5 de diciembre de 2024

Críticas: Babadook

Babadook

A bad book.

Nota: Esta reseña puede contener spoilers, quedáis avisados.

Si está en una palabra o está en una mirada, no puedes deshacerte del Babadook. Samuel mira, intuye, siente al Babadook acechando debajo de su cama o dentro de su armario. Samuel sabe que el Babadook quiere comerse el interior de su madre. Una madre que no le mira, que rehúye su presencia y que apenas soporta el contacto físico con un niño que le recuerda constantemente que vino al mundo mientras el amor de su vida moría y la dejaba sumida en una depresión post parto y post duelo que dura ya demasiado tiempo. Samuel reclama a su madre que mire, que le mire hacer magia, no funciona si no miras, que le mire poner en peligro su vida para que pueda asustarse y ver, por fin, al monstruo y lo que es peor, sentir lo que éste hace con ella cuando logra estar en su interior. Ven. Ven a ver qué hay debajo.

Ba

Si eres realmente inteligente y sabes bien lo que es ver, puedes hacer amigos con uno en especial, un amigo tuyo y mío. Mister Babadook espera impasible a que los recuerdos dolorosos del pasado vuelvan a brotar para salir a cazar. Un niño que le siente, que le intuye pero al que sus ojos inocentes no le permiten que vea, es el cebo con el que atrapa a una presa indefensa, frágil y vulnerable a la que ha estado esperando durante siete largos años. No le hace falta disfrazarse de cordero como al lobo, se muestra tal cual es, se deja mirar confundido con los rasgos de Lon Chaney, formando parte del libro mágico de Méliès, o fusionado con fantasmas que personifican el amor para engañarla y poseerla, mientras más lo niegues, más fuerte me haré.

Babadook 2

Ba-Dook

Lo verás si miras. Amelia. Dulce y paciente Amelia que cuida de ancianos seniles sin rechistar; que siempre está dispuesta a ayudar a los demás; que inconscientemente rechaza a quienes tratan de acercarse a ella mientras soporta los desprecios que otros lanzan contra ella y contra su hijo; que ahoga los deseos de volver a ser amada porque el miedo le imposibilita amar incluso a su propio hijo Sé que no me quieres, el Babadook no te dejará. Amelia mira de frente a su dolor, a la pérdida, al estrés de una casa enorme en la que nada funciona bien, al miedo a no saber educar a su hijo, al miedo a que le pase algo por ser como es, a la falta de sueño, y entonces lo ve…y le deja entrar…y el Babadook se alimenta de todo ello empiezas a cambiar cuando me introduzco. El Babadook va creciendo justo debajo de tu piel.

Babadook 3

Dook

Babadook. Jennifer Kent desarrolla para su primer largo la premisa que ya utilizó en su corto Monster, la percepción y posterior dominación por parte de una madre del monstruo que aterroriza a su hijo por las noches. Este argumento le sirve a Kent como metáfora para hablarnos de los miedos, del duelo y de la depresión en Babadook, un thriller psicológico disfrazado de película de monstruos que se empapa de multitud de referencias dentro del género, sin crear con ello un refrito de otras películas sino que utiliza los códigos más comunes del cine de terror para mostrarnos la destrucción mental de una persona al límite de su resistencia. Apoyada en las dos magníficas interpretaciones de Essie Davis y Noah Wiseman, la directora maneja con soltura elementos clásicos del suspense como el uso de las sombras y la oscuridad donde se agazapan los miedos, la filmación de los espacios vacíos en los que se adivina la desafección que inunda el hogar, y sobre todo la utilización del sonido y la música que acompaña las escenas sin sobresaltos ni conducirnos con ella hacia el susto fácil, para crear una atmósfera enrarecida con la que va engañando al espectador haciéndole creer en un ente irreal mientras la protagonista camina sin control hacia el descenso a una locura más real de lo que podemos imaginar.

Babadook 4

Cuando veas lo que hay debajo, desearas haber estado muerto. Porque en Babadook, la línea que separa lo sobrenatural de lo probable es imperceptible. Porque el terror que provoca el Babadook no es ni la mitad de escalofriante que el terror que provoca el miedo en el interior de un ser humano roto. Y porque el terror se hace aun más sobrecogedor cuando se es consciente de que cualquiera está expuesto al grito del Babadook.

DOOK!

Sigue respirando. Respira. Hazte fuerte. Domina al miedo y mantenlo encerrado. Aliméntalo de vez en cuando sólo con minucias para que crea que aun sigue teniendo poder sobre ti y esté tranquilo. Y, sobre todo, aléjalo de una mente infantil, no dejes que lo vea hasta que llegue el día en que pueda hacerlo, Algún día. Cuando crezcas.

Babadook 5

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