Pixar lo hace de nuevo.
Las precuelas de películas en las que se nos narran hechos que sucedieron antes de las originales y nos ayudan a comprender aspectos de las mismas están cada vez más en alza. En los últimos años tenemos numerosos ejemplos, siendo las más recientes Prometheus, precuela de Alien, El Hobbit, de El señor de los anillos, u Oz, un mundo de fantasía, de El mago de Oz. Y no es algo exclusivo del cine, en televisión también tenemos ahora mismo en series como Bates Motel o Hannibal, que recrean los orígenes de los dos distintos psicópatas. Pixar se sube a este carro (para decepción de muchos) con Monstruos University, que nos cuenta los acontecimientos que tuvieron lugar unos 10 años antes de la historia que nos contaba aquella joya de la compañía de animación que es la excelente Monstruos S.A.. Los entrañables y carismáticos Mike y Sulley como protagonistas son el principal reclamo de esta ¿nueva? historia. Monstruos S.A. era un canto a la amistad y al trabajo en equipo, pero toda amistad, por muy buena que sea, tiene unos comienzos, y en algunas ocasiones no demasiado buenos. En Monstruos University nos vamos a encontrar que, para nuestra sorpresa, cuando estudiaban, Mike era un empollón mientras que Sulley era un chulito. Dos personalidades opuestas condenadas a entenderse. Ya sabemos cómo acabará la cosa.
Pero a pesar de ya sabernos la historia (aunque al principio se llevan mal, se van a hacer amigos, y aunque lo desea mucho, Mike no será asustador) todos los problemas que esto pudiera provocar se compensan gracias grandes dosis del mejor cine de aventuras, con trepidantes carreras, persecuciones y pruebas que no dan tregua al espectador. Lo que podría haber sido una historia manida sobre los inicios de la amistad, se convierte en una película que sí, cuenta lo mismo de siempre, pero evitando caer en cualquier lugar común, convirtiendo a los personajes en perdedores realistas. El principal hándicap con el que se encontraba Monstruos University, aparte de las inevitables comparaciones, era el de la falta de originalidad: todo estaba ya inventado en Monstruos S.A.. Sin embargo, aunque evidentemente tiene siempre como referencia a su predecesora, Monstruos University se erige como una película autónoma, con suficiente entidad propia como para poder salir adelante por sí sola, precisamente por no recurrir constantemente a la primera, sólo en los aspectos justos y necesarios.
El casi debutante en la dirección Dan Scanlon (esta es su segunda película), aunque lleva trabajando en animación unos 10 años, es el director más joven al que se le ha encomendado la realización de un largometraje de Pixar, pero su labor es impecable: la película es técnicamente deslumbrante en su creación de toda una imaginería visual y musical en torno al mundo de la universidad. La precisión en la recreación en los ambientes, que parece inspirado en la pintura hiperrealista, contrasta con la libertad imaginativa del enorme repertorio de personajes, la mayoría desternillantes y estupendamente bien tratados. Son las ventajas de que a los protagonistas ya les conozcamos, que el guión se puede recrear en darles detalles propios y personalidad a todos los secundarios, además del cuidadísimo aspecto físico de todos ellos.
La película es consecuente con su predecesora-sucesora siempre que tiene que serlo, pero también se retrotrae a clásicos ya indiscutibles de Pixar como la fundadora Toy Story (el momento en el campamento al final, que recuerda tanto en su ambientación al cuarto donde el malvado niño Sid torturaba a sus muñecos). Además encontramos referencias externas como la saga de Harry Potter, en esas clases de la Facultad de Sustos que parecen más propias de Hogwarts, o en la competición, que recuerda al Torneo de los Tres Magos que tenía lugar en la cuarta entrega de la saga, Harry Potter y el cáliz de fuego. Pero frente a la oscuridad y el dramatismo del niño mago, Monstruos University nos regala toda una alegre fiesta de colores como sólo habíamos visto en los globos de la casa voladora de Up. Como la guinda del pastel, está la estupenda música de Randy Newman, que supera su trabajo en la primera (y era difícil) con los temas tan propiamente universitarios con trompetas y percusión.
Monstruos University es un precioso (en todos los sentidos) cuento en torno a lucha por los sueños, pero también, y eso es lo que la convierte en excepcional, la aceptación de las propias limitaciones. Una más que digna precuela y que no llega al nivel de Monstruos S.A. (ni creo que lo pretenda), pero que es absolutamente disfrutable en cada uno de sus aspectos, y nos vuelve a crear la ilusión de que los adultos somos niños, y los niños, un poco más adultos. No es el mejor Pixar, pero es un gran Pixar.
Amé a Mike wasausky de pequeño es de verdad una de las cintas que más disfrute. Tengo 24 años y la disfruté cual niña de 10 primaveras. Les comparto es sitio http://www.hbomax.tv/monsters-university/, donde la transmitirán próximamente, no se la pierdan.
Ami me encanto esta pelicula jjajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajaja
y a mi hermana