27 de abril de 2024

Entrevistas: Peter Mettler

3XDOC 005

Entrevistamos al director Peter Mettler.

Menos locuaz que Daniel V. Villamediana, mucho más pausado y reflexivo a la hora de contestar pero igual de interesante y encantador que el vallisoletano, Peter Mettler también nos concedió unos minutos, antes de “enfrentarse” al público madrileño, para charlar con nosotros acerca de sus películas, de la naturaleza y, por supuesto, de la obra de su compañero de encuentros en esta edición de 3XDOC por la que también le preguntamos.

 

– Todas sus películas nos hablan de un viaje, de una búsqueda ya sea de la felicidad, del sentido de la vida, de la belleza…y en la mayoría utiliza un viaje geográfico como medio para esas búsquedas, ¿qué es lo que usted busca para llevar su cámara a sitios tan lejanos?

Peter Mettler: Es una pregunta difícil (risas). En realidad estoy muy interesado en cómo las personas se relacionan con la vida y cómo se experimenta alrededor del mundo. Los viajes son una especie de vida en miniatura, de cómo está nuestra vida dividida en muchas cosas pequeñas, y la idea recurrente de todos estos viajes parte del deseo de estar presente en cada momento de ellas y conectar con todo lo que te rodea. Esta conexión es algo que provocan los viajes tanto si vas con una cámara como sin ella.

– Tanto en Gambling, Gods and LSD como en The end of time, estos viajes le llevan a varias partes del mundo. Quería que me hablara de ellos y de la manera en la que extrae de culturas tan diferentes esas percepciones sensoriales que plasma en la pantalla.

P. M.: Lo que pretendo es captar la naturaleza de la percepción en sí y para ello me nutro de lo que me da la cámara cuando recoge las imágenes y los sonidos. Todo ello se va recogiendo de forma subjetiva. Lo que también he hecho en ambas es trabajar durante un largo periodo, también buscando e investigando a fondo, y durante ese tiempo se formaron las ideas principales que en Gambling, Gods and LSD son por ejemplo la idea de la salvación, la negación de la muerte y la relación con la naturaleza. Cuando me acercaba a explorar estos temas, unas cosas iban llevándome a otras por lo que a la hora de editar se hizo cronológicamente para que tuviera un sentido.

– Otro de los aspectos que más llaman la atención de su cine es la forma que tiene de acercarse y de rodar la naturaleza. En Petropolis por ejemplo consigue unas imágenes aéreas realmente bellas de unos paisajes que en realidad no lo son vistos desde la superficie.

P. M.: Me fascina pensar en la naturaleza como el lugar de donde venimos, al cual pertenecemos y en lo que le estamos haciendo. Cómo hemos creado todas esas construcciones fantásticas y asombrosas que al mismo tiempo están destruyendo todo lo que somos y el medio ambiente. Pero parte de la condición humana es entender esa naturaleza y nosotros lo hacemos mediante el rodaje de películas, utilizando esto para recrear las experiencias para enseñarlas en una pantalla que tampoco es algo real. Es interesante ese juego de formar parte y de relacionarse con la naturaleza a través de las cosas que los humanos hemos creado artificialmente, y como con ello somos testigos de cómo se está perdiendo esa naturaleza. Mis momentos más felices a nivel personal son precisamente en los que me encuentro en plena naturaleza, donde no hay ninguna manipulación humana. En Petropolis se pueden observar las dos cosas, por un lado la parte humana que trata de sacar el carburante de la tierra y cómo está destruyéndolo todo, pero por otra parte se muestra la naturaleza desde el cielo que, incluso enseñando reservas de carburante sigue siendo naturaleza. Es una mezcla extraña de horror y belleza.

The end of time
The end of time

– Todavía no ha podido ver las reacciones del público español a su filmografía ya que esta tarde es su primera presentación, pero ¿qué espera de los encuentros que va a tener con ellos en estos días?

P. M.: Tengo mucha curiosidad porque es una cultura diferente y estoy aquí para aprender de ella también. No sé qué me voy a encontrar pero sí tengo curiosidad y ganas.

– Antes le he preguntado a Daniel V. Villamediana si había visto su filmografía y por sus impresiones sobre ella. ¿Ha tenido usted ocasión de ver la suya?

P. M.: Sí, algunas de sus películas. Es interesante porque a priori hay poco en común entre los dos porque lo que he visto en la suya es una conexión muy grande con la sensibilidad y la historia española, pero sí hay muchas ideas que toca que son universales y se pueden extrapolar a cualquier cultura, especialmente en Cábala Caníbal donde explora a través de las imágenes el simbolismo y el significado de las raíces, y se acerca a lo que yo busco en mi filmografía. Es algo con lo que yo trabajo en las performances que hago con música y texto en directo. También hay muchas referencias al toreo que para mí es algo completamente opuesto a mi cultura y es algo que me fascina. Él incluye además a mucha gente conversando en sus películas que es algo que yo intento no hacer, pero en esos largos diálogos puedo ver cómo explora los espacios, cómo la manera en la que se mueven los personajes describen esos espacios, como cuando el personaje principal de La vida sublime va a Sevilla, y en eso también coincide con mi manera de explorar los contextos espaciales. (Repasa notas que ha tomado mientras veía las películas de Daniel) hay una frase en Cábala Caníbal que dice “canibalizo imágenes que a mí me han canibalizado” o algo parecido y me siento muy identificado con ella. También me impresiona Minke cuando dice que no cree en las palabras ni en las imágenes, que le sacan del presente, porque para mí es un tema recurrente y esencial en mi filmografía el reto de intentar estar presente como director y como espectador en cada momento. Otra cosa que anoté es que en una de las películas habla de hacerlas sin principio ni final, cosa que coincide con el final de Gambling, Gods and LSD, son estructuras sin principio ni final.

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