Última crónica del 3XDOC.
Nuestra crónica final de la muestra 3XDOC tiene como protagonista absoluto a Daniel V. Villamediana. Si en la anterior hablábamos de las tres proyecciones que concluyeron la retrospectiva de Peter Mettler, en esta os contamos las propias del vallisoletano: un cortometraje inédito y su última película hasta la fecha, Cábala Caníbal.
Tanto en La vida sublime como en mayor medida en El evangelio, Villamediana nos presentaba a su amigo Minke Wang, un poeta chino afincado en España del que nos fue dando pinceladas sobre su personalidad pero no de su obra. Wang vive actualmente retirado del mundo en un entorno rural, hasta el que se acerca Villamediana en el corto inédito Flor no-nada para mostrarnos cómo es su vida y el efecto que su decisión de alejarse de todo tiene en su poesía. Mediante intertítulos, el director nos va contando los detalles de la obra y la cotidianeidad del poeta. Sabemos así que sus últimos poemas los escribió interesado solamente en la textura, en el sonido y en la materia de la palabra en lugar de dotarles de un significado. Es la no-nada, la ausencia de sentido en su poesía y en su vida. Minke ya no piensa ni escribe, sólo quiere no ser o ser no-nada. Rodado en blanco y negro, Flor no-nada es un homenaje del director al cine de su admirado Hong Sang-soo en cuanto a la improvisación, la aleatoriedad y la autenticidad de lo que sus protagonistas muestran a cámara, y que no es más que el reflejo de la poesía de Minke: improvisada, aleatoria y auténtica.
Para acabar esta edición de 3XDOC, Daniel V. Villamediana nos ha presentado Cábala Caníbal, su última película hasta el momento que engloba todos los temas recurrentes en su filmografía e incluso parte de sus anteriores películas. Cábala Caníbal se plantea como un espejo en varios sentidos; es un reflejo como decíamos de los contenidos a los que acudía en el resto de sus documentales: la búsqueda de las raíces llevada al extremo de indagar no sólo en sus propios antepasados sino en la parte más olvidada de la cultura española. Es también un espejo de sus películas en tanto en cuanto toma imágenes de aquellas y las distorsiona o las introduce en contextos que no son los originales, como una forma de “canibalizarlas” como él mismo explica al hablar de ella. Y por último, su pantalla partida en dos funciona como un espejo en el que el reflejo entre una y otra parte es más conceptual que visual. Con este planteamiento formal, Villamediana da un giro al lenguaje utilizado en sus anteriores trabajos, acercándose al cine experimental para bucear entre el pasado judeo-cristiano de la península Ibérica buscando los orígenes de la cábala y su historia a lo largo de los años, que quedó prácticamente oculta tras la persecución por la Inquisición. El descubrimiento de un manuscrito encontrado en los muros de la casa familiar del director, es el punto de partida de esta investigación que realiza a través de imágenes propias y ajenas a las que, como hiciera Minke con sus poemas, elimina todo su significado para dotarles de otro distinto mediante el sonido y las palabras que en off nos van narrando ese proceso de búsqueda.
Con estas dos películas se cierra por este año la edición de 3XDOC que organiza la Asociación DOCMA. Una semana cargada de proyecciones de gran belleza a cargo de dos cineastas que utilizan las imágenes de manera muy distinta pero con los mismos objetivos: encontrar en ellas las respuestas a sus inquietudes, ya sean la de encontrarse a sí mismos por medio de escarbar en sus raíces o la de encontrar la perfección en las situaciones más cotidianas. Esperamos con impaciencia la edición de 2016.