Continúan los buenos conciertos en el Festival Cultura Inquieta.
Uno de los conciertos más esperados de esta edición del Cultura Inquieta era sin duda el de los baezanos Supersubmarina, uno de los grupos de referencia de la escena musical del rock indie desde hace tres años, que se ha ganado su éxito gracias a su personalísimo y vigoroso estilo, que se refleja en sus directos. Tras tres EPs y dos discos de estudio, el conjunto ha ido pasando por los festivales de música más importantes del país hasta llegar unos de los cabezas de cartel en muchos de ellos, y anoche llegaron a Getafe con un lleno absoluto. De hecho, hubo gente a la que le tocó escuchar los primeros temas del concierto desde la cola para entrar, ya que, como ocurrió en el concierto de Marlango, sólo tenían una hora y media para tocar, y empezaron absolutamente puntuales.
Lo primero que sonó fue la enérgica Eléctrico, canción que hacía un tiempo que no tocaban en directo y que recuperaron para el concierto que dieron el viernes en el Ojeando Festival y para el de ayer, y sustituyó a su habitual canción de comienzo en esta gira, Para dormir cuando no estés (que además, se quedó fuera del repertorio de anoche). Esto fue un anuncio de lo que iba a deparar la el espectáculo, y es que se trató de un repaso de grandes éxitos del grupo que de una promoción de su segundo disco, Santacruz. El último trabajo de Supersubmarina es un intenso ejercicio de análisis, a través de sus 11 canciones, de todas las facetas del desamor y de la ruptura de las relaciones.
No dejó de resultar extraño por tanto que, en el concierto de anoche, las canciones de este disco, en el que Supersubmarina han alcanzado su mayor nivel de madurez (no sólo musical, sino en todos los sentidos), quedaran un poco relegadas a un segundo plano en favor de las de su primer disco, Electroviral, y de sus EPs Supersubmarina y Retroalimentación, que parecían ser las más esperadas por el público, que las recibía con una auténtica explosión de entusiasmo. Así, las canciones más celebradas y cantadas a pleno pulmón fueron XXI (todo un himno), El encuentro, Supersubmarina u Ola de calor, aunque tampoco sería justo desmerecer la fiesta que provocaron temas de Santacruz como Tecnicolor o En mis venas.
Acabaron con un larguísimo bis que enlazaba canción tras canción sin saber cuándo iba a terminar, en el que sonaron Kevin McAlister, Hermética, Niebla, Puta vida (otro de sus grandes himnos más esperados por la gente) y Cientocero como auténtico final. Un concierto muy completo en el que, sin embargo, se echaron en algunas canciones muy importantes del grupo como la ya mítica LN Granada, o Ana, y también Tu saeta y El baile de los muertos de Santacruz, canciones musicalmente muy animadas que son carne de concierto.
Lo que no se puede negar que Supersubmarina tienen un gran directo, con grandes juegos de luces, sonido potente y una gran cercanía con sus seguidores, con los que se portan siempre de maravilla, y que aunque ayer no pudo notarse tanto porque la falta de tiempo hizo que la interactuación no fuera tan continua, volvieron a hacernos auténticos partícipes del espectáculo, recordando aquellos dos estupendos conciertos que dieron en La Riviera en Diciembre del pasado año con los juegos de voces del público. Alternando momentos festivos con otros muy emotivos (esa De las dudas infinitas que siempre le llega a uno al corazón), y curiosidades como la equivocación en algunas de las letras por parte del cantante Jose Chino, pero que tampoco tuvieron mayor relevancia, Supersubmarina ofrecieron un divertimento por todo lo alto, perfecto para una calurosa noche de sábado. Esperemos que todos los conciertos continúen al mismo nivel.
