25 de abril de 2024

Venecia, día 9

Nos acercamos con Robert Redford al final del show en el Lido.

The Company You Keep, la última película de Robert Redford de la que os hablamos hace pocos días, fue la protagonista del día en Venecia pese a no competir y presentarse fuera de concurso en la Sección Oficial de esta Mostra. Junto al californiano eran de la partida el gafapástico filipino Brillante Mendoza y la dupla belga formada por Peter Brosens y Jessica Woodworth que presentaban Thy wombLa cinquième saison respectivamente. Veamos qué tal fueron recibidas por la alegre troupe de la prensa nacional:

 

 – El tema es muy interesante pero la realización es plana, la monotonía narrativa arruina el misterio. Y es un placer ver y escuchar a tantos actores y actrices gloriosos, pero la dirección de Redford no consigue implicarte emocionalmente en una trama que daba para mucho, entre gente amenazada por su pasado, que ve cómo se derrumba el mundo que ha construido laboriosamente y debe pagar por lo que cometieron en su antigua identidad.

– La historia está bien contada, personajes, rituales, situaciones denotan autenticidad, pero tengo que apartar los ojos de la pantalla en varias ocasiones debido al excesivo amor al naturalismo del director. No me resulta apasionante esta película pero sí curiosa. Algo que en mi caso es sorprendente debido a la razonada fobia que me ha despertado siempre la obra de Brillante Mendoza.

– La película belga La cinquième saison, hablada en flamenco, comienza con un plano fijo e interminable de un señor hablando con un gallo. Es una película infame en la que no puedes entender las razones de su selección

Carlos Boyero – El País

– Robert Redford no se mueve del sitio. Su película, tampoco. De hecho, la habilidad de la cinta, como de la mayor parte de los trabajos anteriores, consiste en disimular. Parece que habla de una cosa, pero, a poco que se analice, lo más notable es todo lo que se calla. De hecho, The company you keep no se mueve un sólo milímetro de las frases cómodas con las que es difícil no estar de acuerdo. El problema es que la película acaba por parecerse también demasiado a su creador. Es más, es su creador. Y, en consecuencia, ahoga cada pregunta grave y con sentido en un anodino recital de lugares comunes. Todos ellos, eso sí, perfectamente progresistas. Al final, queda simplemente un ‘thriller’ correcto y sin alma por el que se pasea un hombre con flequillo (otra vez, la emoción) y, todo sea dicho, algo renqueante (el ‘thriller’ y él mismo).

Luis Martínez – El Mundo

– El problema es que el aliento trágico de la historia, que sobrevuela los sueños de cambio de una generación que mayormente enterró su rabia para integrarse en el sistema, es neutralizado por la monotonía narrativa, por la incapacidad de Redford para personalizar las cláusulas en mayúscula de su contrato con la Historia.

– Fascinado por la cultura de las gentes de las islas más ignotas del archipiélago filipino, Brillante Mendoza ha dirigido su película más accesible hasta la fecha.  La cinta parece un documental etnográfico financiado por el National Geographic, todo exotismo, pero sus últimos veinte minutos, en los que emerge súbitamente la bondad de una mujer capaz de sacrificarlo todo por amor, son muy hermosos y conmovedores. No sería extraño que entrara en el palmarés.

Si no fuera por su premioso ritmo, y porque lleva la palabra «alegoría» subrayada en la frente, podría ser una versión «hardcore» de El incidente. El filme de Woodworth y Brosens emite severas ondas de mal rollo, pero si quería parecerse a El caballo de Turín, lo cierto es que no le llega ni a la suela del zapato.

Sergi Sánchez – La Razón

Bonus track: Tráiler de The Company You Keep.

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