradamente lo caliente y ardorosa que está la abuela).

Aunque yo también elegiría a Ursula Werner entre ese coro de horripilantes ancianas y con verla tanto tiempo desnuda durante la película uno parece acostumbrase a sus curvas, personalmente ver a momias fornicando me parece desagradable. ¡Y mucho! Y lo dice alguien que es fan de John Waters y Divine y que se ha visto la película porno de Carmen de Mairena (aunque con muchas arcadas durante algunos momentos). Ya en Los puentes de Madison me dieron náuseas al ver a esas momias refregándose constantemente y no puedo ni imaginarme a Meryl Streep y Clint Eastwood haciendo un remake en la actualidad. Creo que me tendría que llevar un cubo para vomitar o directamente moriría en shock… Ni siquiera Juego de Tronos (zoofilia, meretrices, sexo interracial, sodomización y violencia extrema) ha llegado tan lejos. Realmente En las nubes me ha parecido muy desagradable y, además, no he entendido el chiste que cuentan dos veces que debe producir mucha gracia. No sé si es problema de la traducción o que hay que llegar a la tercera edad para entenderlo:

¿Sabes cómo hacen el amor los viejos de 80 años?

Mientras ella hace el pino, él se la mete hacia abajo.

Por favor, que alguien provecto me lo explique.

La guerrera (Kriegerin) (David F. Wnendt, 2011)

American History X, una de las cintas favoritas del público de los 90, es un listón prácticamente irrebasable para cualquier filme posterior similar. La guerrera de David F. Wnendt comparte la transformación de una joven de 20 años neonazi por intentar redimirse de la culpa de un posible asesinato. Marisa está envuelta en una espiral de odio hacía a los extranjeros, los judíos, policías y un largo etcétera a los que culpa de los males que sufre el mundo. Las disfunciones familiares y la situación que rodea al individuo (la crisis económica que asola el mundo) son los factores que David F. Wnendt utiliza como ‘captador’ de personas al mundo del rapado, del bigotillo y la esvástica. Una adolescente llamada Svenja le sirve al director para ofrecer ese contraplano de la sociedad que crea monstruos en los rincones menos esperados mientras que el choque (físico y emocional en este caso) de ambas protagonistas provoca un efecto redentor en una y destructor en la otra. Hay mucha violencia, gente con poco pelo (y cabeza) y dientes por los aires pero está claro que el problema más que cultural es de cultura. Por ejemplo, la adolescente protagonista saca sobresalientes en el instituto pero no sabe quién es Adolf Hitler. La censura en la educación da pie a que otros interesados rellenen huecos con falsedades y mentiras. La guerrera posiblemente es consciente de ofrecer un punto de vista simplista y unos personajes plagados de clichés ante la imposibilidad de abarcar un discurso más complejo y mayor. Lo importante para David F. Wnendt es ofrecer el círculo de esa ‘guerrera’ condenada desde su infancia (y por su padre) a la auto-destrucción.

Marisa, por resarcirse de sus pecados, intenta ayudar a un refugiado afgano a salir del país ya que al quedarse solo en Alemania (por culpa de la joven neonazi) puede ser internado en un centro de menores. Fiestas con ducha de cerveza, música pop-pedorra (sí, eso que escuchan los neonazis es pop melódico en comparación a Today is the day), videos manipuladores de judíos degollando animales (¿no ha visto nadie lo que se hace en un matadero o la imprescindible La sangre de las bestias de Georges Franju?), caretas de Hitler y, sobre todo, madres con coletas son suficientes elementos para convertirse en nuestros días en un neonazi adolescente. En España, gracias a Mario Casas que mantiene ocupado a las niñas, no pasan estas cosas…

Crossover (Fabian Grodde, 2010)

El corto de Fabian Grodde nos da una idea de las cuatro piezas escogidas para ser mostradas antes de la exhibición de cuatro de las películas de la sección principal. Al contrario de lo que sucedía con sus compañeras (La casa, The day I turned into a ghost y Plan B) el cortometraje, también sin diálogo, de Fabian Grodde es el más entendible desde un prisma argumental y temático. La religión trasladada a esos insectos que son manejados por hilos de un depredador es visible desde los parecidos de esos coleópteros, con máscaras tribales, para que los arácnidos pongan la evangelización encima de la telaraña. La animación parece juntar todo tipo de elementos gráficos y, al igual que ese solitario insecto perdido en el camino, Crossover queda lejos de una cima pero cerca de ser único en su especie.

Un pensamiento en “Festival de Cine Alemán 2012: Día 4

  1. Pero qué bueno eres , Bastardo . Yo sólo he visto / La guerrera / y me encanta tu crítica .Vaya simplismo y qué patata de historia .

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