27 de abril de 2024

Críticas: On the Road

CAH On the road portada

La adaptación de la obra de Kerouac llega por fin a nuestros cines.

“…la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos…”

En esta frase de En el camino, Jack Kerouac condensa todo el espíritu de esa generación beat de la que se le consideró líder intelectual a mediados del siglo pasado, una generación de escritores libres de convencionalismos, con ganas de explorar y de sentir nuevas sensaciones a través de las drogas, la libertad sexual y la subcultura hipster influenciada por el jazz. De esa manera de entender la vida nace En el camino, la obra cumbre de la mencionada Generación Beat, en la que Kerouac, a modo de diario de su alter ego Sal Paradise, va dando forma a las notas que fue tomando durante sus viajes a través de los Estados Unidos en busca de su propia identidad, siguiendo la estela de su gran amigo el carismático icono beat Neal Cassady, retratado en el libro de Kerouac como Dean Moriarty.

CAH On the road 1

Una obra clasificada como uno de los clásicos más influyentes del siglo XX como es En el camino, era cuestión de tiempo que tratara de llevarse al cine durante años hasta que finalmente en 2010, la productora de Francis Ford Coppola decidió llevar a cabo el proyecto bajo la dirección del brasileño Walter Salles. Sin embargo, el reto de adaptar una novela con un ritmo tan vertiginoso y con tanto contenido poético y existencial, ha resultado infructuoso en manos de José Rivera, quien ya adaptó también los Diarios de motocicleta del Che Guevara en la película del mismo nombre. Rivera no sólo obvia aspectos de la novela importantísimos para comprender la naturaleza de los protagonistas, sino que se centra casi únicamente en señalar el viaje alrededor de las drogas y el sexo como principal razón de ser de la historia. Personajes tan ricos como Dean Moriarty quedan totalmente desdibujados hasta el punto de no lograr que entendamos cuál es el interés que suscita ni dónde reside el carisma del mismo para llegar a convertirse en el admirado icono que fue. A esa imprecisión se le suma el irregular atractivo del reparto, empezando precisamente por Garrett Hendlund (Tron Legacy) que interpreta a Moriarty como si acabara de salir de Historias del Kronen, sin hablar por supuesto de la “crepusculita” Kristen Stewart, más desatada sí, pero en su línea expresiva habitual. Más convincente resulta Sam Riley, quien debutó en el cine protagonizando el biopic de Ian Curtis Control, en el papel de Paradise/Kerouac aunque la poca profundización en su personalidad hagan de él un mero esbozo del personaje.

Los siempre estupendos Kirsten Dunst, Viggo Mortensen, Amy Adams o Steve Buscemi, simplemente “pasaban por allí” sin aportar prácticamente nada al argumento.

CAH On the road 2

El buen hacer de Walter Salles, dando forma a la espléndida fotografía de su habitual Eric Gautier, no son suficientes en una película cuyo punto fuerte está en mostrarnos los maravillosos paisajes de la ruta 66, pero que, como decía, no nos ofrece una narración con un mínimo de interés hasta su parte final, en la que de repente despunta y trata de contarnos una historia más coherente.

On the Road, por tanto, resulta un intento fallido de trasladarnos a la obra de Kerouac por lo que muy probablemente decepcione a los que vibraron con ella, y se quede en en una simple orgía de drogas, sexo y panorámicas idílicas de Estados Unidos para quienes vayan a verla sin haber oido hablar de la Generación Beat.

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