28 de marzo de 2024

Nocturna 2015: Día 5

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Se acaba la competición en Nocturna.

Día flojo el último en el que podemos ver en Nocturna las últimas proyecciones de las secciones a competición. Día flojo en cuanto a éstas se refiere, claro, porque también fue el día de recuperar clásicos del cine de terror en pantalla grande como La noche de Walpurgis, dentro del homenaje al creador de la productora Profilmes Josep Anton Pérez Giner, o Demons, una de las películas más conocidas del director italiano Lamberto Bava quien también recogió ayer su premio Maestro del Fantástico. Difícil decisión la de tener que elegir entre ver películas que, ya sea por su evidente calidad o por el mero hecho de formar parte de la historia del cine fantástico y de terror, muy probablemente nos habrían hecho disfrutar mucho, y entre ver los últimos coletazos de las secciones del certamen por aquello de tratar de no perdernos potenciales ganadoras. Como nos gusta el riesgo, arriesgamos. Y el riesgo, claro está, conlleva unas veces éxito y otras ganas de arrancarse los ojos.

Afterdeath
Afterdeath

Como no nos gusta el melodrama innecesario, la crónica de hoy se reduce a dos películas que sin haber calado en nosotros como sí lo hicieran otras en los días previos, al menos nos mantuvieron en las butacas sin temor a sufrir más de lo estrictamente necesario. Desde el Reino Unido llegaba Gez Medinger para presentarnos en exclusiva internacional su primer largometraje como director (codirigido con Robin Schmidt), Afterdeath. La película parte de un planteamiento muy interesante, tanto en lo que concierne a su premisa argumental como al desarrollo formal que propone. Un plano secuencia inicial con cámara subjetiva nos muestra lo que ve una mujer que acaba de despertar en una playa. A su alrededor no ve más que arena, agua y un amplio paraje hacia el que corre asustada por las explosiones que escucha en la playa y que van seguidas de un inquietante humo negro. Corre hacia uno de los dos únicos lugares que componen el paisaje que alcanza su vista, una casa vieja frente a un faro apagado en la que entra para descubrir que no es la única persona que ha acabado allí. A partir de aquí comienza el desarrollo de la historia, la de cinco personas que saben que están muertas y que han recaído en esa casa sin saber por qué y que han aceptado en mayor o menor medida su destino de pasar lo que les queda de eternidad en ella. Todo cambia cuando la mujer que acaba de entrar no lo acepta y trata de convencer a los demás de intentar salir de allí para volver a casa. La originalidad de las ideas de Afterdeath y su minimalista puesta en escena, prometen un estudio sobre el bien y el mal, sobre el cielo y el infierno, y sobre el miedo a lo que hay tras la muerte que acaba perdiéndose en una sucesión de confesiones de pecados con el único fin de juzgar a los protagonistas y hacerles dignos de volver a la vida, continuar su viaje hasta el cielo o ser desterrado al infierno. Una buena idea que se queda en un manual de moralidad y religiosidad muy alejado de lo que se presuponía al empezar.

Charlie's Farm
Charlie’s Farm

Tampoco salimos contentos de la última película del día, la australiana Charlie’s Farm, con la que esperábamos encontrar un slasher con mucha mala baba más cercano a la saga Wolf Creek que a un telefilm burdo heredero de los peores productos de serie B. La historia es la de siempre, dos jóvenes descerebrados emprende un largo viaje con la novia de uno y una amiga de ésta para acampar en una granja que según cuentan está maldita. ¿Por qué? Porque si no no habría película, porque otra explicación lógica no existe. La granja en cuestión fue escenario de múltiples asesinatos cometidos por una pareja que alimentaba a los cerdos de su granja con carne humana, y que cuando los lugareños decidieron tomarse la justicia por su mano y acabar con ellos, el único miembro de la familia que se cree que sobrevivió fue su hijo retrasado Charlie, de quien se cree que asesina a todo el que se acerca a su hogar. Bien, todos los elementos listos para un slasher de manual que podía optar por decidir si emplear su bajo presupuesto en un planteamiento original o en un poderoso maquillaje y unos efectos especiales más cuidados. Eligió esto último. El slasher en Charlie’s Farm llega a los 15 minutos de acabar la película, salvo escenas en las que a través de flashbacks se recuerda lo que aconteció en la granja años atrás. Es decir, durante más de la mitad de la película a lo único que asistimos es a un aburrido viaje que pretende ser divertido con las ocurrencias escatológicas de uno de sus miembros. Las risas en las dos escenas contadas por la brutalidad de los asesinatos llegan demasiado tarde y sin fuerza suficiente para que haya merecido la pena llegar hasta ellas.

Las secciones a competición se acaban pero Nocturna sigue durante dos días más con las proyecciones de la sección Panorama, el homenaje a Alex de la Iglesia, la proyección del clásico Dentro del Laberinto y la gala de clausura. Os seguiremos contando lo que vayamos viendo, así como el palmarés completo del certamen que este año esperemos que nos deje con mejor sabor de boca.

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